VALÈNCIA. “China es un país que tiene un estrategia bien definida y la tiene con una fecha concreta: 2049, año en el que se cumple los 100 años de la Revolución y en el que quiere ser la primera potencia del mundo”. Así lo ha indicado el general director del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), Miguel Ángel Ballesteros, en el almuerzo-coloquio centrado en cómo utilizar la geopolítica en el desarrollo y la expansión de las empresas, organizado hoy por la Asociación Española de Directivos (AED) en el Hotel The Westin Valencia.
El encuentro, que se engloba dentro del ciclo #DiálogosAED, ha servido para trazar los grandes desafíos geopolíticos mundiales y cómo estos pueden afectar a la expansión de las empresas o a la firma de acuerdos comerciales en un mundo globalizado. En este sentido, Ballesteros ha destacado el papel de China, que “quiere ser el líder del mundo, tanto en un sentido militar, sobre todo en su región, como económico”. “Les está dando un resultado magnífico”, ha destacado en contraposición a la actual estrategia de Estados Unidos “basada en el repliegue, dejando cancha libre a Rusia y China”.
“Los países occidentales estamos cayendo en el cortoplacismo y, si el problema de hoy no está enmarcado en una estrategia, no lo comprendemos”, ha señalado el responsable del instituto de análisis geopolítico dependiente del Ministerio de Defensa. En este sentido, Ballesteros se ha quejado del actual clima en el que reina la posverdad, “un verdadero problema para el mundo libre”. Para ejemplificarlo, ha usado el caso del proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea, a la que ve en “el momento más difícil de toda su historia”. “Hay varios países inmersos en un proceso de renacionalización que no ven la necesidad de una mayor integración: Europa es como una bicicleta, si deja de pedalear primero se para y luego se cae, por eso debería estar en constante movimiento”, ha explicado. Sin embargo, ve un atisbo de mejora con los actuales gestores europeos a los que “comienza a verse una visión estratégica de largo recorrido”. “Es malo que se vaya el Reino Unido, pero también es una oportunidad para avanzar más deprisa en Política Común de Seguridad y Defensa”, a lo que Londres se ha mostrado reacio.
El general Ballesteros ha comenzado su intervención poniendo en valor los estudios geopolíticos, no como una foto fija de una determinada zona del mundo, sino como una suma de indicadores que sirven para, “desde una perspectiva multidisciplinar”, poder “anticiparse a los problemas y que no nos sorprendan situaciones que no conocemos”. Cuestiones, que en palabras del máximo responsable del IEEE se pueden trasladar perfectamente a cualquier empresa que esté interesada en instalarse en un determinado país o que quiera llegar a acuerdos con socios locales. “No te puedes limitar a hacer un análisis DAFO, hoy nos tenemos que replantear el riesgo país, que ha evolucionado hasta el concepto de región geopolítica como consecuencia de la globalización”, ha matizado.
De cara a escoger una región para realizar el análisis que debe decidir si es buen momento para invertir, Ballesteros ha avisado que se debe tener en cuenta los múltiples factores geopolíticos que influyen en la estabilidad de cada región. “Conviene analizar también dónde tenemos intereses y seguir a esos países, analizar de dónde nos vienen los problemas y saber qué sucede en el ciberespacio, sabiendo que en él no hay distancias”, ha explicado. Ha puesto como ejemplo el caso de Irán, país al que el bloqueo impuesto por la comunidad internacional, unió la guerra comercial desatada por Arabia Saudí mediante una bajada el precio del petróleo: “Terminado el bloqueo, Irán se presenta como un buen mercado donde las empresas pueden trabajar, aunque disponiendo de recursos financieros propios ya que previsiblemente aplazará el pago de las prestaciones”.