el gobierno de españa quiere que sus cargos midan su exposición pública

Moncloa impone un silencio estratégico: ni entrevistas, ni comparecencias... para que Mazón siga en el foco

16/01/2025 - 

VALÈNCIA. El Gobierno de España presidido por Pedro Sánchez tiene clara su estrategia política para la Comunitat Valenciana en el escenario posdana. Comunicar sus paquetes de ayudas, liderar la reconstrucción en lo que se refiere a las infraestructuras, ofrecer créditos en condiciones ventajosas... y dejar al mismo tiempo que el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, se 'cueza' en su propia salsa. Esta cruda perspectiva de la posición del Gobierno central se sostiene en el silencio táctico que algunos referentes estatales están adoptando desde el punto de vista de la exposición pública.

En este sentido, sorprende que el comisionado para la Reconstrucción nombrado por el Gobierno de España, José María Ángel, un dirigente siempre presto a dar la cara ante los medios de comunicación, no haya concedido desde que fue nombrado hace más de un mes ninguna entrevista ni tampoco realizado comparecencia pública alguna, tal y como recordaba este martes Bernardo Guzmán en la Cadena Ser. Además, tampoco ha impulsado una reunión con el vicepresidente para la Reconstrucción, Francisco José Gan Pampols, en todo este tiempo.

De la misma manera, también se han medido con cuentagotas las entrevistas en el caso de la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, quien aparte de alguna ronda concreta con televisiones nacionales, precisamente sólo ha concedido un cara a cara a la Cadena Ser en todo este tiempo. Si bien Bernabé es una dirigente que se ha convertido en la cara visible del Gobierno en la Comunitat durante esta crisis y sí se enfrenta al escrutinio público de forma continua desde que estalló la Dana, llama la atención que exista desde la Moncloa un control y limitación respecto a determinada proyección mediática. Prueba de ello es que en el programa 'Salvados' emitido semanas atrás, no hubiera representación estatal,  especialmente de la delegada del Gobierno, siendo la principal representante del Ejecutivo central que estaba presente en el Cecopi el día de la catástrofe.

Capítulo aparte merece la gestión de comunicación que se está realizando con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, que se encuentra prácticamente desaparecido de la esfera pública desde que estallara la crisis el 29 de octubre. Mientras el Consell liderado por Mazón, así como el PP encabezado por Alberto Núñez Feijóo, han puesto en estos dos meses y medio el foco en la gestión realizada por el organismo hídrico dependiente del Gobierno de España, el máximo exponente de la CHJ ha permanecido alejado de los medios de comunicación, sin realizar comparecencias ni conceder entrevistas. Tan sólo un acto a puerta cerrada con alcaldes para dar explicaciones sobre la Dana y un encuentro con el vicepresidente segundo Francisco José Gan Pampols son el pobre bagaje de un representante que resulta clave para entender lo ocurrido el 29 de octubre y también para contribuir a la búsqueda y ejecución de soluciones para que un evento de esas características no se repita.

Pese a que nadie ofrezca confirmación oficial sobre esta estrategia, fuentes del partido deslizan que este tipo de conducta se debe a que existe un marcado control por parte de la Moncloa respecto a la estrategia comunicativa que debe adoptarse ante esta crisis. 

Una táctica que, no obstante, empieza a ofrecer dudas sobre el terreno, dado que el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, que viene sufriendo abucheos en diversos actos y cuya dimisión ha sido solicitada por tres manifestaciones multitudinarias, ha comenzado a intensificar sus contraataques en los últimos días con un cambio de chip con el que pretende dominar el relato.

Un viraje en su rumbo ante el que la Moncloa debería tomar nota. Cabe recordar que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no visita Valencia desde el 5 de noviembre, cuando acudió acompañando a los reyes a Paiporta en una tensa cita en la que hubo protestas de los ciudadanos e incluso lanzamiento de barro. Una ausencia en la que el PP y el Consell ponen el foco, a la vez han articulado un contraataque decidido mientras que en la Moncloa parece querer seguir viviendo del desgaste de Mazón por su gestión el día de la catástrofe, cuando llegó tarde al Cecopi decisivo por no cambiar su agenda ni anular la comida que tenía prevista.



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