VALÈNCIA. Los partidos firmantes de la moción de censura en Montserrat ya han pulido todos los detalles para sustanciarla. La votarán a favor mañana viernes, día inicial de diciembre, a partir de las 12 horas y en un salón de pleno que presumiblemente se llenará para contemplar la primera acción de estas características en el presente mandato en la provincia de Valencia.
El futuro alcalde, Sergio Vilar, del Partido Popular, tiene amarrados los cuatro sufragios de su partido, los dos de Vox y el decisivo de la formación local AIGUA, que en el pasado ha configurado gobierno con el PSPV y esta vez, después de mantenerse en la oposición desde junio, se ha decantado por el PP. Completan los siete votos y el sépteto que constituirá el futuro ejecutivo local los dos ediles de Vox.
Pasarán a la oposición el actual alcalde, el socialista Josep Maria Mas, tras dos décadas en el cargos, y su socio de Compromís. Entre ambos suman seis concejales sobre el total de 13 del hemiciclo, insuficientes para alcanzar la mayoría absoluta.
El nuevo gobierno que, salvo imprevistos, surgirá de la moción de censura tiene claro su objetivo inmediato: aprobar el presupuesto del próximo año 2024, analizar la situación económica y ver qué proyectos pueden acometer. Sobre esa base tratarán, tal como explica Sergio Vilar, de "dar continuidad al día a día y al trabajo de todos los técnicos del Ayuntamiento y demostrarles nuestra plena confianza en su labor".
El futuro alcalde también insiste en la "imagen de unidad" del tripartito que dirigirá Montserrat a partir del pleno de mañana viernes si este termina con la previsible reprobación y censura del actual primer edil y su relevo por el candidato del Partido Popular. "Tanto AIGUA como Vox y PP hemos perdido la confianza en el actual alcalde y hemos optado por una alternativa", resume Vilar.
La Agrupación Independiente General de Urbanizaciones y Asociaciones -denominación completa del partido local que aporta el séptimo y decisivo voto a la moción- ya ha anunciado la postura inequívoca de su único edil, Vicente Belenguer, y las condiciones que ha puesto para rubricar el pacto. De hecho, ha difundido las cláusulas del acuerdo firmado con el PP y su compromiso a apoyar a Sergio Vilar.
A cambio de su voto ostentará la segunda tenencia de alcaldía y las delegaciones de Urbanizaciones, Agua y Urbanismo -tal como adelantó Valencia Plaza-, y la representación en el Consorcio de Bomberos y en la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi). También disfrutará de una dedicación parcial remunerada y supervisará, mediante un auditoría, que las cuentas cuadran.
Entre sus peticiones se hallan igualmente que la tasa de podas (asunto que afecta especialmente a las urbanizaciones) la asumirá el Ayuntamiento durante todo el mandato, mayor vigilancia de la Policía Local en el término municipal o instalación de cámaras de vigilancia en lugares conflictivos. Por otro lado, exige más servicios de mantenimiento, una mayor subvención para la mejora de caminos y supresión de socavones, unificación de la cuota del agua en todo el municipio, transporte a la carta e iniciar el desarrollo de proyectos urbanísticos en las colonias y urbanizaciones.
El pacto también implicará a la Diputación, y en particular a su Servicio de Carreteras que dirige la vicepresidenta Reme Mazzolari, ya que le pedirán más seguridad en la CV-415 y acelerar el proyecto de duplicación de la CV-405. Del mismo modo, afectará a organismos como el EMTRE, al que le instarán a incorporar a Montserrat al área metropolitana de transporte
AIGUA advierte de que, aunque el acuerdo se firma para cuatro años, "el incumplimiento de algún punto anulará el pacto y dará carta de libertad a cualquiera de las fuerzas para seguir su propio rumbo". De ese modo se da un margen para cambiar de opinión si considera que el pacto no se está cumpliendo.
Eso, en cualquier caso, sería en un futuro lejano. El cercano, el inmediato, contempla la moción de censura que se celebrará mañana. El socialista Josep María Mas ya ha asumido que desembocará en su reemplazo por el popular Sergio Vilar, con 30 años recién cumplidos y responsable de una empresa logística de automoción.