VALÈNCIA. El método de concesión de ayudas que el conseller de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, Rubén Martínez Dalmau, escogió para la convocatoria de Reconstruïm Pobles no ha sentado bien aquellos municipios que se han quedado fuera del concurso. Y es que, esta línea de subvenciones destinada a rehabilitar edificios municipales y entornos patrimoniales fue revestida de concurrencia competitiva cuando, en realidad, 24 de los 70 beneficiarios fueron seleccionados a dedo y sin atender a los baremos que la propia institución designó para poner en marcha el proceso. Así, localidades que por puntuación deberían haber obtenido el dinero han sido sobrepasadas por otras peor valoradas. Es el caso de Mislata y Albaida, que ahora amenazan con presentar un contencioso administrativo contra el conseller si no se aclara debidamente la situación.
Ambos municipios se quejan de que el proceso de concesión de las subvenciones fue opaco, "extraño" y con pocas garantías. Esto se debe a que la Conselleria tan solo hizo pública una lista con los municipios que sí que habían obtenido la ayuda, pero omitió tanto los criterios de selección como la nota que cada uno de los proyectos había obtenido. Un hecho insólito en los procesos de concurrencia competitiva, y que dejó a los Ayuntamientos excluidos sin saber qué era lo que había fallado ni tampoco en qué posición se encontraban.