Las reuniones de los bancos centrales de EE UU y Reino Unido junto a los datos del paro americano deberían mover los mercados, según el director de Riesgos de Ebury, que analiza las principales divisas
MADRID. Una semana inusualmente tranquila en términos de decisiones políticas y noticias económicas situó la atención de los mercados en otro frente. En concreto, el mercado de divisas reaccionó al creciente apetito por el riesgo de los mercados financieros. Las esperanzas de que los recortes fiscales de Trump puedan suponer una ganancia adicional para los índices bursátiles estadounidense causaron el alza en los mercados.
En concreto, el índice Dow Jones rompió con rotundidad la barrera psicológica de los 20.000 puntos. Los cruces de divisas del G10 se negociaron en rangos ajustados, con la excepción de la libra esterlina que se negoció al alza junto con las divisas de los mercados emergentes. Esta correlación positiva entre la libra y las divisas de mercados emergentes con más riesgo merece ser tenida en cuenta.
El peso mexicano fue el gran protagonista la semana pasada, apreciándose a pesar del aumento en la conflictividad entre la política de la administración de México y la de Trump. Parece que los mercados de divisas dan por descontado el peor escenario respecto a las posibles rupturas implícitas en la política comercial entre México y EE UU. De hecho, el peso continúa un 13% depreciado desde las elecciones estadounidenses.
Esta semana el calendario económico contiene más fechas relevantes. Este miércoles se reúne la Reserva Federal, seguida del Banco de Inglaterra, el jueves. Por último, el viernes conoceremos el informe del mercado laboral de EE UU, por lo que se atisba una semana con elevada volatilidad.
El PIB del cuarto trimestre será el único dato que conoceremos esta semana en la Eurozona. Esperamos que la cifra se encuentre en un rango cercano al 0,5% intertrimestral, mejorando las expectativas en un 0,1% y aportando una nueva sorpresa positiva para la zona euro. No obstante, se trata de un indicador con una capacidad limitada de impactar en los mercados. Esperamos que la cotización del euro se vea mucho más influida esta semana por los acontecimientos que se produzcan al otro lado del Atlántico, incluyendo la reunión de la Reserva Federal de febrero y el informe laboral de Estados Unidos, que se publicará el viernes.
El fuerte repunte de la libra, desde el mínimo de mediados de enero, ha venido impulsado por una combinación de infravaloración de la divisa, excesivo sentimiento bajista y un incremento generalizado del apetito por el riesgo en los mercados financieros. La verdadera prueba para esta tendencia alcista llegará el jueves, cuando se celebre la reunión de febrero del Banco de Inglaterra. Esta cita robará temporalmente el protagonismo al Brexit. Esperamos que las perspectivas de inflación se revisen al alza significativamente y que se produzca una retórica más agresiva por parte del Comité de Política Monetaria. Si continúa el tono positivo general de los mercados, podríamos encontrarnos con nuevos rallies de la libra a corto plazo.
El cuarto informe trimestral sobre crecimiento del PIB, publicado la semana pasada, estuvo por debajo de las expectativas (un 1,9%) lastrado por un déficit comercial mayor del esperado. Más importante que este indicador será la reunión del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC), este jueves. No se producirá un cambio significativo de la política monetaria ni habrá novedades en las expectativas de subida de tipos, las cuales vienen reflejadas en el famoso gráfico de puntos ('dot plots'), no obstante, el tono reciente de los decisores políticos de la Fed ha sido bastante agresivo. Esperamos ver una mejora respecto a las perspectivas de inflación y las relativas al mercado laboral en la declaración de la Reserva Federal. Parece que esta postura agresiva no ha sido totalmente descontada por el mercado, con lo cual se podría producir un apreciación significativa del dólar en la segunda mitad de la semana.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury
Informe elaborado por Enrique Díaz-Alvarez, Matthew Ryan, Roman Ziruk e Itsaso Apezteguia