La directora también está preparando un musical de animación sobre el referente del rock progresivo Robert Wyatt
VALÈNCIA. Cada vez que la directora de animación María Trenor termina una película, se dice a sí misma que es la última. La pega es que si bien sus películas son agotadoras por minuciosas y exhaustivas en su documentación, también son personales, de forma que en cuanto vuelve a desperezarse su curiosidad, la valenciana repite y se contradice a sí misma. Su penúltimo proyecto ha sido el cortometraje documental ¿Dónde estabas tú?, todavía inédito, pero ya trabaja en su salto al largo.
¿Dónde estabas tú? es una reflexión animada sobre la realidad universal y transversal de la violencia machista. Los testimonios de tres supervivientes del maltrato de género radicadas en València, Maputo y Manila se alternan para plasmar que hay más aspectos compartidos ente las mujeres que diferencias.
El título remite a ese común denominador, en palabras de la realizadora, “da igual el lugar geográfico, porque sus historias son muy similares”. Y también interpela al espectador, “preguntándole dónde estaba mientras sucedían estos hechos, invitándole a que actúe”.
Becada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Trenor realizó un estudio de campo en España, Mozambique y Filipinas. Su objetivo era hacer un trabajo de esperanza y no regodearse en la violencia. Para plasmar la intimidad de sus retratadas, fue asesorada por una psicóloga del Centro Mujer de València.
La pieza traza un paralelismo entre el espíritu de renovación de las Fallas y el comienzo de una nueva vida tras liberarse del maltrato. Durante la preparación del storyboard, la ilustradora y dibujante visitó con su cámara de fotos el barrio de El Cabanyal, donde ha ambientado el primero de los testimonios. Era marzo y los ninots le saltaron al paso. “El sentido original de estas fiestas era representar los aspectos negativos, quemarlos y empezar de nuevo tras el fuego, así que lo tomé en su significado ancestral y me ha servido de recurso visual”, comenta Trenor.
En el apartado contextualizado en Maputo, también recrea una tradición artesana, la de las capulanas, unas telas multicolores de forma rectangular presentes en todas las etapas vitales de las mozambiqueñas.
“Las mujeres las utilizan mucho, tanto de falda, como para llevar a los bebés y para amortiguar la dureza de lo que sostienen sobre la cabeza. Quería representar sus vivencias con elementos visuales muy cotidianos de su cultura y de su entorno”, razona la creadora, que ha hecho una excepción en Manila, donde en lugar de servirse de algún guiño a las tradiciones, ha retratado a la protagonista de su tercer fragmento en la oficina de una multinacional.
Su objetivo era deshacer prejuicios: “En Filipinas hay muchas desigualdades, pero quería eliminar el mito de que las mujeres que sufren violencia de género sólo son las de un extracto socioeconómico bajo”.
La pieza es la tercera realizada por esta licenciada en Bellas Artes. La precedieron los cortos ¿Con qué la lavaré? (2003), ganador de hasta 14 premios en muestras de cine nacionales e internacionales, y Exlibris, un poema visual en homenaje a la lectura que fue nominado al Goya.
Con ¿Dónde estabas tú? listo para arrancar su carrera en festivales, María Trenor perfila una nueva propuesta. La presentó esta semana pasada en el foro de animación europea Cartoon Movie, celebrado del 3 al 5 de marzo en Burdeos, y donde los participantes exponen sus proyectos para llegar a acuerdos de coproducción.
Su ópera prima se titulará como el álbum de Robert Wyatt Rock Bottom, y pretende ser un homenaje al que fuera cantante y batería de los grupos de los setenta Soft Machine y Matching Mole.
La película se ha planteado como un musical y se surtirá de las letras de un disco considerado obra maestra. La trama se basará libremente en un episodio vital de que cambió la vida de este referente del rock progresivo para siempre: su caída al vacío el 1 de junio de 1973 desde un cuarto piso, lo que le supuso una paraplejía que lo paralizó de cintura para abajo, y por tanto, lo incapacitó para tocar el que hasta entonces había sido su instrumento musical.
“Por aquel entonces, era tan famoso como los Pink Floyd. Entre sus amigos, se encontraba el escritor Robert Graves, el músico Mike Oldfield y el magnate Richard Branson, impulsor de la marca Virgin. Y cuando sufrió el accidente, en vez de venirse abajo, se superó a sí mismo y creó un álbum que remontó su carrera artística. Rock Bottom es considerado uno de los discos más importantes del siglo XX, y entre sus fans incondicionales se han encontrado David Bowie, Björk y Brian Eno”, detalla la creadora, que alterna sus películas con su trabajo como profesora de Medios Audiovisuales en la Escuela Superior de Arte y Diseño de València.
La película que prepara amplia el foco de atención a la mujer de Wyatt, la ilustradora Alfreda Benge, Alfie, quien permaneció a su lado después del accidente. “Su historia de amor es una montaña rusa emocional, porque él tenía problemas de alcoholismo y vivieron una relación tan creativa como autodestructiva, pero la caída dio un vuelco a sus vidas”, explica Trenor.
La cineasta conoció a la pareja de la mano de un amigo que era “súper fan” de la música del icono del Sonido Canterbury, escena de finales de los sesenta que comprende a grupos de jazz fusión, rock y psicodelia.
“No conocí la música de Robert Wyatt en mi adolescencia, sino ya de mayor, en una visita en 2014 a su casa de Louth, donde quedé fascinada. Es una persona muy especial, con un enorme carisma, que ha vivido al máximo y, sin embargo, no está de vuelta de todo. Cuando lo visité pensé que de haberlo conocido de joven, seguro que me hubiera enamorado de él”, confía cándidamente la dibujante.
La trama transcurrirá en tres escenarios, Deià, Nueva York y Wiltshire, condado de Inglaterra donde se grabó Rock Bottom.
Por su parte, la estancia de Wyatt en las Baleares forma parte de un fenómeno contradictorio de los últimos coletazos del franquismo: “La dictadura pretendía ser abierta, así que permitió la concentración en Mallorca de una comunidad contracultural en los años setenta. Un grupo de hippies desnudos no eran una amenaza para el régimen”.
El azul marcará la paleta cromática del largometraje. “Es un color que me representa, ya abundé en él en mi corto de debut ¿Con qué la lavaré?”, recuerda la ilustradora.
Más allá de su querencia por este tono y de que el uso del azul sea coherente con la ambientación en Mallorca, donde prepara muchas escenas marinas y submarinas, Trenor también quiere realizar un tributo a Benge, que fue letrista en Rock Bottom e ilustró las portadas del vinilo, con una escena bajo el mar, y el CD, donde un personaje se sumerge en el agua.