WASHINGTON (EFECOM). El presidente de EE.UU., Donald Trump, acusó hoy a la oposición demócrata de provocar a última hora del viernes el cierre parcial del Gobierno, justo el día en que se cumple un año de su llegada al poder.
"Los demócratas están mucho más preocupados por los inmigrantes ilegales que por nuestras grandes Fuerzas Armadas o la Seguridad en nuestra peligrosa frontera sur. Ellos podrían fácilmente haber alcanzado un acuerdo, pero decidieron jugar a la política del cierre", afirmó Trump en su cuenta de Twitter.
"¡#NecesitamosMásRepublicanosIn18 para acabar con este caos!", señaló el mandatario, al crear una etiqueta referida a las elecciones legislativas de este noviembre.
"Este es el primer aniversario de mi Presidencia y los demócratas querían dar un bonito regalo", espetó Trump con ironía.
El presidente recordó que su partido solo tiene una mayoría de "51 votos" frente a 49 de los demócratas en el Senado, que no aprobó el viernes por la noche los nuevos fondos para financiar la Administración ya que eran necesarios 60 votos.
"¡Por eso, necesitamos ganar más republicanos en la elección de 2018! Podemos entonces ser incluso más duros con el Crimen (y la Frontera), e incluso mejores con nuestras Fuerzas Armadas & Veteranos", zanjó Trump, al concluir con su eslogan "EE.UU., primero".
El Senado no aprobó este viernes los nuevos fondos necesarios para financiar al Gobierno y abocó así al Ejecutivo de Donald Trump a un cierre parcial e indefinido de sus actividades, el cual entró en vigor a partir de la pasada medianoche.
La propuesta presupuestaria presentada por los republicanos obtuvo más votos a favor (50) que en contra (48), pero fueron insuficientes para aprobar unos fondos que requerían el apoyo de 60 senadores.
Esta propuesta, que la Cámara Baja sí logró aprobar este jueves, dotaba de financiación al Gobierno hasta el 16 de febrero, prolongando así el plazo de negociación entre demócratas y republicanos para unos presupuestos definitivos.
Los demócratas, sin embargo, condicionaron su apoyo a las cuentas a que Trump y los republicanos accedieran a regularizar a los cerca de 800.000 jóvenes indocumentados conocidos como "dreamers" ("soñadores").
El estatus legal con el que el expresidente Barack Obama dotó a estos jóvenes expira el próximo 5 de marzo, fecha a partir de la cual podrían ser deportados.
Aunque Trump se implicó personalmente en las negociaciones con los demócratas para lograr los fondos necesarios para mantener su Gobierno en funcionamiento, estos no dieron su brazo a torcer.
Ante la perspectiva de un inminente cierre de Gobierno, el presidente canceló su viaje previsto este viernes a Mar-a-Lago, su lujoso club de Florida, en el que pretendía celebrar su primer aniversario en la Casa Blanca con una gala de recaudación de fondos.