VALÈNCIA. Está claro que la actividad cultural en este país, y concretamente en esta ciudad, siempre ha necesitado un empujón. Ayuda extra. Las asociaciones siempre han promovido la cultura, han sido uno de los ejes capitales de la creación artística. El rock y el heavy metal llevan años, desde que a principios de milenio tuvieran un enorme auge, fuera del foco mediático. Es verdad que cuando Metallica o Iron Maiden realizan una gira, aparecen informaciones de éstas, pero cuando se trata el rock nacional o del metal más subterráneo, la información pasa a la invisibilidad. Casi a la clandestinidad.
Y es ahí donde las asociaciones juegan un papel destacado. Para los amantes del heavy existe en València una asociación que desarrolla eventos como conciertos, y promueve el rock como parte de la cultura musical. Metal Bats es un lugar de charla, intercambio de conocimientos sobre tu música favorita y lugar de reunión. Víctor Julián es su presidente.
Metal Bats no son unos recién llegados, llevan años como asociación, yo recuerdo ver su página de MySpace hace años. Sin embargo, durante un tiempo parecía que Metal Bats habían desaparecido, pero en realidad siempre han estado ahí porque el rock sigue muy vivo. “Realmente nunca surgió la idea de recuperar como tal la asociación, ya que nunca dejó de existir”, señala Julián. “Con mayor o menor actividad lleva activa desde 2007. Tuvimos un pequeño debacle allá por 2012/2013, pero dentro de un contexto generalizado donde la música hasta bien entrado el 2015/2016, especialmente el metal y lo que le rodea, estaba en horas bajas”, apunta.
Metal Bats ha “renacido” con una fuerza inusitada. Estuvieron a punto de desaparecer, pero el aleteo del murciélago no se detuvo y ha captado a más adeptos. “Por esas fechas, el anterior presidente se tuvo que trasladar a Madrid por motivos laborales, siéndole imposible poder compaginar todo lo que un club conlleva. No te miento si te digo que Metal Bats estuvo a punto de desaparecer en reiteradas ocasiones, pero la incorporación de sangre nueva y la reincorporación de viejos socios, así como la formación de un núcleo duro, hizo que el proyecto se relanzase”, explica.
Metal Bats no es, por supuesto, la única asociación de rock/heavy de España, ni la más antigua, pero sí la que había que recuperar de un letargo angustioso y crítico. “Los primeros meses para retomar el proyecto de una forma mucho más ‘profesionalizada’ fueron muy duros y pesados. Hemos procedido a una institucionalización de la Asociación, con todo lo que supone a nivel burocrático”, comenta el presidente.
Internet, cómo no, fue la plataforma donde la idea de formar una asociación que apoyara y uniera a los fans del metal surgió. Un lugar de encuentro para gustos parecidos e intereses comunes. “El germen de las asociaciones de heavy metal underground dio sus primeros pasos en un antiguo foro de internet llamado ‘Iberian Metal Reage’, donde locos por esta música ponían en común sus gustos, recomendaban nuevas bandas, intercambiaban música… La primera asociación dentro de ‘nuestro círculo’ fue Pounding Metal Union de Madrid, con lo cual podemos decir todos hemos bebido un poco de ella”, recuerda Julián.
Existen asociaciones muy vivas y activas como la murciana, Heavy Metal Espectros, un referente para muchos aficionados. Cada ciudad ha ido creando su club, donde uno de los pilares principales ha sido la programación de conciertos y festivales. Traer a sus ciudades bandas que jamás hayan tenido la oportunidad junto a grupos noveles. “A partir de ahí, además de la que mencionas, han surgido muchas otras asociaciones como Metal Cova (Barcelona), Metalmeria (Almería), Mediterranean Metal Maniacs (Alicante), Xaven Bangers (Jaén) o incluso algunas ya difundas como Litrona de Acero (Cuenca) o South Bangers (Málaga). La idea siempre ha sido clara, montar conciertos, de los cuales nadie se lucra. Hacemos esto porque nos gusta”, remata.
Metal Bats ha crecido como la espuma cerveza. Sus conciertos han logrado ocupar un lugar en la programación anual de rock de la ciudad. Siendo una cita obligada para socios y fans. “A día de hoy, contamos con más de 80 socios, para ser exactos, 83”, señala. “Cuando tomé las riendas del proyecto en 2014 contábamos únicamente con 14 socios. La respuesta por parte de la gente no se puede expresar con palabras. Cuando pego un vistazo atrás y pienso que como te contaba antes, la asociación estuvo a punto de desaparecer… me hubiese tirado de los pelos”, ilustra Julián.
Como señalaba antes, los conciertos son la base primordial de la asociación, y también su mejor escaparate. “El primer concierto de la asociación, allá por 2007, yo era menor de edad y no puedo darte mucha información, ya que no estaba aún en estos círculos. Pero por ejemplo, ya con mis primeras participaciones allá en 2015 eran mucho más discretas”, recuerda.
Bandas como los legendarios Fist, grupo británico que en los 80 editaron dos álbumes, pisaban por primera vez España gracias a Metal Bats en 2019, no han sido los únicos. “Desde 2017 en adelante la situación fue mejorando hasta el punto de poder retomar el formato festival en 2019 con Fist como comentas (además de Stalker desde Nueva Zelanda aprovechando una gira, así como los vascos The Wizards y los locales Bastardos)”, apunta.
Es indudable el valor de una asociación en traer a bandas prácticamente desconocidas para el público medio, pero que tienen un enorme interés para el fan y una calidad fuera de toda duda. “Siempre ha existido un hueco para la escena, en mayor o menor medida, pero cabe destacar que el público, en general, puede llegar a ser un poco imprevisible. Nunca sabes realmente como van a reaccionar a un cartel, aunque pongas bandas que consideramos interesantes”, comenta.
Hubo, como decía antes, una explosión de bandas y de interés, en especial por parte de la juventud, por el heavy y el rock en el 2000. Un estallido de ilusión que no supo o pudo tener continuidad. “Creo que a la crisis musical que antes te comentaba, se le unió un poco el cansancio de cierta parte del sector, así como la pérdida de entusiasmo que existía antes y un falto relevo generacional. A día de hoy, es cuando más gente joven estoy viendo en los conciertos de circuitos más underground… No sé si es un fallo por parte de los medios de comunicación o a qué se debe, pero poco a poco estamos consiguiendo que gente que nunca se interesó por nuestro ‘nombre’ como asociación, se acerque a ver que montamos”, analiza Julián.
A pesar de los 63 socios, montar un festival del calibre de sus últimas propuestas, como el Fright Night o el Metal Bats Fest, con bandas internacionales, con lo que eso conlleva: vuelos, hoteles, comidas… es un trabajo duro. “Siempre que se monta un concierto con una o más bandas internacionales implica un mayor esfuerzo y logística del que ya lo es para propias bandas nacionales”, admite.
Metal Bats siempre intenta innovar, agrupaciones que jamás hayan pisado la península, bandas que fuera tiene mucho predicamento pero que aquí pasan desapercibidas. Sus carteles siempre tienen un equilibrio. “Para el tema de elección de bandas, ya sea un concierto de formato más pequeño o grande, escuchamos a todos los socios. Realizamos encuestas, donde ellos primero realizan listas con bandas locales, nacionales e internacionales y posteriormente se votan. Obviamente, no siempre se puede traer lo más votado, pero nos ayuda a trazar un camino”.
Si un grupo pasa por València también puede tocar en otras ciudades, para eso el trabajo con otras asociaciones es vital. “También trabajamos en muchas ocasiones con otras asociaciones para poder montar una mini-gira a nivel nacional o incluso con promotores, ya que hay bandas que si no aprovechas esa ocasión, posiblemente, no vuelva a ocurrir”, comenta.
No solo de conciertos vive una asociación como Metal Bats, también es un lugar donde conocer gente, hablar. “Montar conciertos es nuestro eje principal y nuestro mayor fuerte”, apunta. “También hemos realizado algún pequeño viaje organizado entre los socios a festivales de otras asociaciones. Además, cada cierto tiempo, nos reunimos para tomar unas cervezas y vernos las caras. La asociación es un punto en común para todos”.
Si miramos detalladamente los carteles de sus festivales, podemos observar una querencia hacia el heavy metal clásico. Un género que gracias a una nueva generación está encontrando una segunda vida. “El heavy metal clásico fue la chispa que hizo que esta asociación surgiese, con lo cual es la base fundamental”, reconoce. “Eso no quiere decir que no haya otros géneros ya que hemos apostado por todos, o al menos casi todos. Como te comentaba antes, jugamos con muchos factores externos a nuestros gustos, ya sean giras, predisposición de las bandas, fechas…”
La llamada Nueva Ola del Heavy Metal Tradicional está encontrando acomodo y hueco en la escena. “Y sí, creo que está viviendo una ‘segunda juventud’ en parte, aunque realmente la gente que sigue yendo a los conciertos es la misma que hace diez años, para hablar de una ‘juventud’ total, tendremos que esperar unos cuantos años más y ver si se asientan unas nuevas generaciones de maníacos por esta música”, remata Julián.
“Las asociaciones ponemos un buen puñado de granitos de arena para poder impulsar lo que nosotros llamamos como “el rollo”, pero al mismo tiempo es un movimiento global que es imparable, especialmente en los años que estamos viviendo con Internet, por lo que somos tanto colaboradores como espectadores”, comenta Alberto de Lara, socio de Metal Bats.
Yo no sé si es un renacer, pero desde tiempo atrás está habiendo más interés en este tipo de bandas y conciertos, lo que es una alegría, pero todavía sigue siendo algo minoritario”, señala Alejandro Alapont, también socio del club. “Nuestro papel en esto es importante, pero los que realmente consiguen que esto gane adeptos y popularidad son los seguidores, su asistencia a los conciertos es lo que hace que esto salga adelante, que las bandas no tiren la toalla y que asociaciones como la nuestra sigamos con ganas de montar festivales y conciertos”, afirma Alapont.
La opinión de los socios siempre es muy interesante, ello son la viga que sostiene todo. Y es que tal vez una asociación como Metal Bats era realmente necesaria para impulsar el heavy rock de la ciudad. “Sin duda”, sentencia Amir Ciro, también socio de Metal Bats. “Aquí no hemos inventado la rueda, sino que hemos aprendido de lo que ha funcionado en otros lugares y lo hemos puesto en marcha. Aficionados al heavy metal siempre ha habido en Valencia. Conciertos también (aunque no sea esta una ciudad por donde suelan pasar las grandes giras).
Los bolos que organiza Metal Bats distan mucho de los programados por promotoras, aquí el interés no es comercial, sino el conciertos en sí. “Esto es algo montado desde la propia escena, desde donde montamos conciertos que ningún promotor en su sano juicio montaría. Apostamos por bandas clásicas de las cuales nos acordamos solo cuatro nostálgicos. O por bandas jóvenes que se resisten a tirar por el camino fácil de convertirse en una banda de versiones de alguna banda grande, o de seguir la tendencia que esté más de moda en EEUU en este momento. Esto es algo montado desde la escena para la escena”, señala Ciro.
Manu Velázquez, otro socio, también ve “totalmente necesaria” la creación de Metal Bats. “Cada vez es más difícil ver música en directo en Valencia, sobre todo de estilos underground. En una ciudad con tanta tradición musical, es increíble como en los últimos 20 años se han ido cerrado salas donde se podía disfrutar de música menos comercial”, apunta.
Metal Bats son parte de un reverdecer y dinamización del heavy rock en València, algo difícil. “En lo referente a nuestro rollo la asociación ha dinamizado la cosa en cierta manera”, asegura Velázquez. “Llevamos años montados conciertos y apoyando eventos con bastante éxito. Apoyando los pubs con fiestas y sobre todo difundiendo todo evento que se realiza en Valencia y alrededores. También tenemos conexiones con asociaciones de otras ciudades fuera y dentro del país, que nos permiten ampliar la difusión de nuestra música y conocer gente maravillosa de todas partes”.
Desgraciadamente el heavy metal en España no ha gozado de la misma atención en los medios que en otros países de Europa. “Podríamos hablar de los prejuicios heredados de hace mucho tiempo (cosa conocida por todos, y que le sirvió a Bruque para inspirarse a la hora de grabar “El Heavy no es violencia”). Pero en mi opinión, ha tenido mucha más trascendencia el hecho de que la presencia en los medios es algo que se consigue con dinero, siendo el talento es algo secundario en la mayoría de los casos”, señala Ciro. “Mientras en otros países europeos podemos encontrar grandes sellos que han ido colándose en los medios de gran alcance, aquí en España la escena siempre se ha caracterizado por la autoedición o por los sellos independientes, con presupuestos muy modestos”.
La invisibilidad en los medios en algo endémico y alargado en el tiempo, no de ahora. “Ahí podemos ver cómo en los ochenta, mientras Barón Rojo llenaba pabellones, los grupos de la movida madrileña estaban hasta en la sopa. Y es que tanto que se habla de la movida madrileña, pocos artistas de esa escena han dejado algo interesante para la posteridad. Todo fue algo que en otras ocasiones estaba más basado en una estética transgresora que en algo reseñable a nivel musical”, comenta Ciro.
Velázquez también habla sobre la presencia del heavy metal en los medios en Europa. “En general a excepción de Finlandia y Suecia en el resto de Europa, el género sigue siendo underground”, comenta. “Siempre lo ha sido así y salvo excepciones como Metallica o los grupos de hair-metal de los 80, el heavy metal se ha movido sin una gran relevancia en grandes medios de comunicación. Siempre ha tenido muchísimos seguidores y eventos multitudinarios, pero no ha transcendido en la prensa generalista. Desde mi punto de vista no es algo exclusivo de nuestro género, pasa lo mismo con otros géneros como el blues o el Jazz”, remata.
Volviendo a Metal Bats, y su importancia en la escena en directo de València. Alejandro Alapont nos señalaba la relación que existe con otras asociaciones de España. “Tenemos muy buenas relaciones con otras asociaciones: Metal Cova (Barcelona), Pounding HMC (Madrid), Metalmería (Almería), Mediterranean Metal Maniacs (Alicante)… y lo normal es que cuando alguna de ellas celebra algún evento o su festival, movernos de unos lugares a otros para asistir”, apunta. “De hecho algunos miembros de Metal Bats son socios de varias asociaciones. Incluso hemos estrechado lazos con el club alemán Northern Darkness HMC, quienes nos hicieron un reportaje en su día y actualmente seguimos en contacto”.
“En lo relativo a los clubes, es ya por pura tradición metálica, que viene desde los años de la fundación de los mismos. Siempre ha existido esa estructura de colaboración y apoyo que va intrínseca en el ADN de lo que implica ser underground y participar en la “escena”, comenta Alberto de Lara. “A día de hoy, para que esta relación orgánica tenga también un componente más objetivo, se ha creado una estructura interclub, en el que las juntas directivas de las distintas asociaciones se ponen en conocimiento las unas a las otras acerca de futuros eventos que van a realizar, ofertas que se hacen a los socios de los otros clubes... entre otros beneficios”, remata.
Los conciertos que levantan con tesón desde Metal Bats también tienen público de fuera del Cap i Casal. “Respecto a asistencia de otros lugares a nuestros eventos, además de miembros de otros clubs, ha llegado a venir gente desde Madrid, Barcelona o Murcia, lo que significa que montamos carteles mueven a gente de fuera de la Comunidad Valenciana, lo que es una excelente noticia”, afirma Alapont
Como ya ha comentado Alapont, son muchas las personas que vienen desde fuera para disfrutar de una noche de rock. “En lo relativo al movimiento de gente de fuera, siempre ha habido una “rotación” de público de otras comunidades que van como nómadas vagando de unos conciertos de clubes a otros”, apunta de Lara, que habla con conocimiento de causa. “En mi caso personal, siendo un socio de Murcia, así ocurre. Cojo mi coche al menos 3 veces por año para asistir a algo organizado por Metal Bats, aunque sea una simple “reunión”. Ese sentimiento de piña es muy importante”, comenta.
Con tantos eventos a sus espaladas en el club, quizás haya habido uno que fue el que dio el campanazo. “Yo diría que hasta la fecha el que más me ha marcado fue nuestro V Festival, el primero al que asistí como socio y estuve en la organización del mismo y pude ver en primera persona lo complejo que es montar un evento de esas características”, apunta Alapont.
Está claro que cada uno tiene un evento al que le tiene un especial cariño. “Ediciones como la de Vortex (banda que da nombre al club por su canción himno), o la de Metal Bats Fest IV (Cauldron, Striker...) tienen una gran importancia en los años en los que se hicieron”, recuerda de Lara. “Para mí el bolo que se hizo en Peter Rock de Witchtower + Evil Killer + Alae Noctis + Destral tiene mucha importancia porque es cuando marcó el resurgimiento oficial del club por todo lo alto, después de años bastante jodidos”, concluye.