VALÈNCIA. Es una de las actrices de más prestigio del cine español. Ganadora de un Goya y nominada en otras tres ocasiones, Marta Etura se adentra en Las largas sombras (Disney+), en un thriller psicológico donde un suceso de hace 25 años volverá a la vida de seis amigas y removerá heridas del pasado aún sin sanar. Etura interpreta a Soledad, dirigente política en Elda, de buena familia, pero con heridas y secretos sin sanar.
¿Cómo se encuentra después de la promoción de la serie?
Las promociones son duras porque el nivel de exposición es muy grande. Cuando una está presentando y apoyando una serie de la que se siente tan orgullosa hay mucha felicidad. Estamos muy contentas y emocionadas. Además, el feedback de la gente que la ha visto, generalmente periodistas, está siendo muy bueno. De todas formas, más allá de eso, estamos muy contentas y orgullosas.
Es un género muy en auge últimamente. Recuerda a ‘Heridas abiertas’, ‘Big Little lies’.
Es un thriller muy potente, interesante. Sin embargo, hay momentos en los que el thriller se convierte casi en una excusa para hablarnos de los personajes. Es una serie de personajes, donde todos son muy reales, muy complejos, imperfectos. Se adentra en un mundo muy interesante para mí, el de las conductas humanas. Como nos comportamos, como gestionamos nuestras heridas, como gestionamos las relaciones a través de esas heridas…Todo ese mundo emocional que me resulta muy interesante y que tengo la sensación de que muchas veces hemos vivido de espaldas a él, siendo algo fundamental en nuestras vidas, las emociones.
A la hora de promocionarla, la serie tiene el 'problema' de que cualquier cosa que digas puede desvelar alguna trama. Deben ir con cuidado de que cuentan.
Nos cuesta mucho porque es un thriller. Hay muchos secretos, muchos misterios y pocas cosas que poder contar, porque si no desvelarías tramas.
Su personaje tiene dos vertientes. Por un lado, la familiar y el que dirán, y, por otro, la profesional y también el que dirán, al ser una dirigente política. ¿Ha podido empatizar con Sole (nombre del personaje) en una época en la que estamos todos tan expuestos en las redes sociales?
Mi personaje, claramente, habla mucho de este tema. Es una serie con muchas capas, que habla de temas muy contemporáneos y universales a los que ahora les hemos puesto nombre. El bulllying, el abuso, la identidad sexual…Es algo que ha formado siempre parte de la vida, pero como que la sociedad le va poniendo nombres. Mi personaje, como dices, habla de esta exposición brutal a la que estamos sometidos en esta sociedad. En el caso de Sole, por ser una política, tiene una vida pública, pero yéndonos a la vida de ahora esta exposición la tenemos en las redes sociales.
Vivimos en una sociedad que tiende a querer mostrar solo el lado bonito de las cosas. Donde solo muestras el lado idílico. La foto en la que sales guapo, el momento maravilloso de tu vida, donde todo parece idílico y maravilloso. La vida es mucho más compleja y está llena de luces y de sombras. A veces estás guapo, otras estás feo. Hay veces en las que las cosas te van bien y otras en las que no. En ese sentido, mi personaje es un personaje que siempre tiene la necesidad de tener una imagen idílica de cara al público que le viene ya de su propia familia. Una familia que le ha inculcado eso, dar la imagen de familia perfecta. Eso no existe. Todos tenemos nuestros conflictos, nuestros problemas… Soledad, a través de este viaje, conseguirá quitarse esa máscara que lleva todo el día, mostrarse tal como es y poder afrontar sus heridas y sus problemas.
Lo que ves es que, cuando conseguimos ser conscientes y poder hablar de nuestras luces y de nuestras sombras, uno se vuelve más auténtico. Conecta con su verdad y se vuelve más auténtico. Por lo tanto, se relaciona desde un lugar más auténtico. Consigue que todo sea más sano, más consciente y más saludable. Conectarte desde la verdad, desde quien eres tú y, entonces, todo es más auténtico. Tus relaciones, tu compromiso con tu profesión. Todo.
En el reportaje de Fotogramas hablaba el reparto de como fue la elección de las actrices para los personajes. ¿Cómo se gestó la serie en este aspecto? En un principio su personaje no le atraía tanto por haber rodado recientemente otra serie en la que también hacía de dirigente política.
Me llaman y me ofrecen el personaje de Soledad, que como dices es una política. Yo acababa de rodar una serie con Juan José Campanella (Los Enviados, SkyShowtime), y también era una dirigente política. Es cierto que son personajes absolutamente distintos. Las dos son políticas, una es alcaldesa y la otra va a ser la presidenta de su partido, pero realmente son dos personajes muy distintos. Mi trabajo como actriz, además, es darle colores diferentes. Lo que pasa es que, así a priori, cuando me ofrecen el papel de Soledad, pensé: “Otra vez meterme en esto…”. Es gente que vive muy expuesta a la sociedad, que trabaja para ella, y eso le hace tener una actitud o una coraza muy fuerte. Les propuse si me podían ofrecer el personaje de Candela, que me gustaba mucho. Pero no fue así, decidieron que fuera Sole y, la verdad, que muy contenta. Es muy distinto al personaje de Pilar en Los enviados, y además ha sido un reto adentrarse en este personaje que esconde un secreto muy duro. Ha sido duro entrar ahí pero también un trabajo fascinante. Es lo que más me gusta de ser actriz, ponerte en los zapatos de otra persona y entenderlo y comprenderlo, que es nuestro trabajo.
¿Logra salir del personaje cuando termina de rodar?
No justo cuando termino de rodar, pero si la pregunta es si me llevo el personaje a casa la respuesta es no. No me llevo el personaje a casa (risas). Llevo muchos años trabajando y vas aprendiendo. Tienes muy claro que es una ficción, un personaje que te has trabajado, has hecho una preparación, un trabajo de mesa previo, unos ensayos…Tienes claro como se comporta, por qué se comporta así, haces todo un trabajo psicológico sobre que familia viene, entorno social, económico…Todo esto que te da unas pautas de conducta. Cuando llegas al rodaje, con todo ese conocimiento y ese trabajo previo, ahí te toca estar presente en el aquí y ahora. Te colocas en la piel de ese personaje y eres ese personaje en ese rato. Cuando dicen “¡corten!”, si el viaje ha sido fuerte, te costará salir, pero luego una vez sales del rodaje ya es tu vida. Hay una clara diferencia, evidentemente, entre tu vida y la del personaje (risas). Cuando termino de rodar ya me voy a mi casa, con mi vida, mis cosas, que no tienen nada que ver con los del personaje.
La particularidad de la serie es que el elenco que interpreta a los personajes adultos ha observado rodar al elenco que interpreta a los personajes de adolescentes.
Sí, hicimos un proceso de ensayos muy interesantes. En esto todas decimos lo mismo. Ha sido uno de los procesos de ensayos más creativos e interesantes de nuestras carreras. Clara (Roquet, la directora de la serie) nos dio ese lugar de escucha y poder crear en conjunto. Primero con Clara creamos el personaje, luego nos juntamos cada una de nosotras y creamos los vínculos entre las amigas. Más tarde, en esos procesos de ensayos, también vimos ensayos de nuestros ‘yo adolescente’ de hace 20 años. Un poco para ver tipos de conducta similares, maneras de comportarse, movimientos similares…La vida te cambia a lo largo de los años pero en esencia sigues siendo la misma persona. Clara es una mujer muy inteligente y tuvo la astucia y la sabiduría de hacer todo este proceso para que hubiera claramente una coherencia entre los personajes necesaria porque somos los mismos.
Uno de los tantos temas que trata la serie es la infancia y la adolescencia y el poso que deja en nuestra personalidad. Lo que se forma en la infancia y la adolescencia es lo que nos va a marcar y nos va a definir como personas.
Me parece un tema fascinante. Me encanta la psicología, la ciencia y la neurociencia, leo muchos libros, muchos podcasts, entrevistas a neurocientíficos…Todos hablan y está científicamente comprobado que nosotros, los seres humanos, todavía estamos en proceso de desarrollo cuando nacemos. Nuestro proceso de desarrollo no termina hasta los 20 años y el cerebro no termina de formarse hasta los 26-27 años. Esas primeras etapas de nuestra vida, en las que aún nos estamos haciendo y conformando, lógicamente todo nuestro entorno nos afecta y nos condiciona mucho. Forma parte de nuestro crecimiento. Todo lo que suceda en la infancia, adolescencia y juventud nos marca y nos determina. Esta serie habla de esto, de como esas heridas de la infancia al final, a lo largo de nuestra vida, están ahí y como tenemos que afrontarlas y enfrentarnos a ella. Por lo menos, ser conscientes de ellas, verlas. No taparlas, que es lo que hacen muchos personajes. Las tapan, las ocultan, creyendo que eso va a hacer que desaparezcan y no. La vida te las pone delante para que puedas gestionarlas y seguir creciendo y avanzando en la vida.
Sole es uno de los personajes que tapa estas heridas y la propia vida se la coloca delante para decirle: “Esto tienes que afrontarlo”. Hay otros personajes, como el de Rita (Elena Anaya) que busca la verdad. Es una de las cosas que me resultan más interesantes de la serie. Como hay personajes que buscan la verdad y como hay otros que tratan de taparla y como esto genera todas las tramas de este thriller. Todo empieza por un crimen, pero luego hay mucho más. Me pareció una mezcla muy potente e interesante.
Todas esas verdades que ocultan los personajes, a su vez, les unen.
Claro. Hay un suceso que les sucede cuando son jovencitas y que, de alguna manera, les une. No desvelo nada (sale en el tráiler, aclaro), hacen un pacto de silencio ante ese suceso. Ese suceso les obliga, en cierta manera, a seguir unidas a través de ese secreto. Más allá de que son amigas y hay una amistad que les une.
Las protagonistas son ustedes, todas mujeres, aunque hay actores en el reparto en un segundo plano. ¿Está cambiando la industria en este sentido?
¡Si! ¡Ya era hora! Sobre todo porque el thriller, especialmente, ha sido uno de los géneros más masculinos. Casi siempre, todos los personajes protagonistas eran hombres. En este thriller sucede al revés, las protagonistas son las mujeres y los hombres son los personajes secundarios. Esto lo hace distinto, pero realmente es lo mismo. Nos hablaban el otro día si era una serie para mujeres. Lógicamente no. Solo el hecho de esa pregunta se me hace rara. No hay series para hombres o para mujeres. Esta tendencia de ponerle género a todo no ayuda. Nosotras hemos visto thrillers protagonizados por hombres y no hemos pensado que eran para hombres. Tú ves una historia y te gusta o no. Da igual quien la cuente. Lo importante es que estás contando.
¿El hecho de que aparezcan las plataformas ayuda a ampliar este abanico de temáticas y personajes?
Las plataformas lo que han conseguido es que, primero, los productos de cada país lleguen a todo el mundo. Eso es fascinante. Antes hacías una serie en España y la veían los españoles. Ahora haces una serie en España y a través de las plataformas se pueden ver en el mundo entero. Eso es muy bueno porque tu producto lo puede ver cualquiera.
Además, han conseguido que se haga mucha serie, mucha película y que los directores de cine puedan hacer series. Hay un formato ahora que es similar a una película pero en capítulos, como es el caso de ‘Las largas sombras’. Es una historia cerrada, como si fuera una película en episodios. Hay muchos directores de cine que están haciendo series y eso eleva la calidad de estas. No se puede generalizar, porque cualquier generalización lleva a error, pero ahora podemos ver series de una calidad magnífica gracias a las plataformas.
Hablando de la dirección, dirigió hace poco un cortometraje y pretendes realizar un largometraje pronto.
Soy una persona muy inquieta y he sido una actriz que ha hecho muchas cosas. He hecho teatro, cine, series, he dirigido teatro, he hecho un espectáculo de danza-teatro que fue magnífico…Tenía muchas ganas de ponerme detrás de la cámara y decidí empezar con un cortometraje para ver como me sentía. Me siento muy orgullosa de él la verdad, se llama ‘Lucía’, está girando por todos los festivales de cortometraje, con un gran recorrido. Me gusta poder hacer cosas distintas más allá de la interpretación dentro de mi mundo que es contar historias. Las historias se pueden contar a través de muchos medios. La escritura, el audiovisual, el teatro…Hay muchas cosas, pero lo que me interesa es lo que contamos.
¿Tiene algo entre manos para dirigir o aún es pronto?
Todavía es pronto. Es algo que me gustaría mucho hacer. No sé si se podrá conseguir, es mi deseo, pero poco a poco. Como se suele decir, despacito y buena letra. Tengo mucha ilusión, pero voy a ir despacio. Escribir un guion son palabras mayores.
Tiene un Goya, otras tres nominaciones… ¿Qué piensa al mirar atrás?
La verdad es que me siento muy afortunada de poder trabajar en lo que más amo. La industria del cine ha sido mi pasión desde que era pequeña y haber podido trabajar y vivir de ella es un regalo magnífico y me siento una mujer muy afortunada. He trabajado muy duro para ello, no es un camino fácil. Miro para atrás y siento mucha felicidad y valentía. Me preguntaban el otro día que le diría a tu ‘yo’ de cuando empezó. Le diría que bravo por su valentía, que confiara en ella. Es un camino difícil, precioso, me siento muy afortunada de que haya sido así de bonito y de seguir aquí. Son 25 años de profesión y ojalá tenga otros 25. Es mi pasión y me encantaría seguir trabajando.
A finales de los 90, una comedia británica servía de resumen del legado que había sido esa década. Adultos "infantiliados", artistas fracasados, carreras de humanidades que valen para acabar en restaurantes y, sobre todo, un problema extremo de vivienda. Spaced trataba sobre un grupo de jóvenes que compartían habitaciones en la vivienda de una divorciada alcohólica, introducía en cada capítulo un homenaje al cine de ciencia ficción, terror, fantasía y acción, y era un verdadero desparrame