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análisis vp - recta final de la campaña | elecciones 28m

Menos gestión y más corazón: el PSPV apela (al fin) a las emociones para contrarrestar al PP

25/05/2023 - 

VALÈNCIA. En toda campaña electoral, al igual que en el momento de depositar el voto, existe un parte racional y otra emocional que, según las circunstancias personales o el marco general, pesarán en mayor o menor medida. En la Comunitat Valenciana hemos asistido en las últimas semanas a dos estrategias totalmente opuestas por parte de los dos grandes partidos: PSPV-PSOE y PPCV.

Mientras la formación socialista que lidera el actual presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha apostado por una precampaña de perfil extremadamente bajo, marcada por la racionalidad y por la prioridad de gestionar hasta el último minuto y vender los hitos del Ejecutivo; el PPCV encabezado por Carlos Mazón se ha lanzado a por una campaña -y precampaña- basada en las emociones que han girado en torno a un mensaje principal, 'comprado' incluso por los medios nacionales que podría resumirse en una frase: echar a Ximo Puig será el primer paso para echar a Pedro Sánchez.

La irrupción precisamente de los medios nacionales, con el foco puesto en la Comunitat Valenciana; actos multitudinarios del PP como el de la plaza de Toros del domingo o la presencia constante del líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, en la campaña autonómica, han hecho saltar las alarmas en las formación socialista. La sensación en la 'war room' del PSPV es que no se aprecia "pulsión de cambio" en la sociedad valenciana y que Puig debería repetir al frente de la Generalitat pese a la vehemente campaña del PP. 

Ahora bien, en los últimos días ha crecido la preocupación en el seno de la formación socialista por la actividad de Mazón con buena repercusión medios nacionales. No es casual que el propio presidente de la Generalitat y líder del PSPV convocara a los medios de comunicación el pasado lunes en la sede del partido para anunciar un complemento retributivo para casi 24.000 amas de casa. En este sentido, en la sala de máquinas del PSPV ha existido cierta división de opiniones entre si los socialistas deberían pisar el acelerador en la campaña e introducir el componente emocional, dado que hasta ahora el periplo de Puig en estas dos semanas se ha concentrado en una sucesión de actos en municipios y anuncios de gestión: o lo que es lo mismo, una campaña racional pero con poco 'corazón' si de lo que se trata es de movilizar al electorado. Y este precisamente es el debate y la incógnita de los comicios: quien conseguirá en mayor menor medida sacar a su simpatizantes para votar el domingo. Algunos socialistas lo tienen claro: "La derecha está muy movilizada y no podemos confiar en que nuestros electores se muevan sólo porque estamos contando nuestra buena gestión", reflexiona un dirigente del PSPV.

Encuentro con los periodistas convocado por Puig el pasado lunes en la sede socialista. Foto: PSPV 

En este sentido, en los últimos días se ha visto mayor actividad de la formación socialista tanto en redes como en medios apelando a las emociones. De hecho, Puig ha recuperado recientemente un mensaje que utilizó a finales de abril y que no había vuelto a aparecer de forma destacada: "En estas elecciones hay que elegir si Gürtel o Volkswagen", proclamó en Sagunt en referencia a la llegada de la gigafactoría contraponiéndola a los casos de corrupción del PP.

Un tipo de mensajes de campaña más pasionales donde no se había profundizado hasta ahora, al igual que en otra cuestión en la que los socialistas habían evitado centrarse y que ahora ha comenzado a tomar protagonismo desde el PSPV: el probable pacto obligado que necesitaría Mazón con Vox para alcanzar la Generalitat. Una cuestión sobre la que el candidato popular ha sido poco exigido en debates y en la propia campaña, lo que le ha permitido defender la posición oficial de aspirar a la mayoría y no descartar gobernar en minoría. Es más, ha sido Vox quien más ha puesto en apuros al candidato del PP al proclamar sin ambages que exigirán formar parte del Gobierno valenciano y tener responsabilidades que, probablemente, pasan por la vicepresidencia del Ejecutivo y algunas carteras. Precisamente este posible concurso de Vox en el Consell es uno de los argumentos que empieza a agitar ahora el PSPV, con la intención de apelar a las emociones de la ciudadanía para que este domingo acudan a las urnas y respalden la continuidad del gobierno de Puig.

Curiosamente, y esto viene ocurriendo desde hace hace semanas, la campaña socialista en la ciudad de València encabezada por Sandra Gómez es absolutamente distinta. Bien es cierto que la vicealcaldesa necesita remontar posiciones para adelantar a Joan Ribó y, al mismo tiempo, evitar que el PP de María José Catalá consiga la mayoría absoluta junto a Vox, por lo que desde el inicio ha presentado una campaña más arriesgada. 

Esto ha provocado que, al contrario que Puig, Gómez y los suyos se hayan lanzado a una campaña de gestión y emoción a partes iguales sin rehuir prácticamente ningún debate o conflicto, especialmente si tiene votos en juego. El último ejemplo, lo acaecido tras los insultos racistas al jugador del Real Madrid Vinicius en Mestalla el pasado domingo. El portavoz socialista y número dos de la lista del PSPV, Borja Sanjuán, condenó a los autores de los insultos pero también defendió a la afición valencianista ante las acusaciones generalizadas de racismo criticando el relato "impuesto desde Madrid", unas palabras pronunciadas en La Sexta que le costaron un rifirrafe con el periodista y director de Al Rojo Vivo, Antonio García Ferreras.

Puig, Zapatero, Sandra Gómez y su hijo, en la llegada al acto en su barrio, El Cabanyal. Foto: EP/Rober Solsona 

No obstante, el resto de candidatos a la Alcaldía de València de todos los signos políticos, seguían la estela de Sanjuán este miércoles e incluso su compañero, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se alineaba en contra de la generalización: "La Comunitat Valenciana no es racista, es injusto que se focalice aquí ese problema", subrayó, para añadir que le dio "vergüenza" lo que ocurrió en Mestalla igual que le ha dado "vergüenza verlo en tantos campos". Unas declaraciones que tuvieron lugar, precisamente, en una cita emotiva para el PSPV-PSOE en El Cabanyal, donde Puig acudió con Sandra Gómez y el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para celebrar la aprobación del Plan Especial (PEC). 


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