VALÈNCIA (EP). El ala socialista del Gobierno piensa que todavía hay posibilidades de alcanzar un acuerdo con la patronal para llevar a cabo la reducción de la jornada laboral, la medida estrella que abandera la vicepresidenta segunda, ministra de Trabajo y líder de Sumar en el Ejecutivo, Yolanda Díaz, y aboga por evitar las prisas y darle una oportunidad al dialogo.
Díaz se reunirá de nuevo este lunes con CEOE y Cepyme en la mesa de negociación y les planteará una nueva propuesta, aunque las posiciones de ambos lados parecen alejadas tras el cruce de reproches de los últimos días.
La vicepresidenta puso en duda la voluntad negociadora de los empresarios y les llegó a acusar de "huelga de brazos caídos" mientras que el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, considera que Trabajo se cierra en banda y se queja de que "hay que hacer lo que ellos digan", según afirmó esta semana.
En todo caso Díaz asegura que el Gobierno llevará a cabo esta medida, que según sus planes debe reducir las horas de trabajo semanales de las 40 actuales a 38,5 en lo que queda de 2024 y a las 37,5 en 2025.
En Moncloa, sin embargo, dan prioridad a cerrar un acuerdo con la patronal a aprobar esta medida rápidamente. Quieren evitar las prisas que a su juicio tiene Yolanda Díaz y presionan para continuar dialogando con las organizaciones empresariales porque consideran que hay posibilidades reales de alcanzar un acuerdo.
En el ala socialista del Gobierno son conscientes de la situación que atraviesa Díaz, con tensiones internas con Podemos y también con el resto de formaciones de su espacio político, a raíz del varapalo de las elecciones europeas del 9 de junio, que incluso la llevaron dimitir como líder de Sumar.
Aunque son conscientes de que la vicepresidenta segunda necesita una victoria política que le sirva de balón de oxígeno, la parte socialista del Gobierno da prioridad a alcanzar un acuerdo previo con CEOE y Cepyme, que a su juicio allanaría el terreno parlamentario y prácticamente garantizaría que la reducción de la jornada sale adelante con el apoyo de los socios.
En este momento existen ciertas reticencias tanto de Junts como, sobre todo, del PNV --los únicos socios de investidura que no pueden considerarse de izquierdas-- según indican varias fuentes del Gobierno. No obstante, las diferencias con estas formaciones no son irreconciliables y en Moncloa piensan que un acuerdo en el dialogo social daría luz verde a la iniciativa.
Los socialistas consideran además que Díaz es consciente de esta situación y, aunque trata de acelerar para lograr un acuerdo lo antes posible, sabe que hay que seguir apostando por el dialogo porque hay posibilidades reales de acuerdo con los empresarios.