VALÈNCIA. La línea C1 de la EMT de València podría salir de la Plaza del Ayuntamiento. Así lo ha reconocido finalmente el área de Movilidad que dirige Giuseppe Grezzi, después de haber presentado una serie de reticencias sobre la materia. Y es que, cabe recordar que el proyecto definitivo para la reforma del entorno todavía está a la espera de ser redactado, pero ya son muchas ideas las que se barajan al respecto. Una muy destacada, la peatonalización integral, que hasta cierto punto contempló el área de Urbanismo.
Así, esta supuesta peatonalización llevaría a la consecuente eliminación de los carriles de servicio por los que actualmente circula el transporte público. Esto es, principalmente, el taxi y la C1. De este modo, la empresa municipal de transporte se vería obligada a repensar no solo la colocación de las paradas sino también el propio diseño de la ruta, que en estos momentos sí que atraviesa al completo la Plaza del Ayuntamiento.
A este respecto, el área de Movilidad reconoció que el objetivo de la reforma definitiva de la plaza es ganar el mayor especio posible para el peatón, en detrimento del paso de vehículos. Sin embargo, la EMT, que también encabeza Giuseppe Grezzi, ha salido a defender la idoneidad del trazado que actualmente sigue la línea C1.
Una línea que, cabe recordar, se creó hace menos de dos años exclusivamente con el objetivo de compactar y simplificar todo el transporte en esta céntrica zona de la ciudad. De este modo, se eliminaron líneas históricas como por ejemplo la 5 para atender a las nuevas necesidades del entorno, que también estaba sufriendo cambios como por ejemplo la reducción de carriles en la calle Colón.
Un difícil equilibrio entre la articulación del transporte público y la peatonalización integral que, finalmente, la concejalía de Grezzi ha tenido que ceder en algún punto. Aunque no sin matices. Y es que, tal y como reconocían en preguntas planteadas por el Partido Popular: "Si los vecinos y comerciantes han decidido su supresión y el desplazamiento de toda la circulación y también de las paradas al exterior, la EMT rediseñaría los itinerarios y la instalación de paradas donde sea posible".
Aunque insiste: "No obstante, habrá que esperar a que verdaderamente se haya expresado esa voluntad ciudadana". De este modo, desde Movilidad insisten en que el único motivo que podría llevar a una salida de la línea C1 de la Plaza del Ayuntamiento es la voluntad de los vecinos del entorno. No las propuestas a las que se abre la concejalía de Urbanismo, ni tampoco las ideas que puedan surgir de los proyectos que todavía están pendientes de ser presentados para poder poner en marcha las obras.
Además, también inciden en que la necesidad de ganar más espacio para el peatón es "indudable", aunque no aclaran si esta expansión de la zona para peatones debería ser tan radical o si, por el contrario, se tendría que apostar por mantener, aunque fuera al mínimo, los carriles para salvaguardar la correcta circulación del transporte público.
En este sentido, y a la espera de saber cómo se resuelve finalmente la problemática, todavía no hay propuestas en las que se refleje cuál podría ser la alternativa al diseño actual de la C1. Lo que sí que se percibe es un ligero desmarque del área de Movilidad con respecto a otras patas del gobierno, como por ejemplo la concejalía de Urbanismo que dirige Sandra Gómez o incluso el propio alcalde de la ciudad, Joan Ribó, quien abrazó la posibilidad de la peatonalización integral durante la presentación del concurso de ideas para la Plaza del Ayuntamiento.
Durante el pasado mes de octubre, el Ayuntamiento de València anunció la licitación del concurso de ideas para que las empresas puedan empezar a presentar sus propuestas. Un proceso del que finalmente saldrá la adjudicataria final, que será la encargada de redactar el proyecto, ejecutarlo y llevar a cabo la dirección de las obras.
A este respecto, los interesados deben presentar ideas que no superen el presupuesto de los 8,6 millones de euros, y que se adapten a las exigencias mínimas tanto del consistorio como del proceso participativo que se puso en marcha entre los vecinos para conocer sus inquietudes.
Algunas de estas inquietudes son, por ejemplo, mantener la plaza visualmente despejada de manera que respete la arquitectura del entorno, que tenga espacios de sombra, descanso y socialización, que reserve la tradicional zona para las mascletàs y espectáculos pirotécnicos de las Fallas, o que se protejan los puestos de flores. Entre otras.
Aun así, y tal y como se desprende de las respuestas del área de Movilidad, la consulta ciudadana podría no haberse dado todavía por concluida: "Del mismo modo, estamos seguras de que, cuando se acometa la actuación, se realizará por parte de los responsables el mismo trabajo de diálogo para determinar las necesidades y deseos de la ciudadanía". Y es precisamente en este espacio donde podrían surgir las nuevas ideas. Como, por ejemplo, la peatonalización integral que se convertiría en un mandato para la EMT, tal y como ellos mismos han asumido.