El Gobierno ha confirmado la destitución de cinco generales y 29 coroneles
MADRID (EP). El primer ministro turco, Binali Yildirim, ha elevado a más de 2.800 el número de militares detenidos por su presunta relación con el golpe de Estado y ha prometido que el Gobierno revisará el actual marco legal para dar la "mejor respuesta" a la rebelión.
Yildirim ha descrito la asonada como una "mancha negra" en la historia de Turquía, si bien ha destacado que su derrota demuestra el compromiso del país con la democracia. En este sentido, ha dado por derrotado el golpe y ha confirmado que las autoridades legítimas, tanto militares como políticas, tienen pleno control de la situación.
El primer ministro ha lamentado la muerte de 161 personas por las actuaciones de los golpistas, que también habrían dejado 1.440 heridos. El balance en el lado rebelde cifra en unos 20 los muertos y en más una treintena los heridos, por debajo del centenar que había confirmado poco antes el jefe interino de las Fuerzas Armadas, Umit Dundar.
Por otra parte, al menos 2.839 militares han sido detenidos por su presunta colaboración con el golpe, según Yildirim, que ha incluido entre los sospechosos tanto a soldados rasos como a oficiales de alto rango. El Gobierno había informado previamente de la destitución de cinco generales y 29 coroneles.
El jefe del Ejecutivo ha apuntado en su comparecencia que la pena de muerte no existe actualmente en el Código Penal turco, pero ha advertido de que las autoridades estudiarán cambios en la legislación para que sucesos como el de la pasada madrugada no vuelvan a tener lugar.
Yildirim ha atribuido el golpe a una "estructura paralela", una alusión que se ha repetido en las diferentes reacciones de las autoridades al intento de golpe de Estado, incluida la del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
El Gobierno islamista se refiere de esta forma a los seguidores del clérigo Fetulá Gulen, exiliado en Estados Unidos y acusado de conspirar contra las actuales estructuras del Estado turco. Bajo estos argumentos, Erdogan ha emprendido en los últimos años una purga del sistema judicial y policial.
Yildirim ha avisado de que cualquier país que apoye al clérigo no será un amigo de Turquía, hasta el punto de que sería como si estuviese en "guerra".
Gulen, sin embargo, ha rechazado "categóricamente" estar detrás de la rebelión militar. "El Gobierno debería ganarse mediante un proceso de elecciones libres y justas, no por la fuerza", ha subrayado, en un comunicado en el que ha abogado por una resolución "pacífica".
Entre los arrestados se encuentran el comandante del Segundo Ejército turco, el general Adem Huduti, y del comandante del Cuerpo del Tercer Ejército, Erdal Ozturk, por su presunta implicación en el golpe de Estado del viernes.
Huduti era el comandante de las fuerzas militares con sede en Malatya, encargadas de la defensa de las fronteras de Turquía con Siria, Irak e Irán, informa la agencia de noticias turca Anatolia.
Ozturk, por su parte, será imputado por un delito de traición, según fuentes oficiales. Ozturk estaba al mando del Cuerpo del Tercer Ejército, con sede en Estambul.
También este sábado ha sido detenido al excomandante del Estado Mayor de la Fuerza Aérea turca Akin Ozturk por ser presuntamente uno de los jefes del intento de golpe de Estado de este viernes.
Ozturk ha sido arrestado en la capital, Ankara, y se suma a los 1.563 militares detenidos ya en todo el país por su participación en la asonada, según datos del Ministerio del Interior turco recogidos por el periódico 'Daily Sabah' en su edición digital. Además han sido suspendidos varios exmilitares, entre los que hay cinco generales y 29 coroneles.
La entidad presidida por Francisco González indica que podría verse significativamente afectado por la evolución de los acontecimientos tras el fallido golpe de estado en Turquía