VALÈNCIA. (EP). La vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, cree que "lo ideal" seria que los bomberos forestales pasaran a la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias (AVSRE) pero "parece que hay algún impedimento jurídico" y si este fuera insalvable, es partidaria de que una empresa pública instrumental "100% pública" se encargara de la gestión de estos efectivos.
Así se ha pronunciado Oltra en una entrevista a Europa Press al ser preguntada sobre el futuro de los bomberos forestales, cuyas reivindicaciones, ha dicho, "es importante atender porque es un colectivo que hay que dignificar".
Tras recordar que ya se han dado pasos porque "estaban en empresas privadas y han pasado a Tragsa, que es una empresa pública del Estado" y ahora el compromiso es que pasen a depender de la Generalitat.
En su opinión, "lo ideal seria que pasaran a la AVSRE", como por ejemplo ha defendido Podemos, "pero parece ser que hay algún impedimento de carácter jurídico para que puedan pasar directamente a la agencia". Si ese problema jurídico se diera "y fuera insalvable", entonces lo que se plantea es una empresa pública instrumental dependiente de la AVSRE que entiende "tiene que ser 100% pública" y que se encargue de la gestión del personal y de aspectos como las nóminas.
"Un instrumento, insisto, 100% público que, dependiendo de la AVSRE, se hiciera cargo de la gestión, pero solo a estos efectos", ha dicho, incidiendo en que "tienen que pasar a un ente gestor 100% público" y que la agencia de seguridad "tiene que ser la que lleve "las directrices técnicas". A largo plazo, ha destacado la vicepresidenta, el horizonte es conseguir un cuerpo único de bomberos con tablas salariales y derechos laborales homologados.
Ante las advertencias de los sindicatos sobre un borrador en el que se abría la puerta a la entrada de capital privado a esa empresa, Oltra ha incidido en la diferencia entre un borrador y lo que finalmente se aprueba y ha subrayado la importancia del diálogo y la negociación con los representantes sindicales.
A su juicio, "ámbitos tan sensibles y tan fundamentales" como este, en el que están en juego "los bosques, el futuro del medio ambiente", no son "lugares para hacer negocio".