VALÈNCIA. El traspaso de más de 1.100 millones de euros en activos a Metrovacesa por parte de sus dueños (los bancos Santander, BBVA y Popular) encumbran a la inmobiliaria al liderazgo del sector en España con una cartera de más de 6 millones de metros cuadrados de superficie edificable.
Se trata de un liderazgo involuntario, consecuencia de la caída de los señores del ladrillo y del cobro de sus deudas en especie -traspasando sus solares a la banca que los financió-. Y en la Comunitat este fenómeno es de lo más paradigmático. Metrovacesa se ha convertido en referencia del sector precisamente tras heredar activos de la saga más popular entre los constructores valencianos: la familia Soler.
La inmobiliaria, preguntada por su relación de activos en la Comunitat tras el último traspaso de sus propietarios, detallaba este viernes a Valencia Plaza que "en el proceso de aportación se han incorporado suelos con una edificabilidad total de algo más de 440.000 metros cuadrados para la construcción de 3.700 viviendas". "Sumados a la cartera anterior de Metrovacesa totalizan 660.000 metros cuadrados edificables para la construcción de 5.700 viviendas", cifra la firma.
La compañía detalla que, dentro de esta gran bolsa, sus mejores activos se encuentran en los barrios valencianos de Moreras, Patraix y Benimaclet y en la playa de la Patacona (Alboraya), en concreto en el sector de la firma Bodegas Vinival.
Fuentes del sector inmobiliario concretan que, en el PAI de Moreras (donde Metrovacesa podría solicitar construir hoy mismo por tratarse de suelo finalista) los terrenos traspasados a la enseña pertenecían a los hermanos Juan Bautista y Javier Soler, quienes no pudieron asumir una deuda con Banesto y acabaron entregando los solares.
Se trata de activos devaluados con la crisis pero revalorizados con la recuperación y, en concreto, convertidos en un gran atractivo para el comprador extranjero por su cercanía a la Ciudad de las Artes y las Ciencias y al Oceanogràfic. Los terrenos de Metrovacesa en el barrio tendrían capacidad para entre 300 y 400 viviendas.
Por lo que respecta a la antigua área industrial de Bodegas Vinival, las mismas fuentes subrayan que el suelo traspasado a la inmobiliaria formaba parte de uno de los proyectos más atractivos que le quedó por desarrollar a Bautista Soler, el patriarca de la saga. Los activos acabaron en manos del Santander como consecuencia de la crisis del promotor, si bien en este caso particular se trataba de un proyecto viable que fue arrastrado por otros que no lo eran tanto.
Prueba de ello ha sido la finalización por parte del banco de los edificios que se quedaron por acabar y el impulso que ya está recibiendo la segunda fase. Tanto Santander como BBVA ya trabajan para presentar un proyecto de urbanización al Ayuntamiento de Alboraya que incluiría centenares de viviendas y una zona comercial, tal y como informó Levante-EMV el pasado sábado.
Patraix y Benimaclet también fueron dos barrios ansiados por los Soler en los que ahora es propietaria Metrovacesa. En el caso del primero, uno de los más activos del sector inmobiliario en la ciudad por sus suelos finalistas, los Soler también perdieron solares, si bien no se tiene constancia de que se trate de los que ahora recibe Metrovacesa. Por lo que respecta al PAI de Benimaclet, de 'suelo en gestión', las propiedades heredadas por Metrovacesa fueron durante años objeto de deseo de la familia de promotores, que nunca lograron convertirse en propietarios.
Al margen de estos solares de València y su área metropolitana Metrovacesa también cuenta con activos en Benalua Sur y Albufereta (Alicante), Nou Nazareth (San Juan de Alicante), El Acequión (Torrevieja), varios solares en Castellón de la Plana y Sagunto y suelos urbanizables en primera línea en El Puig.