VALÈNCIA. No se aclaran. La oposición dice que no apoyará la Ley de Presupuestos del Gobierno del PP, que llega con seis meses de retraso. Presupuestos low cost, los llama el líder socialista Pedro Sánchez, por ir en contra del Estado deBienestar. Mientras, el grupo vasco se niega a votarlos mientras esté vigente el artículo 155 de la Constitución Española en una Catalunya intervenida políticamente. Por su parte, falta saber si Bruselas aceptará esta nueva versión de los presupuestos, que se aleja de la presentada hace dos semanas en la Cumbre del Consejo Europeo y donde el presidente Mariano Rajoy prometió un control del déficit por debajo del 3% estipulado como máximo por la UniónEuropea.
Que habría que saber el por qué de esta exigencia en que el déficit se reduzca hasta su mínima expresión. Al igual que la deuda pública, cuyo tope está en el60% del Producto Interior Bruto (PIB). Que esto ya se lo encontró Rajoy, cuando llegó al poder el 20 de noviembre de 2011 -no sé de qué me suena esta fecha…-tras la dimisión del presidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, porno plegarse a la exigencia de recortes en el gasto público desde Bruselas.
Bueno, pues esto del control y el gasto público viene de lejos, desde que la crisis asomó sus orejas. Fue en el Consejo de abril de 2009 donde España fue señalada como incumplidora del déficit, junto a otro países, ¡Francia, entre ellos!.Recordemos las “escandalosas “cifras que delataban a España en aquél momento: un déficit del 3,4%, sólo cuatro décimas por encima del límite, y una deuda pública del 39,5% del PIB, muy por debajo del máximo, establecido en el 60%.
¿Y entonces? ¡Ah!, pues que las “previsiones” eran que la deuda se dispararía hasta el 53% en 2010. Como si el Consejo hubiera sacado una bola de cristal. Porque, desde entonces, el déficit y la deuda se dispararon estrepitosamente según lo anunciando. Por ejemplo, la Decisión el Consejo de 2016 sigue señalando a España como incumplidora, con un déficit del 3,9% y una deuda que superaba el 100%. ¿Y cómo, si los sucesivos gobiernos no cejaron en aplicar los recortes presupuestarios exigidos desde Bruselas?
Pues muy simple, si recortas por un lado -por el que se ve-, pero no lo haces por otro, las cuentas no salen. A ver, en ésta, como en las pretéritas leyes de presupuestos, el Gobierno se ha cebado en la clase media trabajadora. Son los que sostienen el Estado de Bienestar con sus impuestos, que graban principalmente las rentas de trabajo. Pero es que, además, son los que llenan la hucha de la pensiones con sus cotizaciones a la Seguridad Social. Y son, precisamente, los grandes perdedores de la crisis con la congelación o bajada de salarios, y con las reformas laborales que han favorecido el despido y precarizado el empleo. Casi no queda clase media y la poca que sobrevive lo hace con pluriempleo, trabajando incluso los fines de semana en casa, SemanaSanta y Pascua incluidas. Incluso jueces y fiscales, sin sobresueldo, se llevan el trabajo a casa, por poner un ejemplo, poniendo sentencias en vacaciones.
¿Y, si aquí hemos puesto todos el hombro, por qué el edificio se derrumba si, además, dicen que ya hemos salido de la crisis? Una, porque no hemos salido, me refiero a los de abajo. Y, dos, porque los de arriba empujan, pero hacia abajo y hacia afuera.Y me refiero al Gobierno, que sigue rescatando bancos y grandes empresas, y a las grandes empresas, que siguen pagando sus impuestos en paraísos fiscales.
Los ejemplos, a continuación. Reproduzco un titular de prensa de hace unos días que ha pasado sin pena ni gloria: “BBVA triplica en un año los depósitos en su sucursal de las Islas Caimán”. Aunque sea legal, ¿les parece ético? Recuerden esto cuando hagan su declaración de la Renta, cuya campaña ya ha empezado. Otro ejemplo reciente: “El Gobierno sigue con el rescate de autopistas y asume dos tramos de la AP-7”.
Y ya son cinco las empresas concesionarias de los peajes desastrosos que han sido rescatados con nuestros impuestos y nuestras pensiones y nuestra educación y nuestra sanidad y nuestra dependencia y… El Gobierno dice que le va a costar2.000 millones de euros, pero los acreedores reclaman 4.500 millones.
¿Cómo, dinero público para pagar pérdidas privadas? Recuerden también que podemos sumar los más de 60.000 millones de euros del rescate bancario que el Banco deEspaña y el Gobierno dieron por perdidos hace seis meses. Repetimos de nuevo:Bruselas pide a España que recorte, pero no le dice en qué.