VALÈNCIA. El pianista Chucho Valdés (1941, Cuba) estaba destinado a ser una estrella desde que nació. Influenciado por su padre, el pianista, compositor y director de orquesta Bebo Valdés, empezó a tocar el piano con tan solo tres años, reinterpretando las melodías que oía en la radio. Con cinco años le apuntaron a clases de piano, instrumento al que ha dedicado su vida entera. En el año 1975 fundó la formación musical Irakere, una big band que es historia viva de Cuba y que fusiona la música ritual afrocubana con estilos de música popular afro-cubana, danza cubana, jazz, música clásica y rock. Ahora, con 84, se encuentra de gira con la formación Chucho Valdés Royal Quartet, con el que presentará en Les Arts el próximo 27 de noviembre su trabajo Cuba & Beyond, nominado al Grammy Latino 2025. Antes de aterrizar en València conversa con Culturplaza sobre el arte de la improvisación, su obsesión por la música y su carrera.

-¿Qué supone para usted que le presenten como leyenda viva del piano?

 

-Es algo que ni siquiera pienso. Varios músicos que admiro se han convertido en leyendas vivas de la música, pero yo nunca pensé llegar a este nivel. Es verdad que me lo dicen mucho, así que supongo que tendré que empezar a creérmelo.

 

-¿Cómo fueron los inicios de Irakere?

 

-Mágicos. Irakere cambió la historia de la música cubana en todos los sentidos. Siento que abrió caminos nuevos en un momento en el que teníamos que sonar diferentes. Me llena de orgullo pensar que nuestro trabajo se estudia ahora en las escuelas de música y que nuestro movimiento ayudó a crear nuevos géneros. La formación dio la vuelta al mundo y seguirá haciéndolo.

 

 

-Presenta en esta gira La Creación, una suite de tres movimientos que creó para celebrar su 80 cumpleaños, ¿cómo se siente al interpretarla?

 

-Esta pieza resume todos mis estudios y conocimientos, es donde van a parar todos mis caminos musicales. Con la música celebro mi vida, el crecimiento y los encuentros que he tenido con el público a lo largo de los años. Diría que La Creación nace también en respuesta a las críticas que he recibido a lo largo de mi carrera, que son tremendamente valiosas y que sirven para estudiar, mejorar y seguir avanzando.

 

-¿Qué supone para usted dar vida a La Creación con el Chucho Valdés Royal Quartet?

 

-Es como verla a través de una nueva generación de músicos. Para mí el Chucho Valdés Royal Quartet funciona como una escuela viva, aprendo constantemente de mis compañeros. Todos discutimos sobre música, exponemos nuestros conocimientos y empleamos los ritmos que más nos convienen. Creo que cuando la música se crea en colectivo suena mejor. 

 

 

-¿Qué música escucha Chucho Valdés?

 

-De todo, aunque me apasiona la música afrocubana. También me gusta la música clásica, el jazz por supuesto y la música española. Creo que los cubanos hemos aprendido mucho de España, que ha sido nuestra madre patria y de la que hemos aprendido sobre el flamenco con grandes artistas como Paco de Lucía. También he escuchado mucho a Camarón y a Nino Bravo.

 

-Ha ganado siete premios Grammy y seis premios Grammy Latino, y el premio Lifetime Achievement Award de la Academia Latina de las Artes y las Ciencias de la Grabación. En Estados Unidos le han galardonado con el Gran Premio Leonard Bernstein -por la Elevación de la Música en la Sociedad- y este año acaba de recibir la distinción NEA Jazz Masters 2025, el mayor reconocimiento para un músico de jazz en Estados Unidos. De todos estos galardones, ¿cuál es el que más le emociona?

 

-Recuerdo con mucho cariño nuestro primer Grammy con Irakere. Fue el primer Grammy que ganó una agrupación cubana en la historia de la música. Aunque ahora tengo muy reciente el premio Jazz Masters que también comparto con Miles Davis y a otros grandes de la música. Siento que es un premio que me hace ver con perspectiva la importancia del jazz en el mundo.

 

-¿Qué le queda por crear?

 

-Todo. La música no tiene edad, tiene desarrollo. Creo que la música es como la ciencia, evoluciona constantemente y toma todo tipo de caminos y eso es lo que nos inspira. Sabemos que siempre hay cosas nuevas y si no las creamos. Yo siempre estoy creando y aprendiendo, veo que todavía hay muchas cosas que no se han hecho y mi perspectiva es llegar a ellas.