José Miralles da un salto cualitativo en su trayectoria como empresario hostelero con la apertura de este nuevo proyecto, situado frente a la playa de la Patacona, en el espacio que antes ocupaba Brassa de Mar.
El misterio ya se ha resuelto. Las lonas que desde hace meses cubren el perímetro del antiguo restaurante Brassa de Mar frente a la playa de la Patacona se retirarán el próximo mes de marzo con motivo de la apertura de MIMAR, un nuevo restaurante de alta cocina mediterránea destinado a convertirse en un gran referente de la gastronomía valenciana. Se trata de un proyecto de restauración concebido para ofrecer una experiencia gastronómica única en primera línea de playa, con la mejor despensa del mar, una espectacular oferta de arroces y una revisión contemporánea de platos marineros. Todo ello en un entorno arquitectónico elegante y acogedor diseñado por Francesc Rifé.
MIMAR supone un salto cualitativo en la trayectoria de José Miralles como empresario hostelero. Este nuevo restaurante es, en primer lugar, una apuesta decidida por el producto. Los clientes encontrarán las mejores materias primas disponibles en el mar Mediterráneo y la huerta de Alboraya en cada temporada. Pero MIMAR también nace con la aspiración de convertirse en un referente en la ciudad para la degustación de los mejores pescados y mariscos de otras costas españolas. Es por tanto un restaurante con ADN mediterráneo, pero con una mirada amplia, en la que tienen cabida tanto la gamba de Denia, las cigalas y las espardeñas como el caviar, los percebes, el rodaballo o la langosta. El hilo conductor es la mayor calidad disponible, allá donde se encuentre.
MIMAR no será únicamente un restaurante de producto; habrá muy buena cocina. Por esta razón, para esta nueva aventura se ha buscado a un cocinero excepcional, con un conocimiento muy profundo del recetario marinero. Raúl Aleixandre, Premio Nacional de Gastronomía, es uno de nuestros grandes expertos en cocina mediterránea. En él se aúna el profundo conocimiento de la tradición y una incesante vocación de modernidad. “Regreso al territorio donde me siento más cómodo. Vuelvo a trabajar frente al mar, en un restaurante que apostará por la cocina marinera de alta gama y con un punto contemporáneo”, comenta Aleixandre, que suma a sus méritos el hecho de haber sido el primer chef valenciano reconocido con una estrella Michelin (que fue para Ca’ Sento, el restaurante que fundaron sus padres en el Grao en la década de los setenta del siglo pasado).
“He contratado las mejores manos posibles para tocar el marisco y pescado -añade Jose Miralles-. Raúl y yo nos conocemos desde que éramos adolescentes y nuestros padres regentaban negocios de hostelería relacionados con el mar. Estoy muy contento de que este proyecto, al que llevo dando forma varios años, nos haya unido de nuevo en el momento más maduro de nuestra trayectoria”.
MIMAR no será un restaurante más de primera línea de playa. Su localización privilegiada a veinte metros del mar vendrá acompañada del máximo nivel de exigencia en todos los aspectos, desde la bodega y la presentación de los platos hasta el servicio. Todo ello en un entorno de diseño amplio, elegante y acogedor, perfecto para prolongar las sobremesas.
Las dimensiones del restaurante -compuesto por una amplísima terraza de 750 metros cuadrados, una cómoda barra de más de diez metros de longitud con vistas al mar y una zona interior con reservados- permite ofrecer al cliente distintas experiencias gastronómicas. Existirá la opción de disfrutar de una comida o cena pausada con servicio de mesa y mantel de lino, pero también la de degustar tapas y exquisiteces del mar en un ambiente más informal.
Para llevar adelante un proyecto de restauración tan exigente, se ha contado con los mejores profesionales de cada campo. La remodelación integral del espacio ha corrido a cargo del prestigioso estudio de arquitectura e interiorismo Francesc Rifé. Su propuesta se ha marcado como objetivo capturar el espíritu mediterráneo e inducir un estado de ánimo relajado.
La terraza se ha diseñado especialmente para ser cómoda y de temperatura y luz agradable durante los doce meses del año. Cuenta con una gran estructura metálica con envoltura de lamas de madera que abre la opción de cubrir las mesas con un sistema textil que protegerá a los comensales tanto del sol como de las posibles lluvias.