Malestar y confusión en los departamentos con la selección de personal para la gratificación covid

VALÈNCIA. La gratificación a los profesionales sanitarios y socio-sanitarios por combatir en "primera línea" la crisis del coronavirus lleva camino de convertirse en un problema para los departamentos de salud. Y es que, no todos los profesionales de la sanidad pública valenciana que han trabajado durante el estado de alarma –del 14 de marzo al 21 de junio– optarán a esta compensación, sino que serán aquellos que estuvieron de "forma directa, efectiva y presencial en las labores de gestión o cuidados a las personas afectadas por la pandemia. 

Desde la Conselleria de Sanidad dejaron en manos de los departamentos de salud y los centros, a través de la comisión de dirección, la adaptación de los criterios generales propuestos en función de su estructura y características de la plantilla. Una decisión que podría terminar con decisiones un tanto subjetivas a la hora de aplicar quién sí y quién no quedará fuera de esta compensación. De hecho, desde las direcciones de los departamentos, ante la falta de instrucciones, están tomando decisiones dispares y apuntan a la confusión a la hora de hacer el cribado. 

En algunos departamentos, según explican fuentes sindicales, se ha preguntado a los jefes de servicios qué trabajadores se habían involucrado más, cuestión que ha creado tensión en los encargados de tomar la decisión. "Hay bastantes rumores y el malestar es general, se crean rencillas y desmotivación por algo que debía ser gratificante", explican. 

En algunos hospitales no se han incluido a informáticos, celadores, auxiliares administrativos o mantenimiento y en otros se ha pedido por escrito a la Conselleria de Sanidad que les expliquen cómo se va a hacer y con qué criterios al considerar las instrucciones del departamento de Ana Barceló "ambiguas". Mientras, otras áreas ya han mandado los listados de estos profesionales a la conselleria. 

Sanidad elaboró una memoria económica

Desde la subsecretaría, liderada por Mónica Almiñana, elaboraron una memoria económica fechada en el 11 de noviembre donde se establecía una estimación en la que el número de personal que había trabajado en algún momento de la pandemia era de 80.298 personas. Para establecer los cálculos, han contado con el 100% de los profesionales de las especialidades médicas y un 70% de plantilla de personal de enfermería y otros profesionales. 

En el ámbito de la atención especializada, se tuvieron en cuenta profesionales de críticos, urgencias, neumología, medicina interna, microbiología, medicina preventiva, técnicos de servicio de radiología, servicio de riesgos laborales y servicio de emergencias sanitarias. También todos aquellos profesionales afectados por movilidad funcional con destino a las citadas unidades. 

Mientras, en Atención Primaria se consideraron todos los profesionales con sobrecarga de trabajo relacionado con la atención directa provocada por la pandemia y que hayan prestado directamente apoyo a las residencias sociosanitarias. En el caso de Salud Pública consideraron todo el personal de perfil médico y de enfermería y el 70% del resto de personal. En el caso de servicios centrales también se contempló el 70% del personal administrativo.

Gratificación escalonada

Una de las cuestiones que se trataron en la última mesa sectorial para abordar la cuestión fue la de si las gratificaciones deberían ser o no ser lineales. Y es que en un primero momento la Conselleria de Sanidad entendió que debían hacerse escalonadas variando el precio de las horas dependiendo de las categorías.

"La retribución extraordinaria se percibirá en un devengo único, que guardará proporcionalidad con el tiempo de trabajo presencial, y que al efecto de esta memoria se ha medido además en días y categoría profesional, aplicando una determinada cantidad/día/categoría aproximada", señalaba ese borrador. En el caso del personal facultativo y médico se establece 10 euros por día, 8 para enfermeros mientras que otros profesionales tendrían 7 euros por día.