Marina Sur tiene fecha de caducidad: València sigue buscando recinto para grandes conciertos

VALÈNCIA. Siguen cayendo las ya de por sí pocas opciones que tienen las promotoras para realizar conciertos y festivales de grandes aforos en la ciudad de València. La preocupación del sector por unas posibilidades que se pueden contar con los dedos de una mano va aumentando estos meses porque los dos principales escenarios están cayendo. Como ya adelantó este diario la semana pasada, la Ciutat de Les Arts i Les Ciències estudia limitar el uso de su recinto para citas musicales durante los meses de julio y agosto a partir del año que viene, lo que afectaría de lleno a dos de las grandes apuestas de esta temporada: Big Sound y Diversity.

De un tiempo a esta parte, sobre todo a partir de la pandemia, las promotoras se han ido apoyando más en el Auditorio Marina Sur, un recinto con un aforo aproximado de 15.000 personas. De hecho, este mismo verano, están programados en el espacio tres de las citas musicales más multitudinarias de los próximos meses: el concierto de Rosalía, el de Simply Red y el de Bryan Adams. Frente a la subida de tasas de CACSA y con la fácil adaptación de las medidas sanitarias por parte de La Marina ha reivindicado este espacio como la mejor posibilidad para este tipos de citas.

Pero de un tiempo a esta parte, la organización de giras se ha complicado porque —según han confirmado fuentes oficiales de La Marina—, el conocido como Auditorio Marina Sur ni es auditorio oficialmente ni está previsto que sea un recinto musical a largo plazo. El plan estratégico del recinto prevé para ese espacio un varadero industrial a través de una concesión administrativa. Forma parte del objetivo de posicionarse como sede de la náutica industrial.

El Consorcio ha trasladado a las empresas promotoras que no se pueden comprometer a acoger sus propuestas a partir de 2023, sabiendo que la intención es la de la transformación del espacio. Ya ocurrió a principios de año, cuando cabía la posibilidad de acoger la Copa América, que hubiera requerido ese espacio. Entonces, la Administración dio como fecha de caducidad  el 31 de agosto, si bien al no realizarse finalmente se ha ampliado cuatro meses.

Si bien no está definido el final del Auditorio Marina Sur como espacio musical, lo que está claro es que lo tiene. Las prórrogas alargan la posibilidad de seguir haciendo conciertos, pero las giras internacionales y los festivales necesitan de una previsión mucho mayor de la que ofrece actualmente La Marina.

Haciendo una analogía, el Auditorio Marina Sur ha sido utilizado como un terreno comprado para una casa cuya construcción no ha empezado, y mientras tanto, los coches aprovechan para estacionar por falta de aparcamiento en la ciudad. En el momento en el que quieran entrar las grúas, ese espacio se perderá.

Los festivales viven con preocupación la falta de espacios

La cascada de noticias dibujan una temporada 2023 complicada para los festivales y los grandes conciertos. Como analizaba este diario hace unas semanas, València ha multiplicado la presencia de festivales urbanos, que hace tan solo una década no tenían una presencia notable. Ahora,  el sector va más rápido que la administración y la ciudad, y desde las promotoras se habla de la “oportunidad perdida” de València para posicionarse en el mapa de la música en directo internacional: “tenemos una red de empresas maduras y preparadas para dar el salto, pero sin implicación y colaboración de la ciudad y sus administraciones es imposible”, afirmaba la semana pasada tajante Sergi Almiñana, presidente de MúsicaPROCV. “Sabemos de primera mano que operadores han buscado sitios en València para traer giras internacionales muy potentes y que no han podido concretar nada”, añade.

Las mismas promotoras advierten que el Casal España Arena de València no es la tierra prometida: “resolverá en parte, sin duda, pero a partir de mayo, la gente busca recintos al aire libre, además que el recinto tendrá otra programación con la que luchar por la agenda”.

El modelo que persiguen es el de Benicàssim y su recinto de festivales, que alberga citas como FIB, Rototom o SanSan, y que el Ayuntamiento quiere potenciar. Un terreno asfaltado preparado todo el año para estas citas musicales que permiten una logística ‘ad hoc’.