MURO. El Ayuntamiento de Muro ha acordado con una empresa de desguaces el traslado de un centenar de coches afectados por la Dana a una zona industrial, que suponga un lugar seguro a nivel medioambiental, puesto que el espacio en el que han sido depositados en un primer momento es una zona de especial protección ambiental, en la entrada a Muro.
La Colla Ecologista La Carrasca-Ecologistes en Acció se ha sumado a la denuncia de vecinos de Muro, alarmados por dónde se habían depositado ese centenar de vehículos, pues según informan se trata de una zona rural común forestal, a unos 20 metros del río de Agres y junto al paisaje protegido del río Serpis y del paraje natural municipal Font del Baladre-Fontanars-Riu d'Agres. Además, según informan los ecologistas, el visor cartográfico de la Generalitat Valenciana indica que los terrenos tienen una permeabilidad media, e incluso alta en algunos puntos, tratándose además de una zona en la que parte de ella cuenta con peligro de inundación.
La Carrasca-Ecologistes en Acció valora de manera positiva que el Ayuntamiento de Muro haya anunciado la retirada de los vehículos a partir del próximo lunes, piden que se lleve a cabo con "la máxima celeridad" y que mientras sigan en el punto actual se extreme el control. Además, solicita que se analicen los terrenos para descartar la contaminación del suelo y que, en caso contrario, se lleva a cabo su descontaminación.
Según informan los ecologistas, los coches siniestrados suponen un gran riesgo ambiental, "puesto que contienen fluidos y elementos peligrosos, como gasolina, diésel, aceites de motor, anticongelantes, entre otros. Es por eso que tienen que llevarse a Centros Autorizados de Tratamiento, como el que la empresa propietaria o arrendataria de los terrenos tiene a menos de un kilómetro de distancia. En los Centros Autorizados de Tratamiento, dotados de pavimento impermeable y de sistema de recogida de derrames, es donde los vehículos tienen que ser descontaminados, con la extracción de todos los fluidos y elementos peligrosos, de los cuales se tienen que hacer cargo los gestores de residuos peligrosos para que tengan una gestión ambiental correcta".
El grupo ecologista considera que "la solidaridad no puede utilizarse como excusa para hacer las cosas mal, depositando los vehículos junto al río, en un lugar claramente sensible, creando un nuevo peligro para la naturaleza y las personas. Hace más de dos meses de la riada y ya tendrían que haberse buscado ubicaciones provisionales en condiciones para dejar los vehículos de manera segura hasta que pudieran tratarse correctamente, y evitar así tener que trasladarlos innecesariamente, con el incremento de riesgos que esto comporta".