'Tractorada' en València por la supervivencia del campo valenciano (Fotos: Kike Taberner)
'Tractorada' en València por la supervivencia del campo valenciano (Fotos: Kike Taberner)
'Tractorada' en València por la supervivencia del campo valenciano (Fotos: Kike Taberner)
CASTELLÓ. El campo valenciano ha vuelto a echarse a la calle. Y lo ha hecho de forma masiva. Dos años después de la gran tractorada que tomó las calles de València para protestar por la angustiosa situación de la agricultura, la cita se ha repetido... y con un poder de convocatoria similar.
No en vano, no ha cambiado "prácticamente nada" para los agricultores, señala el secretario general de la Unió de Llauradors, Carles Peris, y "el futuro del campo está en peligro", denuncia el presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), Cristóbal Aguado. Ante los medios, este ha incidido en que la actual campaña citrícola está siendo un "auténtico desastre", con precios en campo que no llegan ni a cubrir un tercio de los costes de producción en algunas variedades, como las navelinas.
A la cita, convocada por todas las organizaciones profesionales agrarias de la Comunitat han asistido "más de 8.000 personas y 250 tractores" según los convocantes y 1.500 manifestantes y 200 tractores, a tenor de las cuentas de la Delegación del Gobierno en la Comunitat.
Bajo el lema SOS: per la supervivència del camp valencià, caravanas de tractores llegaban al amanecer a València desde diversas comarcas de toda la Comunitat, con lo que han causado retenciones de tráfico en accesos y algunas calles de la capital autonómica. Para visibilizar esta llamada urgente a la responsabilidad de las administraciones en el futuro del sector agrario, los profesionales del campo han arrojado frente a la Delegación del Gobierno miles de kilos de naranjas, un camión de cereal, además de diferentes verduras, leche y vino. Y es que la mala situación del campo no es cosa de un subsector.
Y así lo han destacado las organizaciones agrarias: un citricultor cobra por un cajón de navelinas (de 18 kilos) lo mismo que cuesta un café; a un viticultor 12 kilos de uva solo le dan para pagar una hora de parking; para comprar una botella de champú un horticultor tiene que vender hasta 37 kilos de cebollas; un ganadero necesita vender 8 kilos de carne de cerdo para reunir una entrada de cine; o un arrocero ha de vender 5 kilos de cereal para beberse un refresco.
Para luchar contra ello, el sector agrario pide garantizar precios que permitan la sostenibilidad económica de las explotaciones agrícolas y ganaderas, tal y como establece la ley de la cadena alimentaria; solicita una PAC más mediterránea; exige cláusulas espejo en las producciones agrícolas y ganaderas que se importan de otros países terceros, tal y como se viene luchando con la naranja de Sudáfrica; pero también solicita medidas extraordinarias para aliviar la escalada de costes de producción, que pueden suponer la puntilla a un sector siempre al borde del abismo.
No son las únicas exigencias del campo para lograr su supervivencia: seguros de costes, planes de reestructuración y no prohibir tratamientos fitosanitarios sin alternativa (tal y como ha sucedido con el metil clorpirifos, que ha dejado a los citricultores sin alternativa para tratar el cotonet de Sudáfrica) también se encuentran entre sus demandas.
Todo ello en una marcha que ha contado con el respaldo de la sociedad civil, diferentes representantes políticos de todo el arco parlamentario y de responsables empresariales poco habituales en estas lides. En este sentido, el presidente de la patronal autonómica CEV, Salvador Navarro, ha llamado en la cita a "dignificar" la profesión de agricultor y ha recordado todo lo que el sector primario ha trabajado durante la pandemia para evitar el desabastecimiento.
Desde la provincia de Castellón, el portavoz del Ayuntamiento de Vila-real, Javier Serralvo, y el concejal de Agricultura, José Ramón Ventura Chalmeta, han acompañado también a los agricultores locales. "Tenemos que garantizar la pervivencia del campo como un motor de pasado, presente y futuro", han destacado.
Al margen de los asistentes a la marcha, la delegada del Gobierno en la Comunitat, Gloria Calero, ha señalado en un comunicado que el Ejecutivo central entiende la preocupación y está "firmemente comprometido" con el campo, aunque remarca que hay "circunstancias que le son ajenas". Calero ha destacado la próxima puesta en marcha de la Ley de la Cadena Alimentaria.
De todas formas, la cita no será la última con la que el sector agrario pretende visibilizar su malestar. Este mismo viernes se ha manifestado en Sevilla, el próximo 10 de marzo lo hará en Alicante y el 20 de marzo concluirá sus protestas con una gran manifestación del medio rural valenciano y español en Madrid.