La película 'Sueños de sal', dirigida por Alfredo Navarro, narra entre realidad y ficción las historias de superación de cuatro alicantinos
VALENCIA. “¿Seguimos teniendo ilusión en estos tiempos?¿cuáles son nuestros sueños?”. Un pueblo como protagonista, Novelda, y una lucha diaria para superar la crisis, la de sus vecinos, ha acabado obteniendo al final su recompensa. La película alicantina ‘Sueños de sal’ ha sido preseleccionada para los premios Goya, logrando nueve candidaturas entre las que destacan mejor película, documental, dirección novel y música original.
La cinta, un híbrido entre realidad y ficción, cuenta la historia de cuatro vecinos que pelean por conseguir su sueño. Alejandro, un niño ciego que toca el piano; Irene, una joven con espina bífida que quiere independizarse y tener su propia casa; Simón, un deportista que quiere viajar a Tailandia para perfeccionar el arte marcial que practica, y Mariano, un camionero que, a sus 62 años, quiere aprender a tocar la guitarra.
Una historia de superación personal en un ambiente hostil como es una población que, como muchas otras por toda España, ha sido azotada con dureza por la crisis económica. "Donde antes había cultura y deporta ahora hay ruina". La productora Condimenta Films ha sido la encargada durante dos años de encapsular estas pequeñas grandes historias de héroes anónimos que, en pocas semanas, pueden dejar de serlo y emprender su camino hacia la alfombra roja.
“Nunca pensamos estar preseleccionados en los Goya, siendo nuestra primera cinta…pero ahora estamos muy ilusionados y con muchas ganas de llegar lo más lejos posible, aun sabiendo que hay mucha competencia”, explica el productor Jesús Navarro. El documental se ha realizado sin guión, aunque utilizando muchos recursos narrativos y dramáticos propios de la ficción. Además, la banda sonora se ha grabado con la Orquesta de Córdoba, en la que también ha participado el coro de voces blancas del Misteri D’Elx.
Pero esta no es la primera vez que la obra de Alfredo Navarro prueba las mieles del éxito. La banda sonora, compuesta por el alicantino Óscar Navarro, se ha hecho con el Premio Jerry Goldsmith a la mejor canción y a la banda sonora en los Global Music Awards. Además, también consiguió una nominación a mejor canción en los prestigiosos Hollywood Music in Media Awards.
Ahora ha conseguido ser preseleccionada para los Premios Goya en nueve categorías: mejor película, mejor documental, mejor dirección novel, mejor música original, mejor canción original, mejor montaje, mejor dirección de producción, mejor sonido y mejor fotografía. Los más de 1.000 miembros de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas votarán, desde mañana y hasta el día 11 de diciembre, las películas preseleccionadas para elegir a los nominados a ganar el premio más importante del cine español, una carrera en la que participan 143 películas. Sin embargo, más allá de nominaciones y premios, el proyecto tiene una finalidad mayor que la cinta misma. Todos los beneficios conseguidos por ella irán destinados a los proyectos desarrollados por Cruz Roja y Cáritas.
Por su parte, CulturArts organiza un pase privado del film para los académicos valencianos, que tendrá lugar el próximo 2 de diciembre a las 16:00 en la Sala Luis García Berlanga del Edificio Rialto. “Estamos haciendo un gran esfuerzo en la promoción de Sueños de Sal”, explica el productor, “pero todo este esfuerzo es porque mucho más importante que la película es el doble fin social que tiene: por una parte, queremos que los espectadores salgan de las sala más fuertes y más convencidos de que los sueños se pueden lograr y, por otra parte, claro está, no hay que olvidar que tenemos acuerdos con Cáritas y con Cruz Roja para que los beneficios conseguidos por la película vayan íntegramente a ayudar a personas necesitadas en estos tiempos de crisis”.
El Museu de Belles Arts de València ha recibido la donación de la serie completa de los Caprichos de Goya de 1868. A la espera de una exposición completa con todos ellos en marzo de 2023 actualmente se pueden ver 17 de ellos en la colección permanente, de forma temporal