La celebración de este Primero de Mayo tiene como telón de fondo la convocatoria de nuevas elecciones y la constatación del fracaso de la clase política, y especialmente, de las fuerzas de la izquierda, para llegar a un acuerdo que hubiera puesto fin a un gobierno que no ha sido capaz de bajar la tasa de paro del 20%, que nos ha hecho más pobres a las trabajadoras y trabajadores, más vulnerables, más desiguales, y que ha permitido abusos de poder y desfalcos varios en las haciendas locales y autonómicas. Los sindicatos de clase tenemos la sensación de que se ha dejado pasar una oportunidad, que quién sabe si no será para mucho tiempo, para derogar leyes tan reaccionarias como las dos Reformas Laborales, la LOMCE, o la conocida popularmente como Ley Mordaza.
Sin embargo, en este Primero de Mayo, en el que implícitamente también celebramos la fiesta de la democracia, queremos hacer un llamamiento a las trabajadoras y trabajadores para que la apatía, la desilusión y la indignación, que todos sentimos al constatar esta incapacidad para formar un gobierno progresista, no se traduzca en abstención. No nos podemos quedar en casa, porque los tiempos no están para no votar o para no pensar nuestro voto. Pese a la indignación, debemos ejercer nuestro derecho porque el futuro nos va en ello, puesto que todas las leyes aprobadas en el último lustro en el Parlamento español son un ataque directo a los intereses de la clase trabajadora.
Los sindicatos de clase seguiremos luchando para que el próximo gobierno tenga como primera prioridad la derogación de las dos Reformas Laborales porque son piedra angular de todos los males que asolan a las trabajadoras y trabajadores de este inicio de siglo. La nueva legislación laboral es la causante del desempleo masivo, del surgimiento de la nueva categoría de trabajadores pobres, del aumento de los accidentes laborales, de la falta de seguridad en el futuro, así como de la falta de derechos que nos protejan frente a la avaricia de muchos empresarios. Por culpa de estas reformas hoy hay miles de personas que no tienen un sueldo que llevar a su casa (en el caso de que no la hayan perdido por no pagar su hipoteca o alquiler), no se pueden alimentar y tienen que acudir a los comedores sociales y dejar a sus hijos en los comedores escolares, han enfermado, por no costearse los cuidados y desgraciadamente, en demasiadas ocasiones se han suicidado.
En la Comunitat tenemos un gobierno progresista desde hace un año, y sería injusto decir que no se han producido cambios positivos, pero se ha de avanzar más y más rápido
Tenemos una sociedad cada vez más polarizada con ricos más ricos y pobres más pobres. La causa está en las leyes laborales aprobadas y en la injusta fiscalidad que se aplica, en la que las rentas de trabajo tributan en muchos casos, más que las rentas del capital. En la Comunitat tenemos un gobierno progresista desde hace un año, y sería injusto decir que no se han producido cambios positivos, pero se ha de avanzar más y más rápido. Desde el Consell se deberían combatir los sueldos de miseria que se pagan en buena parte de los sectores económicos en esta Comunitat, se debería ser más implacable y poner más medios para perseguir la economía sumergida, (que tiene cuotas inadmisibles en democracia); y ahí la falta de recursos que tiene nuestra Hacienda pública, y que pone en riesgo nuestro Estado de Bienestar y nuestra capacidad inversora, debería ser todo un aliciente para perseguir a estos delincuentes que explotan a la clase trabajadora, defraudan y ejercen competencia desleal ante empresarios honrados.
Por ello, en este Primero de Mayo queremos recordar que hoy más que nunca son necesarios los sindicatos de clase. Y hoy más que nunca necesitamos que las trabajadoras y trabajadores se afilien. Ganar en afiliación nos da poder para enfrentarnos ante tanta indecencia, tanta injusticia, tanta avaricia y tanta miseria moral.
En esa línea es importante destacar, además, que nuestro papel como agentes sociales es indispensable para poder hacer frente a estos retos, por lo que lucharemos en todos los ámbitos que sea necesario para asegurar nuestra efectiva participación institucional, porque ya lo dijo la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, y lo comparto: “Puede que la democracia sea cara pero la falta de democracia lo es más”.
* Gonzalo Pino Bustos es secretario general de UGT-PV