VALÈNCIA. La candidata del PPCV a la Generalitat, Isabel Bonig (Castellón de la Plana, 1970), participó días atrás en los encuentros que viene organizando Valencia Plaza con los diferentes aspirantes a presidir el Consell. En la cita, celebrada en la azotea del emblemático Café Madrid, la presidenta de la formación popular expuso algunas de las líneas maestras de su programa electoral y respondió a las preguntas de varios miembros de la redacción encabezados por el director del periódico, Javier Alfonso, y por el presidente del grupo, Enrique Lucas, pero también se sometió al escrutinio de diversos invitados de este diario, que posteriormente puntuaron a la candidata y opinaron sobre la impresión que les había transmitido durante el almuerzo.
En esta ocasión, en el encuentro participaron como invitados el profesor titular de Periodismo en la Universitat de València y experto en comunicación política Guillermo López, la politóloga y asesora en diversos proyectos de consultoría Andrea Kruithof y el director técnico de la consultora Invest Group, Adolfo López.
En general, los invitados coincidieron en señalar que Bonig demostró que ha seguido una "evolución" desde el inicio de la legislatura hasta la actualidad, dejando su carácter de oposición "más duro" en favor de un perfil "mucho más presidenciable". En esta línea, también se valoró el "amplio dominio" de los diferentes asuntos de la agenda valenciana así como la "claridad de sus posiciones" en las cuestiones abordadas.
Así, para Guillermo López estuvo "ágil, incisiva y más cercana de lo que su perfil haría sospechar". "Reivindicó la gestión y la experiencia, y con motivo: es uno de los principales valores que puede presentar el PP frente a tanta competencia en su espacio electoral", opinó el profesor universitario, quien consideró que la candidata ha "suavizado su perfil ideológico sin renunciar a sus puntos de vista ni a debatirlos con decisión".
El colaborador de VP ironizó también en lo paradójico de la situación del bloque de derechas, donde Bonig "sin haberse movido del sitio en el que estaba en 2015 ha pasado de ser una derechista radical a una centrista moderada en comparación con Toni Cantó y la caterva ultraderechista de Vox".
Por su parte, Andrea Kruithof coincidió en que la candidata del PP mostró su perfil "más presidenciable", presentándose a sí misma como "una persona empática, con sentido del humor, planteamientos políticos razonables y ponderados y alejada de estridencias, dejando claro que los tiempos de oposición dura ya han pasado". Además, opinó que su relato de liderazgo en un partido "en proceso de reinvención resulta creíble", en parte por su "equilibrismo" a la hora de "reconocer errores" y al mismo tiempo "defender el legado y bagaje de su partido".
En las cuestiones concretas, Kruithof vio una apuesta por parte de Bonig en recuperar "la centralidad política" con "un discurso más tradicional de la derecha liberal", centrándose en la gestión y dirigiendo sus dardos a lo que considera una "administración de recursos nefasta e ideologizada especialmente en educación y sanidad". En esta línea, consideró que la candidata del PP "confía en su experiencia de gobierno, conocimiento del entorno y anclaje en el territorio, algo que aporta diferenciación respecto a sus contrincantes de la derecha", mostrando además "más sensibilidad que el resto de esos partidos en cuestiones como el conflicto lingüístico o la financiación".
En cuanto a Adolfo López, observó una progresión como candidata que se plasmó en el encuentro con una Bonig con "mayor serenidad y temple" de la que se ha conocido a lo largo de la legislatura. "Su inicial actitud de Dama de Hierro le granjeó antipatías que se materializaron en bajas valoraciones populares, algo que empieza a mejorar".
Además, el consultor apreció un punto de apoyo para la candidata del PP el haber gobernado "en tiempos difíciles". "Eso le permite sustentar su programa en la experiencia y el pragmatismo", comenta, para añadir que transmite "confianza" y "credibilidad", si bien advirtió de que la "herencia recibida" y la "dificultad de diferenciar su discurso respecto a su principal adversario en el bloque de derechas, resulta un lastre de compleja resolución para convencer a los electores".
PUNTUACIÓN MEDIA DE LOS INVITADOS (de 0 a 10)
1. Imagen, apariencia y primera impresión: 6,71
2. Contenido de su discurso: 7,28
3. Capacidad de argumentación en el debate: 7,78
4. Credibilidad y confianza: 7,57
Puntuación Media total: 7,33