VALÈNCIA. El pasado sábado más de 18.000 personas de la Comunitat Valenciana estaban llamadas a la convocatoria del examen del C1 de valenciano de la Junta Qualificadora de Coneixements de Valencià (JQCV). Un modelo de prueba totalmente diferente al que se venía realizando hasta ahora con el antiguo Grau Mitjà. Por primera vez el examen se adaptaba al Marco Europeo Común de Referencia para las Lenguas.
Sin embargo, el nuevo prototipo despertó un elevado número de quejas entre los examinados. Apenas unas horas después de finalizar el examen, se creó un grupo de Facebook llamado Injusta Certificació C1 Valencià JQCV en el que varios participantes se quejaron por el nivel del control que acababan de realizar.
La finalidad del grupo, al que ya se han sumado más de 700 personas, era movilizarse y presentar una queja ante la sede de la Junta este lunes a las 19.00 horas al considerar que el examen no tenía un nivel "propio de un C1". Algunos de los participantes pedían ir más allá: "El examen tiene todas las papeletas para ser impugnado: falta de información, en cada clase unas indicaciones diferentes, faltas de ortografía en el examen y un largo, etcétera".
Minutos después también se creó una página de Change.org para solicitar a la Conselleria de Educación que dirige Vicent Marzà, "una prueba de valenciano justa acorde con el nivel C1". Una petición a la que ya se han sumado más de 1.000 personas que acusan también que la prueba realizada no se adecuaba "al nivel exigido del conocimiento de la lengua"."Las dos primeras partes del examen, no se corresponden al nivel C1 puesto que el contenido es demasiado técnico y complejo", denuncia el texto.
Desde el departamento de Campanar, el director general de Política Lingüística y Gestión del Multilingüismo, Rubén Trenzano, asegura que no es una cuestión de dificultad, sino de la nueva estructura de examen "anunciado ya hace dos años". "Había modelos de examen colgados", indica Trenzano a Valencia Plaza.
"Es un examen diferente al que se hacía hasta ahora, pero los ejercicios han sido testados en aulas y en las escuelas de idiomas y están adaptados al nivel de dificultad. En julio convocaré un pleno extraordinario de la Junta para analizar cómo ha ido el modelo C1, de la misma manera que en noviembre lo haremos con el B2 y C2", añade.