MSC quiere una terminal propia de cruceros en el Puerto de València al margen de la de Baleària

VALÈNCIA. La compañía naviera MSC quiere una terminal propia en el Puerto de València en el espacio que actualmente ocupa Baleària. Así lo apuntaba este lunes el director general de MSC España, Francisco Lorente, en un encuentro con los medios en su sede de València. Fue en noviembre de 2022 cuando la Autoridad Portuaria de València (APV) aprobaba la adjudicación a la empresa valenciana Baleària de la construcción y explotación de la nueva terminal de pasajeros pública en el Puerto de València.

Desde hace una década, la naviera liderada por Adolfo Utor reivindicaba el tener una terminal propia para sus ferris. Sin embargo, la APV bajo el Govern del Botànic decidió sacar una licitación para explotar la nueva terminal de pasajeros para ferris y cruceros, concurso al que se presentó únicamente la compañía valenciana junto a Global Ports Holding (GPH). Lo hacía con la voluntad de tener un espacio más confortable para los clientes. 

Ante este movimiento, MSC ha pedido ocupar este vacío que dejará Baleària para sus escalas de cruceros en un proyecto que ya está en la mesa del Autoridad Portuaria. De hecho, Lorente señalaba la visita de uno de los directivos de MSC Cruceros el próximo día 27 de noviembre para tener una reunión con la Autoridad Portuaria y ver las posibilidades de desarrollar el proyecto. "Somos la compañía que más escalas hace en la ciudad de València y la entidad de MSC nos hace el querer optar a una terminal dedicada a cruceros", aseguraba. La compañía copa el 50% del tráfico en la infraestructura logística.

Desde Baleària pidieron que se revisara el proyecto propuesto por MSC por motivos de dimensión y al no permitirse en su caso realizar una reforma del espacio para mejorar la terminal. Además, el nuevo espacio donde se ubicará la estación pública quedará justo detrás de la actual, ubicada en el Moll del Túria, lo que podría dificultar la maniobrabilidad, según apuntan fuentes del sector. No obstante, Lorente asegura no tener ningún problema con la naviera valenciana. "Con Baleària no tenemos ningún tipo de tensión o rivalidad más allá de que en algunos tráficos coincidimos", señalaba Lorente. "Hay una relación fluida y amistosa".

Por lo pronto, Baleària no ha iniciado todavía las obras de un proyecto con una  inversión global cercana a los cien millones de los que la naviera aportará 37 millones de euros y la APV aportará otros 61,8 millones para el acondicionamiento de la parcela y rehabilitación del antiguo astillero, adecuación de atraques de Espigón del Turia y Muelle Grada y Fondo, entre otras obras. Una infraestructura que se adjudica por un plazo inicial de 35 años prorrogables a 50, con aproximadamente 100.000 metros cuadrados de espacio.