VALÈNCIA. Almussafes o Saarlouis. Saarlouis o Almussafes. Esa es la cuestión que desde hace meses dirime la dirección de Ford sobre los dos modelos eléctricos que tiene pendientes de asignar. Una de ellas será la que reciba la nueva carga de trabajo y la tensión está sobre el ambiente porque el futuro de ambas está en juego. Las administraciones españolas y alemanas están moviendo ficha para exhibir la idoneidad de cada ubicación porque no hay nada decidido. Y, en medio de esta pugna, la secretaria autonómica de Modelo Económico y Financiación, María José Mira, consideró que la multinacional sería "tonta" si no se decanta por tierras valencianas por "todo el apoyo recibido por parte del sector empresarial valenciano y el gobierno".
Así lo subrayó Mira en una jornada organizada este jueves por Valencia Plaza, el Ayuntamiento de Sagunt y la empresa pública Espais Económics Empresarials, que gestiona Parc Sagunt, en la que se abordaron las oportunidades que supone la gigafactoría de Volkswagen para la industria valenciana y su tejido económico. Un espacio en el que se destacó el revulsivo que supondrá esta inversión para la generación de riqueza en el territorio valenciano, pero también se analizó la transformación que vive el sector del automóvil. Y, en ese momento, la decisión de Ford se coló en el debate.
"Ford tiene una obligación moral con la Comunitat Valenciana de adaptar su estructura al vehículo eléctrico", remarcó Mira, quien además, destacó que en Sagunt va a contar con "un hub" de su sector por todo el ecosistema que va a crear Volkswagen con su fábrica de baterías y del que la firma del óvalo se podrá beneficiar. Y más teniendo en cuenta que ambos fabricantes automovilísticos sellaron hace años un acuerdo para la fabricación de modelos eléctricos, unos coches que se fabrican en Colonia (Alemania).
Pero, además, el gigante alemán ya ha dejado claro que está "abierto" a colaborar con otros fabricantes y a generar sinergías en la producción para otras marcas automovilísticas en Sagunt, pero siempre que su capacidad productiva lo permita.
Por tanto, para Mira sería "tonto" no aprovechar ese know how y todo el apoyo recibido estos años por parte de las diferentes Administraciones, especialmente de la Generalitat, y de todo el tejido empresarial valenciano. "Voy a ser políticamente incorrecta, pero sería tonta Ford si no considera todo esto. Tiene esa deuda", reseñó. A su juicio, la multinacional debe tener en cuenta la "economía de la aglomeración", es decir, aprovechar los beneficios de ubicarse próxima a otras empresas que generan efecto arrastre, como es el caso de Volkswagen.
"La gigafactoría obligatoriamente impulsa a Almussafes con una serie de fortalezas que no va a poder obtener en otras zonas", defendió. Así insistió en que la cercanía con Sagunt le permitirá acogerse al "efecto tractor" de la planta de baterías y todo ese parque auxiliar de proveedores que se generará en torno a ella. Pero también, podrá recibir el talento que se va formar para el nuevo cometido. "Tienen que aprovechar el nuevo clúster y el efecto tractor de innovación, así como la tecnología que va a propiciar Volkswagen", enfatizó.
El proyecto de VW, que transformará la industria del automóvil en España hacia el vehículo eléctrico y conectado, implica la creación de 3.000 empleos directos hasta 2030 y una inversión asociada de 3.000 millones de euros de los 10.000 millones que el Grupo Volkswagen movilizará para electrificar su negocio en España. Además, se calcula que de forma indirecta se podrían crear otros 12.000 puestos de trabajo.
Una iniciativa de la que podría beneficiarse Ford y que para muchos supone una gran ventaja competitiva para las instalaciones valenciana en la pugna que la factoría mantiene con la alemana de Saarlouis para adjudicarse los dos modelos eléctricos. No obstante, será a finales de junio cuando los directivos de la compañía norteamericana anuncien la elección de la ubicación.