El audiovisual calcula daños millonarios y se reivindican como parte de la solución para la reactivación económica de la zona
VALÈNCIA. En las últimas semanas, todos los sectores culturales han ido haciendo repaso y evaluación de las consecuencias que ha tenido la Dana en las poblaciones de la provincia de València. Artes escénicas o sector del libro ya han emitido diferentes estimaciones sobre el cálculo de pérdidas y posibles medidas que permitan reactivar su actividad lo antes posible.
El audiovisual valenciano aún no había hecho públicos datos concretos. Las primeras estimaciones, recogidas por este diario por fuentes de la Acadèmia Valenciana de l’Audiovisual, cifra en 500.000 euros de daños en inmuebles y material y otros tantos en lucro cesante, según las primeras estimaciones. En todo caso, esta cifra no va a hacer más que crecer en las próximas semanas.
Los daños más directos son similares a los de otros sectores: naves anegadas, bajos inundados y material informático irrecuperable, principalmente. Esto es el corto plazo: no disponer del guion que se estaba escribiendo desde hacía meses, o empresas de servicios que han perdido todo el material con el que participaban en los rodajes.
En el momento en el que se empezó a conocer la magnitud de la tragedia, la primera asociación en responder fue la Acadèmia Valenciana de l’Audiovisual, que ya ha contratado a una persona para que se dedique en exclusiva, a recoger datos de personas afectadas y sus respectivos daños, para disponer de una cifra realista del alcance del temporal. Este trabajo se está haciendo tanto con las personas y empresas censadas en la Acadèmia como aquellas que no forman parte pero de las que se tiene conocimiento que tengan un domicilio particular o fiscal en las poblaciones afectadas.
La gran preocupación es ahora reactivar el sector. Al menos dos rodajes ya se han trasladado de ubicación y varios más han retrasado su producción, aunque parece que no hay efecto contagio en la Ciudad de la Luz, en Alicante.
El medio plazo es el lucro cesante. El audiovisual tiene la característica de arrastrar, para bien o para mal, a otros muchos sectores, desde el mobiliario hasta artistas falleros o interioristas. El lucro cesante, en este sentido, es la gran preocupación de las diferentes asociaciones.
¿Cuáles son las soluciones propuestas por las diferentes administraciones? Tal y como ha ido analizando Culturplaza en los últimos días, hay dos ritmos. Por una parte, el Ministerio de Cultura ya ha propuesto medidas concretas dentro de su Plan de Reconstrucción de la Cultura Valenciana, como la flexibilización de los plazos en las ayudas dependientes del ICAA, o ayudas directas a las salas de cine que se han visto afectadas.
Por otra parte, la Conselleria de Cultura, se ha reunido de manera telemática con las asociaciones, pero por ahora no se conoce ninguna línea específica. Las diferentes fuentes consultadas esperan que se den pasos decisivos “en los próximos días”.
El camino a seguir también difiere según la asociación de productoras que se consulte. Por una parte, PAV o AVAPI han puesto encima de la mesa la necesidad de crear incentivos y créditos fiscales para que en 2025 y 2026 la provincia de València pueda atraer más rodajes. Es decir, que además de reactivar el sector, se pueda dinamizar la economía de la zona afectada, atrayendo así posibles nuevas oportunidades.
Por su parte, AVANT cree que “es importante ser solidarios y pedir lo necesario, que es que se reactive el sector tal y como estaba antes del temporal”. En este sentido, lo “necesario” sería corregir las pérdidas materiales y el lucro cesante, además de “no dejar de hacer nada de lo que estuviera previsto”; es decir, “no pedir nada extraordinario, pero cumplir con lo ordinario”, según explican desde la asociación.
Según los datos recogidos de la Acadèmia Valenciana de l’Audiovisual, las pérdidas entre cancelaciones y retrasos de diferentes rodajes pueden ampliar el lucro cesante de decenas de profesionales hasta los cinco millones de euros.
Obviamente, las empresas y personas directamente afectadas por los destrozos del temporal serán las que más sufran esta situación y más tarden en recuperar su actividad normal. En un segundo plano está todo el sector afectado por las reubicaciones y atrasos de rodajes, y que serán un ancla para los datos sectoriales en la Comunitat Valenciana en los próximos meses o años. Finalmente, está la parte del tejido empresarial que ha salido indemne y que cree que la realización de sus proyectos puede ser un dinamizador de las zonas afectadas.
Los ánimos también son contrastados según las fuentes de cada asociación consultadas y, en todo caso, evitan hablar de “oportunidad” o frivolizar con lo que está sufriendo la zona en general y los profesionales y productoras en particular.
