La Missa d'Infants cumple 100 años, convertida en cita "heredada de generación en generación"

VALÈNCIA (EP). La tradicional Missa d'Infants, que reúne a miles de devotos cada segundo domingo de mayo, cumple 100 años de celebración en la plaza de la Virgen de València, como muestra de la "devoción heredada de generación en generación" para los valencianos y convertida en un acto "multitudinario" y de los más destacados de la festividad de la Mare de Déu dels Desemparats, patrona de la ciudad y la Comunitat Valenciana.

La primera celebración de este acto religioso tuvo lugar en 1924, acompañada de los cantos de voces blancas de niños procedentes de colegios valencianos. Para conocer el origen de "uno de los actos más emblemáticos" de la fiesta de la patrona de los valencianos, hay que remontarse un año antes, a 1923, cuando, con motivo de la Coronación Canónica de la imagen, se celebró una misa de Comunión para niños en la Catedral, acompañada por los cantos de voces blancas infantiles.

Así lo explica la directora del Museo Mariano de la Virgen de los Desamparados (MUMA), Mª Ángeles Gil, quien relata que "fue tal el éxito que tuvo que, a raíz de esa explosión de devoción y la multitudinaria participación, se planteó sacar esta celebración del interior de la Seo y trasladarla, con permiso del Ayuntamiento de la ciudad, a la plaza de la Virgen".

"No se pensó en más escenarios porque realmente lo organizaba la ciudad, no la organizaba la Basílica y, por tanto, tenía que ser un espacio común a todos los valencianos, es decir, un espacio civil cercano a la Mare de Déu", ha señalado.

Una ubicación que vino marcada también por la costumbre de instalar tapices de flor en la fachada de la Basílica, con motivo de las celebraciones en honor a la patrona. "Los tapices eran representaciones artísticas de la Virgen en flor. Precisamente, a partir de 1924, se instalará de forma continua, convirtiéndose así en un retablo para la misa", ha apuntado.

Precisamente, el entonces arzobispo de Valencia, Marcelino Olaechea, hace cien años, definió esta primera misa celebrada en la plaza de la Virgen como un "acto místico al aire libre del pueblo valenciano", una tradición "que nos ha llegado hasta nuestros días, con sus evoluciones y sus cambios, pero con el mismo espíritu, con el protagonismo de los niños y la participación de representantes de las principales instituciones y entidades valencianas", añade la directora del MUMA.

"Uno de los actos más esperados y emotivos"

En este sentido, el actual rector de la Basílica de la Virgen de los Desamparados, Juan Melchor Seguí, ha indicado que las fiestas de la patrona "tienen tantos actos y acontecimientos que siempre hay algún aniversario que celebrar", como el que tuvo lugar el año pasado, el Centenario de la Coronación de la Virgen y, este año, el centenario de la Missa d'Infants.

"Es quizás uno de los actos más esperados y emotivos de las fiestas de mayo de la Virgen", ha asegurado Melchor Seguí, quien recuerda también la misa de Comunión para niños que acogió la Catedral en 1923, origen de la Missa d'Infants. Esta celebración, ha resaltado, "poco a poco ha ido adquiriendo relevancia y ha ido más allá de una misa de niños porque hoy se ha convertido en la gran misa, en la gran celebración eucarística de las fiestas de la Virgen".

El rector de la Basílica señala que, como seminarista, ya participaba en la Missa d'Infants y, ahora, como rector, asegura que lo vive "de una forma distinta, con mucho gozo y con mucha alegría al poder ayudar a organizar estos actos tan queridos y tan extraordinarios para el pueblo valenciano".

Por su parte, la camarera y presidenta de la Corte de Honor de la Virgen de los Desamparados, Mª Dolores Alfonso, ha afirmado que para ella la Missa d'Infants es "uno de los actos más emotivos" de la fiesta de la Virgen: "Es una misa entrañable que disfruto mucho y recuerdo con mucho cariño". En esta línea, ha expresado su deseo de que esta celebración "nunca pare y siga dignificándose porque es una cosa de niños".

La música, protagonista de la Missa d'Infants

Una parte importante de esta celebración es el acompañamiento musical que caracteriza a la eucaristía. Al respecto, la Missa d'Infants cuenta con una evolución musical "muy interesante", según el director musical de la Escolanía de la Virgen, Luis Garrido, agrupación coral que cuenta con un papel "protagonista" en la celebración.

"Tras aquella primera misa en el exterior, donde según las crónicas participaron más de mil niños de las escuelas municipales, la celebración se convirtió en un acto homenaje a la Virgen de los Desamparados", ha relatado Garrido.

En la primera misa de niños en la plaza de la Virgen, presidida por el sacerdote valenciano José Martí Casaní y que contó en la dirección con la batuta del canónigo Patricio Benyto, se puede apreciar que la celebración "ha evolucionado muchísimo, tanto en sus intérpretes como en la propia música", ha destacado.

El repertorio cuenta con composiciones de "grandes maestros" como José Roca, Salvador Chulià o su hijo Vicente Chulià, piezas que permanecen "en el recuerdo de los valencianos", como 'Al matí cap a llevant', el Ave María de Romeu, las obras compuestas para la festividad de la Virgen por el que fue canónigo de música sacra de la Catedral, José Climent o la 'Ofrena a la Mare de Déu' de Eduardo López Chavarri, entre otras.

Una interpretación al frente de la cual está la coral Juan Bautista Comes y la Orquesta Sinfónica del Conservatorio Municipal José Iturbi de València, a la que se vuelven a sumar, desde el año pasado, los cantos de la Escolanía de la Virgen, cuyos escolanes en las últimas décadas prestaban su ayuda en el altar y las lecturas, pero no con sus cantos.

La Missa d'Infants, destaca Garrido, es "un acto devocional que recuerda aquella misa de niños celebrada hace cien años y que representa a todos los infantes que cantan ante la Mare de Déu". Una celebración que tiene "la música como hilo conductor, que nos eleva y nos acerca a Nuestra Madre".

Acto "multitudinario"

El director musical de la Escolanía de la Virgen ha puesto en valor que en la actualidad se ha convertido en un acto "multitudinario e institucional", pero ha pedido no olvidar "su germen total y absolutamente infantil, como una misa para niños". De hecho, ha expresado su deseo de que "algún día se recupere aquella idea de que los niños puedan venir y cantar".

La devoción a la Mare de Déu se extiende por numerosos países, especialmente allá donde hay presencia de valencianos, que en su peregrinaje por la vida llevan consigo "un amor a la Virgen de los Desamparados transmitido de generación en generación", destaca el Arzobispado de Valencia.