El veterano director italiano adapta la novela del mismo nombre de Ermanno Rea, que cuenta con la soberbia interpretación de Pierfrancesco Favino como protagonista
VALÈNCIA. Mario Martone se incorpora a la competición por la Palmera de Oro de la Mostra de València con 'Nostalgia', cinta con la que ya participó a concurso en el pasado Festival de Cannes. No lo hacía desde 1995 con 'El amor molesto', y, curiosamente, aquella era una historia de una mujer que peregrinaba por Nápoles mirando al pasado y en esta el peregrinaje por la misma ciudad lo emprende un hombre, también muy marcado por el pasado.
Se trata de la adaptación de la novela del mismo nombre del escritor local Ermanno Rea y protagonizada por un soberbio Pierfrancesco Favino, al que se conoció internacionalmente por su papel en 'El traidor', de Marco Bellocchio. En la trama, Felice Lasco (Favino) vuelve a Nápoles, ciudad que había abandonado a los 15 años para emigrar a Oriente Medio y ahora, en la cincuentena, ya ni siquiera habla bien el italiano, para cuidar a su madre anciana que se encuentra en un gran estado de abandono. La nostalgia, claro, le invade, y no siempre en un sentido positivo: "Nuestro pasado, o el pasado de cualquiera, no es una línea recta. Es un laberinto donde has tenido tus encuentros, tanto buenos como malos, donde has dicho algunas cosas que no deberías haber dicho... Si miras hacia adentro y piensas en cómo todo está tan entrelazado, tal vez signifique que has logrado salir del pasado, ir más allá. Pero existen vocecitas que te llaman de vez en cuando para volver a entrar en ese laberinto. Este intento de entender quién eres y dónde empezó todo puede ser peligroso", asegura el director.
Lo que sí constata la cinta es que el estado físico de los barrios napolitanos durante esos 40 años es prácticamente el mismo. También sigue muy presente el poder de la mafia y la Iglesia, como reconoce Martone: Tratamos de sustituir la palabra Camorra e Iglesia, por las palabras el crimen y a Dios, e inmediatamente esto hace que se cambie de punto de vista. Por supuesto que existen ambas, como también existe la situación social del pueblo de Nápoles, pero quería hacer una película que apuntara más lejos. Quise conservar esa crítica política que también está en el libro. No vemos al Estado involucrado, no hay presencia de la policía, existe la sensación real de una población abandonada".
Además del factor sociológico, la cinta indaga en las relaciones familiares, especialmente en la de la madre anciana y el hijo después de tanto tiempo sin verse, con secuencias especialmente conmovedoras gracias a la presencia de la veterana actriz Aurora Quattrocchi: "Fue una de las razones por las que quería hacer esta película, en realidad -continúa Martone-. Me dejé guiar por los recuerdos, por los sentimientos, por el recuerdo de mi propia madre. Pero también era fundamental poder contar con un actor como Pierfrancesco Favino. Necesitabas a alguien que realmente pudiera tocar a su anciana madre de esa manera y cuidarla. Se podría decir que todavía es un actor relativamente nuevo en la escena italiana. Él es diferente; es un hombre moderno", concluye el director.
Las proyecciones de la Mostra continúan en los Cines Babel y en la Filmoteca, en esta edición 37ª edición del festival, que cuenta con la colaboración del Institut Valencià de Cultura (IVC), Rambleta, València Film Office, Barreira Arte + Diseño y À Punt Mèdia como medio oficial.