VALÈNCIA. Aguantaron el tipo como pudieron, pero la sesión de este viernes fue especialmente dura para dos conselleras porque todo el mundo sabía que les quedaban pocas horas como miembros del Consell: la de Justicia e Interior, Salomé Pradas, y la de Industria y Turismo, Nuria Montes.
Las dos llegaron con tiempo al hemiciclo antes de que arrancara la comparecencia del president de la Generalitat, Carlos Mazón. Y ambas miraron al infinito durante las siete horas que duró el pleno, pero cuando finalizó la jornada y todo el gobierno valenciano se dirigió a la sala que tiene reservada el Consell en el pasillo contiguo al hemiciclo, se vinieron abajo y se fundieron en un abrazo con varios diputados y miembros del ejecutivo valenciano que se les acercaban, muy probablemente para despedirse.
Entre los diputados, público invitado y miembros del gobierno valenciano, destacaba especialmente una figura: la de Gerardo Camps, quien ha sonado en las quinielas para incorporarse al Consell -si bien finalmente todo apunta a que no-. Camps fue uno de los primeros en abrazar a Mazón tras su intervención en este pasillo. En las próximas horas se espera que el president de la Generalitat acometa la remodelación del gobierno valenciano que lleva días barruntando y que conllevará la creación de dos nuevas carteras: la Vicepresidencia de la Reconstrucción y una nueva Conselleria de Emergencias e Interior.