Foto: MARGA FERRERVALÈNCIA. La inversión en parques fotovoltaicos se encuentra en un momento de dinamismo en la Comunitat Valenciana por el retraso que arrastra la autonomía frente a otros territorios de España. Y es que, aunque son varios los proyectos que se promueven en estos momentos, no lo son tantos los que reciben la autorización necesaria para empezar su construcción. De hecho, en los últimos cinco años únicamente se han levantado instalaciones para 59 MW en la Comunitat Valenciana frente a los 2.071MW instalados en Castilla-La Mancha, según datos de la patronal Avaesen. Una situación que el empresario del sector Marcos Lacruz quiere revertir.
Para ello, el también presidente de la Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía, ha constituido varias sociedades con el fin de promover más desarrollos en tierras valencianas y acabar con el déficit actual. Y más ante la necesidad que hay en el mercado dada la coyuntura de escalada del precio de la energía y el objetivo de Bruselas de lograr una menor dependencia del gas ruso. Su objetivo es claro: alcanzar en 2024 los 350 MW de energía solar en la autonomía.
En concreto, esta pasada semana el Boletín Oficial del Registro Mercantil publicaba la creación de tres firmas: PromonRG Tierra SL; PromonRG Venus SL; y PromonRG Mercurio SL, dedicadas a "la promoción, diseño, construcción, explotación y comercialización de todo tipo de instalaciones de generación de energía". Todas ellas controladas por Energy Investment and Consultancy, compañía dirigida por Lacruz.
"Estamos creando varias sociedades para el desarrollo de nuevos proyectos fotovoltaicos para alcanzar los 350 MW en la Comunitat Valenciana entre 2023 y 2024. Por tanto, iremos constituyendo nuevas firmas para conseguir ese objetivo", explica. Por el momento, no tienen ningún desarrollo concreto para estas nuevas sociedades, pero están analizando nuevas oportunidades para lanzar al mercado.
No obstante, apunta que la intención es desarrollar parques fotovoltaicos con una potencia estimada inferior a los 50 MW -aquellos cuya tramitación dependen del Ministerio-, y que oscilen entre los 5 y 30 MW. Todos ellos promovidos en la autonomía valenciana para acelerar su transición energética.
De hecho, en estos momentos el empresario tiene ya en marcha, a la espera de la autorización permanente, tres proyectos que suman 85 MW y cuya aprobación prevé que llegue en octubre para poder iniciar las obras. Hace unos meses su firma NRG Investment obtenía los permisos necesarios para arrancar las obras de su parque solar en Sant Jordi. Una instalación en la que la compañía invertirá 16 millones de euros.
Se trata de la planta fotovoltaica más importante proyectada hasta el momento en la provincia de Castellón, con una potencia nominal instalada de 23,7 megavatios (se instalarán unas 50.000 placas solares), lo que permitiría abastecer a 8.500 hogares gracias a los 37.000 megavatios/hora al año que será capaz de generar.
Además, Lacruz es el impulso de la empresa Silicon Valen, que trabaja en la puesta en marcha de una gran factoría con varias plantas para la fabricación de paneles solares. Un 'macroproyecto', con una inversión prevista de 500 millones de euros, que comprende desde la purificación del silicio hasta la fabricación de las células y módulos fotovoltaicos. Y, todo ello, para acabar con la fuerte dependencia del mercado chino.
Un proyecto que lleva a cabo junto a los hermanos Antonio y Gonzalo Navarro, propietarios de la extinta Siliken; y el consultor Manuel Argüelles, y que recientemente ha recibido una subvención de la Conselleria de Economía de 362.215,92 euros. Una ayuda que destinará para la adquisición de la maquinaria y bienes de equipo necesarios para la puesta en marcha de una fábrica de paneles solares, la primera fase del proyecto.
Los siguientes hitos, ya a medio plazo, pasan por el montaje de otras tres plantas enfocadas a la producción del silicio y el resto del proceso de ensamblaje de los módulos de los paneles. De esta forma, la empresa aspira a abordar todo el sistema de fabricación en un momento en el que la demanda está disparada y la tensión geopolítica va in crecendo.
