Mohawk también sufre la caída de la demanda pero su cerámica aguanta mejor que el resto del grupo

CASTELLÓ. Son pocas las compañías que escapan a la paralización del mercado inmobiliario global. Tanto es así que el principal fabricante mundial de cerámica, y de otros tipos de revestimiento y suelo, Mohawk, también sufrió en sus carnes el año pasado la ralentización del sector. Lo hizo hasta el punto de que sus ventas de productos cerámicos se contrajeron, aunque lo hicieron en menor medida que el resto de áreas del grupo. 

A pesar de que la caída del segmento cerámico de Mohawk fue de solo el 0,17% hasta situarse en 4.300 millones de dólares (3.960 millones de euros, al cambio actual), es significativo el empeoramiento de la tendencia ya anunciada en 2022, cuando el aumento del 10,7% en la facturación de esta rama se debió principalmente a la inflación, ya que la firma redujo la cantidad de metros cuadrados situados en el mercado.

Segunda contracción del grupo en cuatro años

A pesar de ello, para la esperanza del sector cerámico occidental queda que, en el seno del grupo propietario, entre otras marcas, de la italiana Marazzi, con presencia en Castellón, la cerámica funcionó sensiblemente mejor que el resto de productos. De esta manera, la contracción de Mohawk Industries en 2023 fue del 5,1%, hasta situar sus ventas en 11.100 millones de dólares (10.230 millones de euros), una cifra incluso por debajo de su facturación de 2021. Esto se debió a que sus otras ramas cayeron en mayor medida (un 9% el sector del suelo de América del Norte y un 6,7% el del resto del mundo, del que se excluye la cerámica). 

Todo ello llevó al grupo a su segunda contracción de los últimos años, tras la de 2020 debida a la pandemia, y a una caída de los beneficios netos ajustados, que se situaron en 587 millones de dólares, frente a los 823 del año anterior, según ha informado a través de una nota de prensa recogida por Ceramic World Review.

Esta coyuntura ha hecho que el segmento cerámico gane todavía más relevancia en el conglomerado del primer fabricante mundial, hasta suponer un 39% de su cifra de negocio. No en vano, tras las compras de 2022, el pasado año fue el de la integración de Vitromex en México y Elizabeth en Brasil, aunque ambos mercados funcionaron "significativamente" mal, señala el grupo. A su vez, en Estados Unidos el grupo está ampliando su red de distribución a través de centros de servicio locales.

La recuperación, para el año en curso

Con todo ello, el comportamiento del mercado matizó las previsiones de Mohawk del año pasado a estas alturas, cuando estimaba que la recuperación podía comenzar en el primer trimestre de 2023. Finalmente, no fue hasta el último del pasado año cuando empezó a ganar ventas (creció un tímido 0,6%). 

Ahora, según las palabras del presidente y director ejecutivo de Mohawk Industries, Jeff Lorberbaum, el grupo ha tocado fondo y solo puede mejorar, sobre todo a partir de la segunda mitad del año, debido a unas condiciones del mercado más favorables, además de a factores internos. "El ritmo de mejora dependerá de las tasas de inflación, la confianza de los consumidores y la fortaleza de las ventas de viviendas", comenta Lorberbaum. Todo ello debe derivar de una mejora de los tipos: "Los mercados anticipan que los bancos centrales bajarán las tasas de interés, ampliando las ventas de viviendas, la remodelación residencial y los proyectos comerciales". 

En cuanto a las zonas geográficas, el responsable del gigante norteamericano apunta que en el grupo creen "que los mercados de Estados Unidos y América Latina podrían mejorar antes que Europa, que podría quedarse atrás debido a las presiones geopolíticas actuales".

Este es el panorama que dibuja Mohawk actualmente en el sector cerámico. En los últimos meses, al grupo se le ha relacionado con un importante productor castellonense, del que podría estar barajando la compra.