VALÈNCIA. El 29 de octubre de 2024, una Dana golpeó con fuerza la Comunidad Valenciana, provocando graves inundaciones especialmente en las comarcas de l’Horta Sud y Nord. Calles convertidas en torrentes, vehículos arrastrados y viviendas anegadas marcaron una jornada de destrozos e impotencia. Entre los objetos y espacios afectados se encontraba un piano Schimmel de media cola situado en el número 18 de la calle Lepanto de Paiporta (Valencia). El instrumento, propiedad del músico Néstor Calderer, quedó completamente sumergido: el agua lo elevó más de un metro antes de hacerlo volcar, dejándolo boca abajo en medio de un remolino de barro.
Dos meses después, cuando el barro ya se había secado, el piano mostraba un estado tan devastador como sorprendente: los mecanismos internos estaban petrificados, recubiertos de una capa de lodo ocre que lo ocupaba todo. Las teclas no se movían, los martillos estaban bloqueados y los pedales habían dejado de funcionar. Sin embargo, un detalle llamó la atención de Calderer y del productor sonoro Edu Comelles: las cuerdas seguían afinadas. A pesar del embate del agua, la tensión y la presión extrema, el sistema de cuerdas había resistido intacto.
A partir de este hecho excepcional, los dos creadores iniciaron un proceso de recuperación sonora. Grabaron, una por una, todas las cuerdas que aún vibraban. Este gesto de resistencia acústica dio lugar a un instrumento único: un piano destruido físicamente, pero todavía vivo en sonido.
Mediante un delicado proceso de sampling y restauración, Comelles y Calderer han creado un instrumento virtual MIDI que reproduce fielmente las cualidades sonoras del piano enfangado. Este instrumento no sólo recupera un objeto perdido, sino que abre una vía creativa inesperada: cualquiera puede descargarlo, utilizarlo y componer con él, convirtiendo la tragedia en posibilidad. Además, el instrumento genera un archivo de memoria sonora único: captura el trauma sin ocultarlo, lo convierte en materia creativa y permite que el piano siga “hablando” a pesar de su muerte física.

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Arte sonoro como respuesta colectiva
Con esta herramienta digital, más de treinta artistas del País Valenciano y de otros territorios del Estado español han creado piezas originales. El resultado es un recopilatorio que fusiona electrónica, ambient, experimentación y arte sonoro. Las composiciones exploran el sonido de las cuerdas tensadas tras el desastre, la carga emocional del barro, el espacio donde la naturaleza y el objeto entran en conflicto y la memoria de un episodio que ha dejado huella. Este proyecto artístico y comunitario propone una reflexión sobre la fragilidad de los territorios frente al cambio climático, la vulnerabilidad de las personas afectadas y la capacidad del sonido para restituir aquello que la materia ha perdido.
Entre los artistas participantes, el recopilatorio incluye obras de los castellonenses Rauelsson, Alberto Lucendo, Jose Gas, paumm, entre otros; y desde Valencia, compositoras como Isabel Latorre, Gonzalo Manglano Flores, los propios Néstor Calderer & Edu Comelles, así como d_o_ppelgaenger, Rafa Ramos Sania, Carles Pascual (miembro de Faixa), Sr. Charli o rgv. Del resto del Estado participan artistas como Irene Ivankovà, Clara Brea, Ilaria Degradi, Pepo Galán, David Cordero, Uge Pañeda o Nigul. En conjunto, se trata de una selección que reúne a algunas de las voces más destacadas de la electrónica experimental, el ambient y la nueva creación a nivel estatal.
Edu Comelles destaca que a pesar de su relevancia artística, social y territorial, y pese a su clara vinculación con los efectos de la Dana en la Comunidad Valenciana, el proyecto -en su fase inicial- recibió financiación a través de las ayudas Barcelona Crea del Ayuntamiento de Barcelona y el apoyo a la producción del Festival dels Horts de Picanya. En cambio, destaca que el Institut Valencià de Cultura ha decidido dejarlo sin financiación después del fallo de las ayudas a la música: "Esta falta de apoyo compromete no sólo su difusión, sino también la posibilidad de convertirlo en una herramienta educativa y cultural para los territorios afectados"
Este proyecto se presenta como una iniciativa que combina memoria, creación, tecnología y denuncia. Sin la ayuda pública valenciana prevista, la continuidad y la difusión del proyecto dependerán del apoyo de colaboradores, plataformas y de la propia comunidad artística. El proyecto está creado y producido por Edu Comelles, distribuido por Audiotalaia, y ha sido desarrollado con el apoyo del Festival dels Horts de Picanya, la complicidad de Sonolab y la financiación de las becas Barcelona Crea del Ayuntamiento de Barcelona.