VALÈNCIA. Luz verde a una nueva residencia de estudiantes en València. El Ayuntamiento ha aprobado la licencia de obras y actividad para la construcción de un nuevo establecimiento con dicho uso en la avenida del Puerto, impulsado por la firma Amro Real Estate, que sumará en más de 200 plazas la oferta ya existente en el Cap i Casal, que ha vivido un auténtico boom inversor en este segmento durante los últimos años.
La concejalía de Urbanismo, que dirige Juan Giner, aprobó el pasado 27 de marzo el otorgamiento de los permisos para empezar con las obras de la nueva residencia, sita en el número 93 de la avenida del Puerto, y también con salida a la calle Duque de Gaeta (barrio de Ayora). El edificio de nueva planta contará, concretamente, con 194 habitaciones-apartamentos y 221 camas, así como otros servicios como aparcamiento y gimnasio, repartidos en siete pisos y ático.
Con estos permisos, el promotor podrá dar comienzo a las obras del proyecto de la nueva residencia de Amro Real Estate, que según anunció la firma británica, supondrá una inversión de 30 millones de euros en colaboración conIP Investment Management y Heed Capital. Será su segunda -y más grande- residencia en la capital del Túria, tras su primer proyecto con 170 camas en la zona de Abastos. Este, sin embargo, se ubicará cerca de una zona de estudiantes, enfocada a los campus de Tarongers de la Universitat de València (UV) y la Universitat Politécnica de Valencia (UPV).
El nuevo centro alojativo se situará sobre una parcela de cerca de 2.000 metros cuadrados y ofrecerá varios servicios como gimnasio terraza en la azotea, salas de estudio, comedor/cocina, sala de cine y lavandería.
Plazos
El proyecto, visado en febrero de 2023, fue presentado para la solicitud de los permisos en mayo, y los promotores presentaron sendos modificados en julio, septiembre, y el último, en enero. La idea es que la residencia entre en funcionamiento en 2026, según el calendario que maneja la compañía.
El promotor deberá empezar las obras en el plazo de medio año desde el otorgamiento de la licencia y finalizarse en el plazo de dos años, si bien la administración municipal admitirá interrupciones de hasta seis meses en total, además de que existe la posibilidad de conceder prórrogas. Además, la compañía se compromete a no utilizar la construcción hasta que no esté concluida la obra de urbanización.
Por otra parte, cuando acaben las obras de construcción, la empresa deberá presentar los certificados obligatorios de final de obras, ruido y de prevención de incendios, así como un certificado emitido por una entidad colaboradora (ECUV) para constatar la adecuación de las obras al proyecto, y de una entidad colaboradora en materia de calidad ambiental (ECMCA) que acredite la adecuación de la instalación a las condiciones fijadas en la licencia.
Sostenibilidad
La previsión de la firma es que el inmueble cuente con el sello Passivhaus, uno de los certificados más altos a nivel de sostenibilidad. El edificio contará con paneles fotovoltaicos para generación eléctrica de autoconsumo, y la producción de agua caliente se realizará mediante sistema de aerotermia apoyado por energía fotovoltaica, consiguiendo un ahorro energético superior al 70%. Por su parte, el sistema de climatización, con recuperación de calor, contará con un equipo bomba de calor por cada zona del edificio con necesidad de ser tratada de forma independiente.
