VALÈNCIA. "Nuestro objetivo a largo plazo es ser el mayor productor de algodón sin utilizar el suelo". Así lo apunta David René, cofundador de Mediterranean Agro Technologies (Magtech), compañía valenciana que se ha lanzado a la producción de algodón con cultivos hidropónicos - a partir de agua y nutrientes- y que eliminan de la ecuación el uso de la tierra para llevarlo a invernaderos.
Un cultivo que cuenta con la confianza de grandes marcas, como la británica Burberry, quien ha elegido a la compañía valenciana dentro de su estrategia de innovación. "Este ensayo en curso nos ayudará a comprender cómo cultivar y obtener el mismo algodón de alta calidad, mientras que el proceso de cultivo conserva el agua y minimiza el uso de la tierra", señalaba la marca en un comunicado, que se suma a otras grandes enseñas que, por el momento, permanecen en el anonimato por cuestión de confidencialidad, pero que se reparten por Suiza, Francia, Suecia e Italia.
René, quien lleva una década trabajando en la industria textil y en la que ha vivido en Túnez o Bangladesh, explica cómo se podía llegar a consumir en torno a 3.000 kilos de algodón diario en una compañía de confección mediana. "Esto son tres hectáreas de cultivo. Todos los días se consumían tres campos de fútbol de algodón", recuerda. Sumado a problemáticas con certificados e importaciones, el cofundador de Magtech se replanteó el impacto del cultivo en el medio ambiente y abordó la cuestión con la compañía en la que trabajaba, quien le dio vía libre para buscar soluciones.
Tras ver que los agricultores se encontraban con problemas como el relevo generacional, los precios, el agua o la oportunidad de poner otros cultivos en sus tierras, decidió buscar una alternativa. Fue entonces cuando inició su relación con el CSIC, donde le hablaron de la tecnología de cultivo sin suelo. "Empezamos a hacer las primeras pruebas con el CEBAS-CSIC para responder a la pregunta de, ¿se puede cultivar algodón sin suelo?", señala. "Es una tecnología que tiene 40 años, pero que se utiliza para cultivar tomates, pepinos o lechugas. Así que la respuesta era un sí", recuerda.
"En esa primera aproximación, pasamos del rendimiento de una planta en el campo de 20 o 30 gramos y con una vida útil de 150 días, a 1.025 gramos. Y, en el 2022, llegamos a 1.250 gramos con plantas que no sabemos hasta cuándo pueden durar", señala. Actualmente, la compañía cuenta con plantaciones de 2.000 metros cuadrados de laboratorio en las instalaciones del CSIC de Santomera, en Murcia, y otros 11.500 metros cuadrados en Bolbaite, en Valencia, donde ya cultivan las variedades de las pruebas fructíferas.
La empresa, que ya provee a varias compañías textiles en Europa, está en negociaciones con varias marcas en EEUU, tanto en Nueva York como California, y también con una marca de lujo de Australia. La compañía reproduce el cotizado algodón Sea Island que utilizan marcas premium para sus confecciones. "Hemos entendido la nutrición de la planta. y cómo se comporta en un entorno controlado", señala René.
La compañía también está inmersa en un proceso de robotización de los cultivos junto al Institut de Robòtica i Informàtica Industrial, CSIC-UPC, tecnología con la que esperan aligerar el coste de estas plantaciones. Ahora, avanzan con su plan desde Lanzadera, donde entraron hace dos años con una idea para la que tampoco buscan financiación, ya que las marcas han decidido apostar por el producto y avanzar junto a ellos.
Magtech también ha llevado sus pruebas a Canarias, donde esperan poder aprovechar la mayor cantidad de horas de sol y el calor. Mientras, entre sus planes está, en un futuro, no usar agua potable. "En el cabildo se está trabajando el uso de agua salobre y el algodón lo resiste".