Hoy es 6 de octubre
VALÈNCIA. El resultado hecho público en la mañana de este jueves sobre el número de avales de los candidatos a liderar el PSOE heló la sangre a más de un dirigente próximo al presidente de la Generalitat, Ximo Puig. La cantidad aportada desde el sector de Pedro Sánchez, 8.105 firmas en la Comunitat, resultaba extraordinaria, estratosférica e inédita en un proceso de estas características. Una cifra que dejaba casi a 3.000 avales el importante resultado que lograba la candidatura de Susana Díaz, 5.313, muy por encima de los 4.100 que consiguió Pedro Sánchez en el proceso de 2014. El millar logrado por Patxi López se situaba en torno a las previsiones arrojadas horas antes. Los 'susanistas' del PSPV reclamaban este jueves "prudencia" a la hora de considerar estos resultados a la espera de la verificación de avales que tiene lugar en Ferraz a lo largo de la jornada de hoy.
Ahora bien, el día en el PSPV fue para el 'sanchismo'. Por provincias, el agujero se producía en Valencia, donde uno de los lugartenientes de Sánchez, el secretario general provincial, José Luis Ábalos, posee una larga trayectoria en procesos orgánicos. Así, los afines al madrileño presentaban 5.100 firmas, una cifra que dejaba muy atrás a las en torno a 2.600 logradas por los 'susanistas' y que, unidas a las de Patxi López, situaban la participación en más del 85% del censo de la provincia. Unos datos altísimos que desde Blanquerías recibían con notable incredulidad.
También se movían los 'sanchistas' en cifras más altas de lo previsto en Castellón y en Alicante. Así, en la primera provincia se elevaban hasta las 990 firmas, dejando a los afines a Susana Díaz con 550 avales en el territorio del presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Mientras, en Alicante, se confirmaban las estimaciones con la victoria de los 'susanistas', si bien muy estrecha, por 2.250 avales frente a a algo más de 1.800 del 'sanchismo'.
En conjunto, la participación se habría elevado al PSPV a cerca de 14.500 militantes de los poco más de 17.000 existentes, lo que situaría en una movilización del 85%, también una cifra sorprendente que los 'sanchistas' defendían por la alta activación que ha despertado el proceso debido al "malestar" entre la militancia por haber permitido el gobierno de Rajoy.
Las cifras de este primer pulso tienen consecuencias en la Comunitat Valenciana difíciles de pronosticar. La diferencia de casi 3.000 avales a favor del 'sanchismo', de traducirse en apoyos reales en las urnas en las primarias del 21 de mayo, dejaría en entredicho no solo el poco control del PSPV que ejerce el propio Puig, sino también una bofetada a su estabilidad y liderazgo como presidente de la Generalitat.
Un hecho preocupante cuando la siguiente cita será un congreso nacional en el que el jefe del Consell debería revalidar su cargo como secretario general del partido. Así, incluso aún ganando su aliada Susana Díaz las primarias, una derrota en la Comunitat permitirá a sus críticos resistir e incluso consolidarse como oposición interna. En esta línea, colaboradores estrechos del presidente cuestionaban la realidad de los datos hasta la verificación de los avales y, también, lamentaban la "poca" o "nula implicación" de algunos altos cargos del Consell y de otros dirigentes institucionales y orgánicos durante el proceso que han preferido "ponerse de perfil" en el proceso o "incluso jugar a la contra".