El conseller de Educación, Vicent Marzà, en una foto de archivo. Foto: KIKE TABERNER VALÈNCIA. La Conselleria de Educación que dirige Vicent Marzà ya trabaja con la mirada puesta en el próximo curso, concretamente en el calendario lectivo, que se verá afectado por el desajuste del curso actual por la crisis sanitaria del coronavirus. Así, la propuesta de la Generalitat Valenciana contempla empezar el curso escolar el 7 de septiembre, la segunda semana del mes, y retrasar su finalización hasta el 23 de junio para el alumnado de Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y FP.
Así, la Conselleria de Educación pretende ganar días lectivos con el propósito de amortiguar la pérdida de clases que se ha sufrido estas semanas y permitirá recuperar algunos contenidos que, por motivo de la crisis sanitaria, no se puedan haber impartido. "De este modo el curso 20-21 empezará recuperando aquello que durante el último trimestre de este curso no se ha llevado a cabo", ha subrayado Marzà.
Según el conseller, "el final de este curso escolar requiere dar muchas respuestas a la inmediatez", pero insiste en la necesidad de "dar certezas a la comunidad educativa". En esta línea precisamente, Marzà ha explicado que con la propuesta de su departamento, se ganan "unos cuantos días lectivos para poder esponjar los aprendizajes el próximo curso, que irán acompañados por un plan específico de refuerzo adaptado a la realidad de nuestro alumnado".
Concretamente, la diferencia en este punto respecto al calendario de este curso es que la fecha de finalización se retrasa una semana. Si este curso será el 16 y el 18 de junio -según etapas-, el próximo pretende ser el 23 de dicho mes. En cuanto al inicio, se continúa con la determinación tomada desde hace unos cuantos cursos de iniciar las clases para el alumnado la segunda semana de septiembre, para que el profesorado tenga la primera semana para organizar las dinámicas de trabajo decara a la llegada del alumnado.
Durante los próximos días Educación de la Generalitat detallará cuestiones como el plan específico de recuperación y adaptación del currículum y de las actividades educativas para que ningún alumno se quede atrás en su aprendizaje el próximo curso, así como los instrumentos de evaluación del actual curso escolar.
