María José Catalá, la sucesora de Rita Barberá que recobra para el PP el centro de València

VALÈNCIA (EFE). Al segundo intento y a sus 42 años, la candidata del PP a la alcaldía de València, María José Catalá, ha logrado la victoria en las elecciones municipales de este 28 de mayo para su partido, que podrá recuperar el cetro de la tercera ciudad más poblada de España, ostentado por Rita Barberá de 1991 a 2015.

Catalá destrona así al dirigente de Compromís Joan Ribó tras ocho años como alcalde y recobra una plaza simbólica que se había convertido en estas elecciones municipales en una 'joya de la corona' ambicionada por todos los partidos, donde quiere ser una alcaldesa atenta a "lo pequeño" que ambiciona "lo grande".

Esta doctora en Derecho que llegó a la política casi por casualidad -no hay antecedentes en su familia y le propusieron ir en unas listas en la consulta del dentista- llega así al culmen de una carrera pública en la que despuntó cuando, con solo 26 años, se convirtió contra pronóstico en alcaldesa de Torrent por mayoría absoluta, feudo socialista del 'cinturón rojo' de València.

Con 30 años, y tras una breve etapa como diputada nacional, el entonces president de la Generalitat, Alberto Fabra, fichó en 2011 a la alcaldesa de este municipio de más de 80.000 habitantes que había revalidado la vara de mando como consellera de Educación y Empleo, cargo al que sumó tres años después el de portavoz del Ejecutivo valenciano.

Cuando el PP perdió las elecciones autonómicas de 2015 y pasó a la oposición en Les Corts tras dos décadas de hegemonía popular, ejerció como portavoz adjunta del grupo popular, donde se significó por sus críticas a la gestión de Mónica Oltra al frente de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas.

En las elecciones municipales de 2019 fue la candidata del PP a la alcaldía de València, en las que el partido mantuvo el tipo -perdió dos ediles pero consideró que ya había pasado “lo peor” y solo quedaba crecer- y compaginó la portavocía del grupo municipal con el escaño en Les Corts.

Después de que Pablo Casado defenestrara a mediados de 2021 a Isabel Bonig de la presidencia del PPCV, Catalá se convirtió en la secretaria general del partido, síndica en Les Corts y "fiel escudera" según sus palabras del nuevo presidente, Carlos Mazón, con quien desde entonces ha hecho un estrecho tándem.

También presidenta del PP en la ciudad de València, en las elecciones autonómicas de este domingo ha sido la cabeza de lista de su partido por la provincia de Valencia -Mazón ha sido el 1 por Alicante-, manteniendo la "tradición" de Barberá de tener presencia en ambas instituciones.

Con la victoria de Catalá el PP pone fin a una travesía del desierto que comenzó en 2015 con la derrota electoral de Barberá, a quien se ha comprometido a nombrar alcaldesa honoraria y a bautizar con su nombre el Puente de las flores, dentro de la reivindicación de un legado del que el partido se apartó cuando fue imputada pero defiende desde que falleció.

Catalá practica la natación y el pilates, toca el oboe, tiene por libro de cabecera el 'Breviario para políticos" del cardenal Mazarino, le gusta evadirse en Asturias o en la isla de El Hierro, es accionista del Valencia CF y lo mismo escucha a Serrat que a Love of Lesbian o Bon Jovi.

Embarazada de ocho meses de su segundo hijo, que llegará con la vara de mando bajo el brazo y que ha tenido preocupado a su equipo por si se ponía de parto antes de hora, posiblemente cogerá una baja de maternidad reducida, pues asegura que su intención es "volcarse rápidamente" en una ciudad para la que ofrece una “segunda transformación” tras la que hizo Barberá.