VALÈNCIA. Es prácticamente imposible cantar los grandes clásicos de la cantante francesa Édith Piaf sin irse de tono. Las melodías de Non, je ne regrette rien y La vie en rose son tan cambiantes y preciosas que es normal que quienes intentan versionar estos temas se pierdan por el camino. Más difícil aún es dar vida a la artista sobre el escenario, pero es un reto que la cantante y actriz argentina Elena Roger lleva superando durante años. Ha puesto cara y voz a la cantante francesa en Piaf, y ha dado vida a Eva Perón en Evita, un encargo que le llegó a manos de Andrew Lloyd Webber y que cuenta con una crítica muy favorable en The New York Times.
Se ha subido a los escenarios de los mejores teatros de Buenos Aires, Londres, Nueva York y Madrid y ahora es el momento de acercar su voz al Teatre Talía de València. El próximo 27 de octubre Roger interpretará sobre su escenario temas como Don’t cry for me Argentina, Non, je ne regrette rien, La vie en rose, Un anno d’amore y Balada para un loco entre otras. Un show en el que cantar canciones cargadas de historias que han formado parte de los musicales Evita, Piaf, Los Miserables y Mina… che cosa sei?!?! que rinde tributo a la cantante italiana Mina Mazzini.
Antes de llegar con su gira a València explica los motivos que le llevaron al teatro musical y que le cautivaron para dedicar su vida al arte: “De niña veía muchas películas que tenían música y bailes. Gene Kelly, mis favoritas. También Lolita Torres, Fred Astaire, Jerry Lewis, Nini Marshal también. Siempre se escuchaba música en mi casa y mis hermanos cantaban y tocaban la guitarra. Yo tenía oído musical y ritmo y siempre disfruté de la música. Estudiaba danzas, guitarra y canto. Cuando tuve que decidir qué estudiar al finalizar la escuela secundaria no tuve ninguna duda y me anoté en el conservatorio de música pero lo que no sabía era que iba a terminar trabajando sobre las tablas”, destaca la artista.
Desde el hogar, Roger tuvo claro que quería dedicar su vida a la música, y a cuidar y trabajar su voz, aunque admite que respecto a la actuación lo que más le gusta es que “la voz esté acompañada de un gran espíritu. Un alma que consiga acompañarle para contar las historias que interpreta” y que siempre comprende de manera conjunta, mezclando la interpretación, la voz y la actuación sin dejar nada de lado: “Realmente no puedo ver las disciplinas por separado. Sí me ha ayudado mucho entrenar mi actriz y entrenar mi voz por separado, pero al momento de subir al escenario todo se combina para contar la historia”.
Esta manera de trabajar fue la que cautivó al compositor británico Andrew Lloyd Webber, autor de más de una decena de musicales entre los que destacan El fantasma de la ópera (1986), Jesus Christ Superstar (1970), Cats (1982) y, por supuesto, Evita (1976) en el que confiaría en Roger para que interpretara a la voz principal del relato: a Eva Perón. Un encargo que confiesa que le llegó como un regalo del cielo y que sintió como una responsabilidad enorme con su país de origen: Argentina. “Tenía la necesidad de informar a todo el equipo cómo era mi lugar de origen, y transmitir lo que se sentía allá. El sentimiento de aquellos que seguían a Evita como de aquellos que no la querían. Fue una experiencia maravillosa”.
Dar cara y voz a un personaje tan emblemático le supuso “una gran responsabilidad” pero también una “gran satisfacción a nivel artístico al formar parte de una hermosa producción” que no le ha dado más que alegrías. Aunque echando la vista atrás, Evita no ha sido su mayor reto musical, aunque pueda parecerlo, confiesa que su interpretación de Édith Piaf en Piaf es, de momento, la más compleja y fuerte de su carrera: “Piaf fue un personaje muy fuerte para mí. Me he puesto en el reto de los idiomas tanto el inglés como el francés cuando la gestamos en Londres con el director Jamie Lloyd. Trabajé mucho en el sonido de su voz y en la pronunciación de las canciones. Su historia es tan profunda y conmovedora que me ha tocado el alma fuertemente”.
En su concierto en el Talía ofrece, además de un repaso por los musicales más emblemáticos en los que ha participado, una interpretación de sus temas propios con un “repertorio ecléctico” acompañado del pianista argentino Nicolás Guerschberg: “Logramos con el sonido del piano, que la diferencia de estilos sea amable en el cambio. También es lindo, al no estar bajo un personaje, poder comunicarme con el público y contarles el porqué de la elección de cada una de estas canciones que se van a escuchar en València”.
Ciudad con la que siente cierta conexión, ya que tiene algunas raíces valencianas gracias a su bisabuela Quiles que zarpó del puerto de València hacia América junto a su antepasado Roger que proviene de la ciudad de Oliva. Con este concierto hace un cierre total con su historia, con su pasado y con el de las artistas que interpreta sobre el escenario, que le acoge precisamente el día de su cumpleaños en concierto para celebrar un canto a la vida.