El artista valenciano Luis Galbis se atreve con la pintura en Antes que nada, una muestra que se expone en Lanevera Gallery a partir del 27 de abril y a través de la cual el ilustrador redescubre la pintura
VALÈNCIA. Procrastinar, ese placer culpable que a cualquiera enerva y a la vez encanta. A veces sale algo útil de esta acción, nuevas aficiones, muchos saberes inútiles pero que pueden hacer que uno se luzca en el Trivial y a veces hasta un descanso, aunque siempre se obvie la tarea principal. En este caso la muestra Antes que nada nace de esta misma acción, pero de una forma mucho más artística y peculiar. Explica Luis Galbis que la exposición surge “casi por casualidad”, en un impulso de pintar de una forma inconsciente y a la vez lúdica, y sin pretensiones: “Antes que nada es una expresión que indica qué es lo que se va a hacer primero, qué es lo que se considera como más importante. Quizá pintar, o ponerse a pintar si no vives de ello, no es lo más útil y prioritario pero tal vez ahí es donde reside su importancia”, explica.
La exposición surge de esta misma manera lúdica. El ilustrador explica que todo nace en el momento en el que se entretiene "un rato" tras las clases de dibujo y pintura que imparte en Mislata. Al terminar las clases comenzó a coger la pintura sobrante de las alumnas se puso a crear: “Poco a poco fui pintando cuadros casi sin darme cuenta. Yo no soy pintor, me da mucho respeto autoproclamanme, mis nociones de Bellas Artes siempre se han enfocado a la ilustración”, aclara, “me daba mucha rabia que se quedara pintura sin usar, y un día cogí un lienzo y poco a poco me enganché a pintar”. Su trabajo, llevado desde la calma, es lo que le permite hacerlo sin pretensiones y perdiendo el miedo a la pintura de caballete. Una vez contó con el encargo de la exposición si que comenzó a contemplar parte de lo que le rodeaba para mostrarlo, de hecho algunos de sus bodegones (que ahora dibuja) ya los había recreado en tela o en otros formatos.
“Me gusta mucho la idea de usar las mismas imágenes y cambiar el formato. Me encanta tocar técnicas, y ver como la imagen se va transformando”, con este modus operandi no teme en pintar algo que hiciera en cerámica, por ejemplo. Por esta manera de trabajar Antes que nada muestra realmente diversas temáticas que se comprenden desde diferentes líneas. “Al crear pensaba más en el color y el personaje, pero casi sin quererlo me encontraba con una temática. A partir de ahí empecé a dibujar una serie de bebedores, que es una de las líneas que se puede ver. A su vez este bebedor encaja también con los bodegones, que en parte es lo que enseño en mis clases”, comenta con tono divertido.
En sí el título de la muestra ya comprende una procrastinación, Antes que nada expresa para Galbis ese momento en el que se dedica a la pintura cuando realmente tendría que estar esforzándose más de cara a encargos relacionados con el mundo de la ilustración: “Creo que debería estar esforzándome en buscar clientes, en ponerme a trabajar en cosas para vivir de la ilustración, pero a la vez tuve una procrastinación aprovechada”. Otra inspiración para el título vino a través de los propios estudios de Galbis, graduado en Bellas Artes: “He hecho una especie de camino inverso. Primero yo estaba muy centrado en Escultura, y después de ese ciclo pasé a Bellas Artes. Nunca había pintado al óleo, de hecho nada más llegar a la carrera me dejé pintura, porque se me daba fatal y no sabía como se hacía [ríe] notaba que no avanzaba".
Más tarde se fue al dibujo, ilustración y diseño y poco a poco fue incorporando de alguna manera "la pintura a sus ilustraciones". Rompiendo en cierto modo con el orden del sistema el ilustrador -y también artista- descubre el óleo y se sorprende a sí mismo como artista, en un momento en el que supera ese miedo o respeto que le tiene a la pintura: “Conozco tantos pintores que tienen una relación intensa con la pintura que me da cierto respeto. Me quedo con haberlo pasado bien pintando y haber creado esto”, concluye. En si este artículo puede resultar para el lector una forma de procrastinación, tal vez bien aprovechada como la de Galbis con los botes de pintura. Animamos a que quien se encuentre tras la pantalla aproveche este momento de lectura y placer Antes de nada ni de ponerse con los pesados (y tal vez necesarios) quehaceres.