El término que tanto se utilizó en los años de la apertura de la economía española, donde las playas de nuestra Comunitat eran –y son– el principal motor de la economía local, parece no gusta al Consell. Levante español non grato
Atravesamos la canícula, los italianos lo llaman ‘Ferragosto’, este año las lluvias que suelen refrescar las temperaturas a principios de septiembre se adelantaron para frenar el excesivo calor que asolaba el Mediterráneo. Desde la costa levantina hasta la italiana el temporal ha servido como pausa de este caluroso verano que nos devolverá a la realidad de una rutina profesional y vital que como cada año llega en la cuesta de septiembre. Pero si uno lee el diario y ve lo que ocurre en Venezuela o Corea del Norte, no podemos obviar que estamos viviendo una época de contrastes entre los mejores estándares de calidad democrática y de vida y los peligros y amenazas más aterradores.
En estos días donde las tecnologías nos permiten vivir en máxima conexión, especialmente con la desaparición del roaming para movernos por Europa, leo desde la Versilia, al norte de la Toscana, con cierta sorpresa y también con satisfacción que desde el PSPV quieren que se respeten los nombres oficiales de nuestro territorio, muchos de ellos única y exclusivamente en valenciano –imagino que porque nuestra vinculación con España es una cosa cómica, de hace unos pocos años claro–. Se han indignado por el uso en muchos medios de la expresión Levante español y sus connotaciones negativas, recuperan el lema ‘Som Comunitat Valenciana’ –si no recuerdo mal en tiempos de Francisco Camps se hizo campaña con el eslogan SOM–, y ponen el grito en el cielo porque se diga o escriba Torrente o Huerta Norte. Demasiadas preocupaciones para mediados de agosto.
En cualquier caso, bienvenido sea que el partido que gobierna la Comunitat reivindique el nombre oficial, pero bueno sería que se respetaran siempre ambas denominaciones de localidades, comarcas y provincias. No sólo porque somos valencianos y españoles, sino también porque somos bilingües y muchos de los nombres que se pretenden eliminar en castellano al ser distintos a la denominación en valenciano, poseen una personalidad y una belleza propias. El amanecer que encabeza el artículo, probablemente el más bello de España, es el de la bahía de Jávea o Xàbia.
Veamos, el PSPV tiene como denominación oficial en su nomenclatura el término País para referirse (como ellos reclaman) a la Comunitat. Recordemos que para alcanzar la paz política y civil se estableció en nuestro Estatuto de Autonomía el anodino término de Comunitat –todos los territorios lo son en una España de CC.AA.–, también lo es que el preámbulo realiza la clásica concesión a diestra y siniestra (nunca mejor dicho si pensamos el significado de estas palabras en italiano) cuando dice: “histórico Reino de Valencia se encontró con la concepción moderna del País Valenciano”. Aunque aquí hay un matiz jurídico, pues el texto que debe acatarse y cumplirse es el del articulado, el preámbulo o exposición de emotivos podríamos decir que es literatura para ubicar el contexto de la ley.
El término levante como bien recuerda la RAE hace referencia al “punto cardinal, al viento que procede del este y también de forma genérica a las comarcas mediterráneas de España, especialmente Valencia y Murcia”. Salvo la última acepción, que no creo sea especialmente maliciosa, las otras son absolutamente objetivas. Por lo tanto, no podemos negar la posibilidad de que nuestro territorio sea denominado a veces por su ubicación como ‘levante español’. De hecho hay una vinculación histórica y sentimental, el equipo más veterano de la ciudad se llama Levante UD y uno de los diarios en papel también recibe esta denominación.
Más allá del Levante español, el mediterráneo nos ofrece la oportunidad de ver las mismas cosas con otra perspectiva. En nuestro levante amanece de ensueño mientras al otro lado del mar el atardecer es igualmente idílico. En Italia conocen bien nuestra ciudad, y reconocen fácilmente una serie de símbolos que son: la paella valenciana y su genuina receta; las Fallas; la celebración de la America’s Cup y la impactante Ciudad de las Artes y las Ciencias. En una conversación con un cantante de ópera pude comprobar su admiración por nuestro coliseo (Palau de les Arts-Reina Sofia) y por la calidad operística de nuestra ciudad. Tenemos un potencial inmenso y creo que la denominación genérica de Levante español no anula nuestro nombre oficial ni genera ningún problema relevante para nuestra sociedad. Al fin y al cabo, todos SOM Comunitat Valenciana.