cultura

Luis Adelantado: Una historia de empresa, diseño, arte y… nachos con guacamole

Cuando vio la crisis decidió que era el momento de cambiar de aires e irse a México. Allí se ha convertido en una referencia ineludible. Normalmente no habla, y menos con la prensa, pero en esta ocasión ha hecho una excepción

9/06/2019 - 

VALÈNCIA.-«No tengas miedo de perderte... El tiempo pasa tan despacio en Polanco». Este podría haber sido el comienzo de la canción del grupo La Unión si en lugar de inspirarse en Syldavia —país imaginario, escenario de El cetro de Ottokar, la famosa aventura de Tintín— lo hubiera hecho en el barrio mexicano de Nuevo Polanco. Una vibrante zona que, a diferencia de Syldavia, esta sí se halla en los mapas y es el destino elegido por el conocido y prestigioso galerista valenciano Luis Adelantado hace ahora diez años. Solo para cerrar esta entrevista hemos necesitado casi tres meses. El tiempo transcurre distinto en Polanco.

Allí, alejado de todos y de mucho, Luis Adelantado ha convertido el barrio en su particular ciudad-estado. Un enclave con un fuerte desarrollo urbanístico, importantes museos y espacios de ocio (Museo Jumex, Museo Soumaya-Fundación Carlos Slim, Acuario Inbursa…) en el que el valenciano ha levantado 3.000 metros cuadrados de galería de arte no aptos para cualquiera. Allí el galerista migrante, errante en busca de un lugar —como reza la canción— ha encontrado finalmente su destino. Sin miedo a perderse.

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Esta tierra lejana, para Luis, era, y es, lugar de buenos amigos y florecientes negocios. Un país de oportunidades. Allí decidió en 2009 recalar huyendo, en parte, de la crisis mundial —la que también acechaba a su casa valenciana— y en parte huyendo de sus demonios, o tal vez para reencontrarse con ellos. Allí, Adelantado se ha recluido como un caracol. 

El galerista, agradable y cercano en las distancias cortas, se caracteriza en los últimos tiempos por responder con un rotundo «no» cuando le proponen una entrevista. De ahí que poco se sepa de este experimentado especialista, diestro en detectar qué arte nos viene o qué artista encierra ingenio y virtuosismo. 

En México, y como haría todo buen caracol, solo se muestra al exterior y despliega sus antenas si lo que hay afuera le resulta sugerente. Si no, no hay tu tía. Desde el interior de su sólida concha, Adelantado es capaz de olfatear el arte. Eso sí, cuando llegan las ferias el experto galerista, lobo viejo, se estira un poco más y deja su caparazón por un buen rato para pasear ufano y a pecho descubierto, entre pieza y pieza, luciendo su tímida sonrisa, como el tímido seductor que es. Y así, como quien no quiere la cosa, seduce y se deja seducir por los periodistas.

Y eso es así porque sabe que en ese escenario los periodistas solo van a preguntarle de lo que a él le gusta, de arte y más arte, de artistas y de ‘sus’ artistas. Y cuando es así, él dice «sí». En esos escenarios el avezado empresario, que desde los años setenta acumula sabiduría sobre diseño y arte, acepta el juego de la entrevista pero para el resto de periodistas la respuesta a una entrevista suele ser un rotundo «no».

En esta ocasión ha sido un sí a medias. Un «sí» sin Skype. Un «sí» sin interacción, sin cruce de miradas, sin intercambio de experiencias ni de sentimientos. Un «sí» sin guiños ni confidencias. No vayan a preguntarle al galerista por todo eso de lo que «no» le gusta hablar.

A Luis Adelantado no le gusta hablar del pasado y, a duras penas, del presente. Es un ser tan excepcional, sensible y delicado, tan especial y sublime que puede permitirse el lujo, al hablar, de conjugar solo verbos en futuro. Pocos como él tienen el don de ver más allá de lo que tienen frente a sí y de hablar con rotundidad de lo que está por venir. Él lo sabe. Juega sus cartas. Y por ser él todo se le permite.

Luis es hombre de amigos. Tiene muchos y buenos. Amigos que le quieren y le añoran. También sigue compartiendo proyectos y conocimientos con su hija Olga, actual directora de la galería Luis Adelantado en València, la primera fundada por esta saga de amantes del arte.

Adelantado es un hombre hecho a sí mismo. Sus inicios arrancan en una empresa familiar, una tienda de muebles en Quart de Poblet (Valencia). En sus primeros contactos con el diseño le acompañó la diseñadora Lola Castelló. Ahí comienzan sus proyectos de interiorismo. Luego llegarían nuevos colaboradores, artistas y diseñadores. Nombres como Carmen Calvo, Dani Nebot, Vicente Navarro...  

En 1973 junto a Daniel Nebot, Lola Castelló y Vicent Martínez fundan el grupo de Diseño Nuc, antecedente de La Nave... Hasta que un buen día el arte venció al diseño y el empresario Adelantado se convirtió en galerista. Ocurría en 1985. En aquellos inicios, cuenta su hija Olga que la figura de Vicent Todolí —entonces director artístico del IVAM, luego de la Tate Modern y actualmente asesor de arte en Bombas Gens— fue muy importante. Esta entrevista es el resultado del «sí» a medias de Luis Adelantado. Tan valioso como un «sí» completo. 

— En 2009 llega la crisis mundial y también a València. Luis Adelantado tras intentarlo en Miami finalmente decide abrir su nueva galería en México.

— Mi decisión de abrir el proyecto de México fue sin lugar a duda por el potencial de artistas y el tejido cultural de esta ciudad, que ha seguido creciendo todos estos años.

— ¿Dónde vive actualmente? ¿Cómo es su día a día? ¿Convive con plantas, obras de arte, libros, música...?

—Vivo en Ciudad de México, en un apartamento lleno de plantas y obras de arte. Tengo dos perros, un galgo y una schnauzer. Me gusta todo tipo de música pero me encanta la ópera italiana y voy a escucharla cada vez que tengo oportunidad. Al levantarme salgo a nadar, y al volver desayuno. Luego voy andando al trabajo. 

— ¿Qué le gusta hacer cuando no está en la galería? 

— Me gusta ir a La Lagunilla (zona de mercados de muebles y ropa), también quedar con amigos, leer la prensa y seguir viendo arte, visitar la arquitectura de Luis Barragán y pasear por Xochimilco.

— ¿Por qué ese emplazamiento para la galería?

— La galería está en un barrio que se llama el Nuevo Polanco, una zona industrial de pequeñas fábricas que ha experimentado un crecimiento importante estos últimos años. Nosotros, por ejemplo, estamos situados a diez minutos en coche del Museo Jumex.

— ¿Qué puede encontrar quien visite su galería en México? 

— Lo más espectacular y apabullante es el espacio en sí, que cautiva a artistas, visitantes y coleccionistas. Se trata de una nave industrial de 3.000 metros cuadrados en la que se intenta, siempre, que los artistas realicen propuestas específicas para el espacio. Tenemos la suerte de contar también con un amplio espacio de exposición permanente por lo que la historia de la galería se encuentra permanentemente expuesta, lo que es una gran ventaja para piezas de gran tamaño que requieren de una instalación.

— De la Galería Luis Adelantado se ha dicho que huía de las modas y apostaba por la honestidad. ¿Qué hay de malo en seguir las modas del arte? ¿Qué es la honestidad en el arte?

— Honestidad es creer en la defensa de un proyecto por encima de modas o tendencias. Por supuesto, si se trabaja con el arte contemporáneo, es lógico que se presenten obras y artistas que conectan con la contemporaneidad, lo que puede tener un cierto halo de tendencia porque los presupuestos conceptuales en los que se mueve el artista son su contexto. Pero cuando yo hablo de honestidad me refiero a elegir calidad, rigor y profesionalidad sin importar si el artista o el trabajo que hace en ese momento es tendencia de temporada.

— ¿Cuál diría que es la vinculación del género al arte? ¿Cree que el hombre aporta unas cualidades al arte y la mujer otras distintas?

— Quiero pensar que como la propia individualidad del ser humano genera un espectro de posibilidades y posicionamientos en el mundo, así pasa con hombres y mujeres, independientemente de su género. Pero nunca hablaría de diferentes calidades, como tampoco encasillaría unos temas con respecto a otros, según el género del artista. Eso sí, si se habla de las vivencias personales, es normal que se definan dentro de un género. Te puedo decir que estamos muy orgullosos de representar a Priscilla Monge, destacada artista posconceptual de los años ochenta, cuyo interés está marcado por la defensa de la mujer y por la denuncia de la violencia.

— Qué prefiere, ¿consolidar proyectos o iniciar nuevas aventuras empresariales?

— Creo que una idea va unida a la otra y, ciertamente, siempre me ha interesado emprender nuevos proyectos. Me mantiene más vivo la tensión que provoca un nuevo reto. 

— Explíquenos el proceso de investigación suyo previo hasta que un artista forma parte de una colección o exposición en su galería. 

— Realmente he pasado por muchos tipos de procesos a lo largo de estos treinta años pero, como me gusta sobre todo hablar del ahora, te cuento que mi interés constante y continuado por las carreras más emergentes hizo que en México creara el proyecto Zona 6, en el que un curador selecciona a seis artistas para realizar una residencia en la galería. Así, durante este tiempo, revisamos el camino que toma su trabajo y la manera en que conectan con la forma de trabajar en la galería. Si hay un buen trabajo y surge sintonía, entonces pueden llegar a formar parte del elenco de artistas de la galería.

— Nos cuenta su hija Olga que las dos galerías comparten mucho y tienen un común ADN de la mano de artistas como Folkert de Jong, Rubén Guerrero, Priscilla Monge y Darío Villalba... pero que la impronta de México es muy Luis y la de València es muy Olga.

— Son dos proyectos que crecen en paralelo, porque la personalidad de ambos y nuestra propia forma de trabajar con los artistas ha hecho que las galerías crezcan y puedan enriquecer la una a la otra.

— En la historia de la galería vemos muchos de los nombres internacionales: Sophie Calle, Eva Lootz, Cabrita Reis, Carmen Calvo, Darío Villalba. Hablemos un poco de Dario Villalba… 

— Efectivamente es un artista fundamental en la galería. Con él hemos trabajado más de quince años y podemos afirmar sin equivocarnos que es uno de los artistas más importantes de su generación. Abrió puertas para entender el uso de la fotografía como técnica artística, la mezcla imposible de medios y sobre todo la fuerza con que presentó su pulsión vital y la denuncia social. Este año la Sala Alcalá 31 de Madrid le dedica un bonito homenaje a su carrera, tras su fallecimiento. Hasta finales de julio de 2019 podremos asistir a una trayectoria radical que espero que no deje indiferente a nadie.

—  Hablemos de los nuevos talentos descubiertos en México. Del talento mexicano, de los artistas sudamericanos, norteamericanos, internacionales...

— Ahora mismo tenemos en la galería una exposición individual de Omero Leyva, sin duda uno de los descubrimientos. Pero para mí, no han sido solo los artistas sino la calidad humana de los amantes del arte que he encontrado en esta ciudad lo que me ha hecho sentirme contento con la decisión de mudarme aquí.

— ¿Hacia dónde va el mundo del arte? ¿Qué idioma habla? ¿Cómo se lleva con las nuevas tecnologías: realidad virtual, realidad aumentada...? 

— Solo puedo decir que el arte está mucho más profesionalizado que cuando yo empecé. Millares de ferias, artistas, galerías, curators y museos. Antes estábamos más solos, era todo más arriesgado, pero por otro lado no había tanta competencia. Estos son tiempos buenos para el arte, en inglés, español, francés, chino...

— Una pregunta-reflexión: hay una idea recurrente de que las galerías de arte son grandes incomprendidas por el público mayoritario. Su hija Olga opina que tanto los artistas, las galerías como el coleccionismo se están profesionalizando. ¿Cree que el público, en general, se acerca más a las galerías de arte que hace diez años o menos?

— En México creo que, en general, hay interés por la cultura y eso se ve reflejado en la afluencia de público a los museos y galerías y sobre todo, lo más importante, hay sensibilidad por colaborar en la subsistencia de los artistas. Los buenos coleccionistas no dudan en adquirir obras para apoyar la trayectoria de un artista... Ese entusiasmo hace falta en València, sin duda.

— Tres galerías de arte referentes internacionalmente. Tres artistas emergentes.Tres ciudades o países que lo estén haciendo bien. Sus ferias favoritas…

— Si hablo de galerías, de México destacaría Kurimanzutto. De España, me gustaría pensar que mi hija lo está haciendo muy bien [se ríe] y una galería que admiro desde siempre es Giorgio Persano, en Torino. Como artista destaco solo a Rubén Guerrero porque trabaja con las dos galerías y estos últimos cinco años han sido un momento muy dulce y de madurez. El que conoce sus obras se enamora, son adictivas. Países, tengo que decir que ahora mismo me fascina México y mis ferias favoritas son Zona Maco y Arco pero reconozco que todas las ferias de un cierto nivel son interesantes. Eso sí, hay que ir con cierto conocimiento para que sirva la visita. Siempre es preferible comenzar visitando galerías.

— ¿Cómo saber si una persona puede llegar a ser un coleccionista de arte?

— Por su entusiasmo. 

— La obra más apreciada de su colección personal.

— Un dibujo de James Lee Byars dedicado a mí en el que está escrito en clave: «Por favor, Luis, enséñame a morir», justo cuando le detectaron cáncer. Una obra epitafio que compartió conmigo. 

— ¿Recibe la visita de amigos valencianos? 

— Sí. Recibo visitas de amigos queridos como Vicente Vilella, Francisco Martínez Boluda y Juan Añón, entre otros.

— ¿Luis Adelantado ya es casi mexicano? 

— Sí, así me siento. 

* Este artículo se publicó en el número 55 de la revista Plaza

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