Las relaciones entre el Ministerio de Hacienda y el Consell cambian de cordiales a tensas en poco más de 24 horas, tras las cartas del ministro a las comunidades en las que da 15 días para que garanticen el cumplimiento de su objetivo de estabilidad presupuestaria
VALENCIA. Poco ha durado el buen sabor de boca con el que regresó el Consell tras su reunión en Madrid con el ministro de Hacienda. El lunes, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se reunió con el ministro en funciones de Hacienda, Cristóbal Montoro, en un encuentro que se saldó con optimismo para el gobierno valenciano.
El president y el ministro llegaron a un acuerdo para la creación de un Plan de Tesorería para evitar que la Generalitat tenga en un futuro problemas de pago. Montoro también dejó la puerta abierta a una consideración de la infrafinanciación autonómica e incluso de un resquicio para tener en cuenta en un futuro la deuda histórica valencianna, reivindicaciones del Consell desde el día uno de su toma de posesión.
El titular de Hacienda parecía así dispuesto a tender la mano a la Comunitat y aliviar la presión que ésta tiene en materia económica y financiera, sacando su lado más amable para con el Ejecutivo valenciano.
Sin embargo, la mano pronto pareció tornarse soga y el doctor Jekyll se convirtió en Mr. Hyde, puesto que tan sólo un día después, el ministro envió 12 cartas a las 12 comunidades autónomas que incumplieron el objetivo de déficit en 2015 en las que confiere un plazo de 15 días para que aprueben "la no disponibilidad de créditos que garantice el cumplimiento del objetivo de estabilidad presupuestaria establecido", el 0,3%.
La regla de gasto, incluida en la Ley de Estabilidad Presupuestaria, consiste en que las administraciones públicas no podrán aumentar los compromisos por encima del crecimiento potencial de la economía, calculado en el 1,8%.
Esta exigencia de Montoro implica que el Consell debe blindar un tope de gasto en los capítulos de presupuesto, acordando no comprometer dicho gasto por encima de un tanto por cien para cumplir con el objetivo de déficit. En un primer cálculo aproximado, según fuentes de la conselleria de Hacienda y basándose en el cálculo de AIReF sobre el déficit, Montoro estaría exigiendo a la Generalitat un ahorro de entre 980 y 1.300 millones de euros. Una cifra que desde la conselleria consideran sospechosamente similar a la cuantía que Vicent Soler, titular de Hacienda, introdujo en los Presupuestos de la Generalitat para 2016 como previsión de la transferencia del Estado en base al nuevo sistema de financiación.
Mediante el arte del eufemismo, la misiva de Hacienda omite el concepto "recortes" y explica a la Comunitat cómo cumplir con la regla de gasto en base a sus cálculos. El documento desarrolla que, como la Comunitat contará con 952 millones de euros más en la financiación autonómica que el año anterior y 629 millones de euros de ahorro "derivados de las medias adoptadas por el Gobierno de reducción de costes financieros de los préstamos a las autonomías" debería ser capaz de cumplir con la regla sin reducir el gasto. Una forma de poner a prueba la gestión del Consell.
Desde el Ejecutivo valenciano se muestran muy molestos con el cambio de actitud tan rápido de Montoro. Cierto es que el contenido de la carta podía anticiparse en la rueda de prensa que el ministro ofreció la semana pasada al anunciar los datos de déficit por comunidades, en la que ya avisó de que el Gobierno obligaría a las autonomías a cumplir. Si bien son ámbitos diferentes, se critica el choque que supone que el ministro pase de aceptar un FLA extraordinaro a poner un cronómetro para cumplir con el déficit.
Han sido múltiples las críticas al mensaje de Montoro. Una de las más sonadas, ha sido la de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, quien en defensa del president preguntó abiertamente a Montoro si envía esta carta "por que se aburre". Como viene siendo crítica habitual en la vicepresidenta y portavoz del Ejecutivo, insistió en que en la Comunitat no se sacarán a niños de los colegios ni enfermos de los hospitales para cumplir con el déficit que exige el Gobierno central. Montoro "dice lo que no se atreve a decirle a la cara al presidente cuando va a reunirse con él", algo que "no es correcto ni en política ni en ningún ámbito de la vida" criticó Oltra.
No fue menos el enfado del president de la Generalitat, quién el mismo miércoles dejó claro que no está en disposición de ningún nuevo recorte. También fue crítico el conseller de Economia Sostenible, Rafa Climent, quién dijo que "independientemente de la carta de Montoro, mantendremos el presupuesto que tenemos", y que la Generalitat responderá con otra misiva en la que pedirán al ministro de Hacienda que "tiene que hacer bien su faena" para que no haya "desequilibrios territoriales".
Por otra parte, el conseller de Hacienda criticó que la propuesta de Montoro de creación del comité de expertos para estudiar la revisión del sistema de financiación se realice este jueves "a última hora" y "después de estar toda la legislatura haciendo oídos sordos a las reiteradas peticiones de reforma del sistema de financiación que realizaban las comunidades autónomas", así como reivindica que la Generalitat pueda aportar miembros a dicho comité.
De este modo, el Ejecutivo valenciano une fuerzas y muestra una posición firme contra los recortes y de rechazo a las exigencias de Madrid.