Mazón se queda sin aliado en La Moncloa y el PSPV enfría su guerra interna  

VALÈNCIA. Las elecciones generales celebradas este domingo también tendrán consecuencias en la Comunitat Valenciana. Si bien todavía es demasiado pronto para examinar los resultados de forma exhaustiva, algunas claves inmediatas sí se desprenden: el presidente de la Generalitat, el popular Carlos Mazón, no tendrá de momento un aliado en La Moncloa, y el PSPV liderado por Ximo Puig, deberá ralentizar salvo sorpresa sus movimientos internos de renovación, pese a lo que deseaban los críticos con el secretario general de los socialistas valencianos.

En líneas generales, la formación popular ha sido víctima de sus propias expectativas y las que los diferentes sondeos han ido transmitiendo estas semanas. Si las encuestas estaban en lo cierto, resulta evidente que la recta final de la campaña no le sentó bien a Feijóo, que además no acudió al último debate a cuatro y, por unas u otras razones, las buenas perspectivas trazadas habrían contribuido a desmovilizar al electorado conservador. En la otra orilla, sí parece que la izquierda se ha animado a votar probablemente como una reacción a los pactos PP-Vox y sus primeras medias en gobiernos autonómicos y locales.

Finalmente, los 136 escaños del PP junto a los 33 de Vox, dejan la suma a siete escaños de la mayoría absoluta sin que se vislumbre el respaldo de otras fuerzas que permita investir a Feijóo como presidente. Algo que tampoco tiene fácil, ni mucho menos, Pedro Sánchez, por lo que se intuye un escenario de bloqueo o, al menos, de difícil resolución a corto plazo, lo que deja un contexto decepcionante para la formación popular.

¿Cuál es el escenario para el PPCV de Mazón? Hay dos consecuencias negativas del resultado para los populares valencianos: la primera es que este resultado parece poner fin a la ola positiva que venían atravesando las siglas; la segunda es que, por el momento, el presidente de la Generalitat no dispondrá de una conexión directa con La Moncloa para las políticas conjuntas y las reivindicaciones valencianas.

En cuanto a la primera de la cuestiones, en los últimos meses los populares transitaban un momento dulce. Desde la llegada de Feijóo al liderazgo, aunque con ciertos altibajos, las perspectivas del PP fueron mejorando: el punto álgido se dio en las elecciones autonómicas y locales. Pero a partir de ahí, y especialmente en la recta final de la campaña, los populares perdieron fuerza respecto a lo que vaticinaban los sondeos. Ahora, a la espera de lo que pase en los próximos meses, el tirón de la marca parece haber sufrido un frenazo con este resultado, lo que siempre será un pequeño hándicap para Mazón, que deberá fortalecer su liderazgo personal y su perfil presidencial para depender menos de las siglas.

En cuanto a la segunda circunstancia, es cierto que si Feijóo hubiera obtenido un triunfo claro, las políticas compartidas en sintonía con Madrid podrían haber sido muy positivas para el Consell de Mazón. Ahora bien, esta consecuencia negativa para el presidente de la Generalitat tiene un reverso interesante desde el punto de vista táctico: tendrá manos libres para criticar al socialista Pedro Sánchez y mostrarse firmemente reivindicativo con las cuestiones pendientes de la agenda valenciana, una estrategia que en su día le funcionó muy bien a Francisco Camps con Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno.

Por otro lado, la otra circunstancia positiva para Mazón dentro de la mala noticia de que Feijóo no vaya a estar en La Moncloa, es que tampoco Vox entrará en el Gobierno de España. Tal y como informó este diario, este hecho deja mayor libertad al presidente de la Generalitat a la hora de organizar como considere su relación con la formación de extrema derecha en el Consell, sin que existan condicionantes externos debido a un pacto en el Gobierno de España.

Sánchez se reafirma como líder y los cambios en el PSPV apuntan a estancarse

Por otro lado, el resultado de este domingo, aunque es pronto para determinarlo, apunta a enfriar las guerras internas en el PSPV, muy agitado desde la derrota en las elecciones autonómicas.

Así, queda claro que no habrá ahora congreso federal dado que Pedro Sánchez tiene opciones de seguir gobernando y, en su defecto, se habrá ganado el derecho a volver a ser candidato en una repetición de elecciones.

De la misma manera, distintas fuentes socialistas consultadas por este diario también opinaban que el resultado de este domingo calmará los ánimos bélicos en la federación valenciana, principalmente porque Sánchez, a priori, no tendrá intención de que se celebren congresos extraordinarios al menos en los próximos meses mientras se decide si puede gobernar o no. 

En el caso de confirmarse el bloqueo, podría haber elecciones en diciembre con lo que el proceso interno en el PSPV no tendría lugar, como pronto, hasta 2024. Eso sí, si Sánchez gobierna en España, podría ejercer una fuerte influencia sobre quién será el sucesor de Ximo Puig al frente de los socialistas valencianos.