Lo suyo, más que vocacional, era una cuestión de ADN: es lo que ocurre cuando se es miembro de la tercera generación de una familia dedicada a los seguros. Es su trabajo y su pasión
VALÈNCIA.-Los seguros corren por las venas de Mónica Herrera del Río (València, 1970) porque su abuelo fundó, hace más de setenta y cinco años, el que hoy es el despacho familiar Herrera y Asociados. «Cuando acabé la carrera de Derecho quería ejercer pero entré a probar en el despacho familiar donde mi padre era el gerente y esta profesión me enganchó totalmente», reconoce a Plaza esta mediadora de seguros desde julio de 1994, que se considera una mujer muy afortunada por poder trabajar en lo que le gusta y, encima, teniendo el apoyo de su familia en la empresa.
Apasionada de la playa, la vida tranquila y el deporte, nunca ha pensado en abandonar el despacho familiar e irse a alguno de los grandes porque su compromiso «es total, y compartir los éxitos con la familia es un placer». Eso sí, añade con una sonrisa, tiene el inconveniente de que «es más difícil desconectar aunque la satisfacción personal es enorme».
Saber organizarse es la clave para compaginar la vida laboral y familiar —está casada y tiene un hijo de trece años— señala la presidenta del Colegio Profesional de Mediadores de Seguros de Valencia —nombrada en enero de 2016— en lo que es «un inmenso honor porque desde pequeña he vivido muy cerca del sector asegurador y la actividad del Colegio, gracias a mi padre». ¿Por qué decidió presentarse? «Para seguir trabajando por este sector y creo que hemos logrado conformar un grupo humano sobresaliente como quedó demostrado en las elecciones». Alaba el papel desempeñado por su antecesor, Ignacio Soriano: «Aprendí mucho en las dos legislaturas que estuve con él y en la segunda como vicepresidenta del Colegio». Herrera recuerda que uno de los grandes proyectos de la legislatura es la reforma de la sede social porque «es muy ilusionante por lo que tiene de modernización de la que es la casa de todos los mediadores».
Herrea tiene claro el reto al que se enfrenta la institución que preside: «Seguir siendo una herramienta útil para el colegiado, ya sea corredor o agente». Mientras, no duda en afirmar que «el seguro es seguro; siempre está ahí como una red de seguridad de empresas y familias, y nunca falla si cuenta con el asesoramiento de un mediador profesional».
Un sector, el del aseguramiento, cuya salud actual es «francamente buena» en la Comunitat Valenciana. «Lo es tanto si hablamos de mediadores como de las entidades que tienen la sede en nuestro territorio con las que mantenemos una relación cada vez más estrecha». Pero dicho esto, Herrera recuerda que no es cuestión de echar las campanas al vuelo porque «las incertidumbres están ahí y nuestra obligación es tenerlas en cuenta».
En otro orden de cosas, Herrera se muestra orgullosa de que cada vez son más mujeres las que están presentes en el sector asegurador en España, donde empiezan a ocupar espacios de responsabilidad en el sector. «Creo que es una tendencia imparable. El Colegio de València, que me honro en presidir, es un buen ejemplo de ello, pero si vamos más allá tenemos a Elena Jiménez de Andrade al frente del Consejo General, con su cargo renovado hace muy pocas semanas; como también la presencia al frente de la patronal de las aseguradoras (Unespa) de Pilar González de Frutos».
«Si nos referimos a procesos, legislación, marketing… el sector ha cambiado mucho, y todavía cambiará más»
Desde su amplia experiencia comenta que el sector ha cambiado mucho desde que decidiera encauzar su vida laboral por el aseguramiento, y más «si nos referimos a procesos, legislación, marketing...». Cree que «todavía cambiará más en los próximos años». No obstante, Herrera se toma esta transformación como un reto y no como una amenaza «para mejorar nuestra relación con los clientes y ofrecerles un mejor servicio».
Un sector que atraviesa por un proceso de profundos cambios en la forma de relacionarse con sus clientes «influidos por el impulso de la tecnología, que nos obliga a formarnos y adaptarnos». Sin ir más lejos en el Congreso está el borrador del proyecto de la nueva Ley de Distribución, «que pone el acento en la defensa del consumidor y que tarde o temprano se aprobará; pero los mediadores estamos preparados para los cambios que comporte», advierte.
Para terminar, Herrera recomendaría a un joven dedicarse al sector de la mediación porque «es un sector estable». Y recuerda que «en lo peor de la crisis fue el único que no destruyó empleo sino que lo creó, y eso ya es de por sí una garantía suficiente para hacer de este trabajo una opción atractiva». Además, añade otro factor a tener en cuenta: «el convencimiento de estar ayudando a nuestros clientes en momentos complicados; es el valor social del seguro que debemos reivindicar como un intangible en nuestro haber, tanto de cara a la sociedad como hacia las personas que se sientan atraídas por esta actividad».
* Este artículo se publicó íntegramente en el número 52 de la revista Plaza