La rebelión del distrito 46023: las 10 razones de los vecinos de Penyaroja y las naves de Cros
La rebelión del distrito 46023: las 10 razones de los vecinos de Penyaroja y las naves de Cros
VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València volverá a desoir las reivindicaciones de los vecinos del barrio de Penyaroja sobre la recalificación de suelo dotacional y de zonas verdes para entregárselo a la constructora Guadalmedina. La operación se hace para compensar a la empresa por el entuerto de Tabacalera.
Si inicialmente la delegación de Urbanismo ya había desestimado las alegaciones presentadas por la plataforma vecinal de Penyaroja, ahora la comisión de Urbanismo de la semana que viene inadmitirá los recursos de reposición interpuestos por los vecinos del barrio para paralizar esta operación.
Concretamente, la operación consiste en entregar a la mencionada constructora un solar previsto para centro escolar y otro que formaba parte de una zona verde, ambos en el barrio de Penyaroja. El primero no servía al consistorio porque incumplía los requisitos exigidos por la Conselleria; el segundo sólo era una parte de un conjunto más amplio en un barrio, dicen, con suficientes dotaciones.
Pero lo que se aduce en el Ayuntamiento de València, no convence en absoluto al conjunto de vecinos de la zona. Sorprendido recibe la noticia José Tárrega, representante de la plataforma, quien lamenta la decisión y relata que durante los últimos meses, los vecinos han estado recabando fuerzas y recursos económicos para continuar con la batalla contra esta permuta.
La rebelión del distrito 46023: las 10 razones de los vecinos de Penyaroja y las naves de Cros
Por ahora, la cuestión está en la Comisión Territorial de Urbanismo de la Generalitat Valenciana, quien deberá dar el último visto bueno a la operación de permuta de solares. La plataforma está intentando ponerse en contacto con los responsables políticos de la Conselleria de Obras Públicas y de la Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática para paralizar el plan in extremis.
No obstante, los vecinos ya han hecho piña. Más de 500 viviendas y cinco fincas ya han aprobado en sus respectivas juntas realizar aportaciones económicas para contratar la mejor defensa legal para el supuesto de que la Generalitat Valenciana dé luz verde definitiva a la operación. Todavía falta que otros dos edificios sometan a votación la adhesión a la defensa. El abogado elegido es Alberto Llobell.
El gobierno municipal apuesta por entregarle dos pastillas a la constructora Guadalmedina. La más pequeña corresponde a lo que debería haber sido un colegio. Se trata de una parcela en la confluencia de las calles Penya-Roja y Río Escalona de más de 1.180 metros cuadrados de forma triangular. Esta peculiaridad geométrica hace que no se puede emplear ya que se trata de un tipo de solar que la legislación expresamente prohíbe su uso en colegios. Guadalmedina tiene derecho a construir aquí 7.400 metros cuadrados de suelo techado en un edificio que como máximo puede tener 10 alturas.
La segunda parcela con la que se quiere compensar a Guadalmedina formaba parte de una gran zona verde prevista en la calle 3 de abril 1979, junto a las naves de Cros. En este solar de 1.680 metros cuadrados la empresa podrá construir un edificio con 8.700 metros cuadrados de techo que como máximo tendrá 13 alturas. En este caso, en el Ayuntamiento defienden que los vecinos continuarán teniendo más de 7.000 metros cuadrados de parque.
En el Ayuntamiento justifican estas soluciones desde una perspectiva global. La cesión de suelo que se le debería hacer a Guadalmedina sería mucho mayor en otros barrios, recuerdan, ya que se hace en función del valor del metro cuadrado y Penyaroja es uno de los barrios más caros de València.
El concejal de Cs Narciso Estellés ha manifestado el respeto de su grupo respecto al informe del Servicio Jurídico del Ayuntamiento de Valencia donde se indica a los vecinos que ‘se inadmite por entender la aprobación provisional como un trámite cuya eficacia está supeditada a la aprobación definitiva, con lo cual pueden recurrir en ese momento’. “Sin embargo, pensamos que la concejala Sandra Gómez podía haber sido más sensible con un barrio donde faltan equipamientos. Es inadmisible que espacio previsto para zonas verdes y suelo dotacional se entregue a una constructora para compensar todo lo sucedido en Tabacalera”, ha criticado.
Estellés ha criticado que durante todo el proceso ha faltado diálogo con los vecinos de Penyaroja por parte del Ayuntamiento y ha recordado que “en el año 2015 el PSPV denunció un pelotazo urbanístico en la antigua Tabacalera, mientras ahora apoya una maniobra que quita a los vecinos un enorme solar destinado a equipamientos públicos”.
La portavoz del PP en el Ayuntamiento, María José Català, ha indicado que “todavía estamos a tiempo de que se revoque esta decisión arbitraria, en contra de la voluntad de los vecinos, ya que el Ayuntamiento dispone de otros espacios libres a los que sería posible trasladar la edificabilidad de la Tabacalera sin eliminar suelo escolar y zonas verdes”. Por ello, Catalá ha pedido a la consellería de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, que será la que finalmente tendrá que aprobar la modificación puntual del PGOU de Tabacalera, que “sea más sensible que Ribó y los socialistas con la demanda de los vecinos y mantenga este suelo público como dotacional educacional y jardín”.
Así mismo, ha señalado que “el Grupo Popular va a seguir impulsando nuevas iniciativas al Pleno y comisiones del Ayuntamiento para para paralizar una decisión a todas luces arbitraria” y con el objetivo buscar otras parcelas municipales en las que la empresa pueda recibir la compensación urbanística que tiene reconocida y, al mismo tiempo, “evitar que se pierda suelo dotacional en dos zonas consolidadas como son la de Penya-Roja y las Naves de Cross”. Català ha calificado la gestión llevada a cabo por Ribó y el PSPV con los vecinos como “autoritaria y con nula sensibilidad hacia unos barrios a los que además ha dejado sin inversiones y sin ni un solo nuevo equipamiento público desde que gobiernan”.