VALÈNCIA. Leeds, tercera ciudad más grande de Inglaterra, es una capital célebre por sus universidades. A mediados de los setenta predominaba allí una tendencia revolucionaria que se alimentaba en su campus. La ciudad simpatizaba con la contracultura y con las ideologías de izquierdas, con grupos muy activos que repelían el fascismo del National Front. Era una urbe abierta a la diversidad cultural, y eso, en cuestiones musicales se percibía por la presencia del reggae, del funk y de la música negra en general. Alrededor de ese contexto se formó Gang Of Four en 1976.
Jon King y Andy Gill se conocieron en medio de aquel ambiente. En la asignatura de Historia del Arte tuvieron como profesor a Timothy J Clark, especializado en analizar las relaciones políticas entre arte y sociedad. Autor de ensayos como Absolute Bourgeois: Artists and Politics in France 1848-1851 e Image of the People: Gustave Courbet and the 1848 Revolution, ambos publicados en 1973, Clark también había estado en la Internacional Situacionista. Su influencia en los dos alumnos fue notable, aunque entonces hubo otro acontecimiento fundamental en su trayectoria. En el verano de 1976 viajaron a Nueva York para documentarse para un trabajo de fin de carrera que versaría sobre el pop art de Jasper Johns. Se habían carteado con la periodista musical Mary Harron, que les ofreció quedarse en su casa, situada en el corazón del Village (la fachada de su edificio se hizo popular porque salía en la portada de Physical Graffiti de Led Zeppelin). Harron formaba parte del equipo que hacía el fanzine Punk y, además de hospedar a King y Gill, les descubrió la escena musical neoyorquina que en ese momento se estaba fraguando. Cuando volvieron a casa, sus intereses habían variado. Después de haber visto actuar a Ramones, Talking Heads o Richard Hell, el arte ya no era lo primordial. Lo que querían era montar un grupo.
King y Gill se encargaron de las guitarras y Hugo Burnham se sentó tras la batería. El puesto de bajista lo cubrieron cuando Dave Allen contestó al típico anuncio buscando instrumentista para un grupo que empieza. El nombre se lo puso Andy Corrigan, miembro de Mekons, la otra gran banda de Leeds que cambió la p del punk por la p de política. Leyeron en un periódico sobre la Banda de los Cuatro, dirigentes del Partido Comunista chino que, tras la muerte de Mao Zedong en septiembre de 1976, habían sido juzgados por sus tropelías durante la revolución Cultural. Entre ellos estaba Jiang Qing, viuda de Mao. Su nombre sonaba muy parecido al de Jon King y lo que comenzó como una broma terminó convirtiéndose en el bautismo de uno de los grupos fundamentales de la era postpunk.

Como las etiquetas, de tanto usarlas, acaban vaciándose de su significado original, conviene señalar que la corriente del postpunk se inicia cuando el punk, un estilo musicalmente conservador y continuista a pesar de su intención revolucionaria, empieza a hibridarse con otros estilos y a mutar. Por aquella época, el rock & roll hecho por blancos renegaba de las músicas negras a excepción del blues del cual venía. El popstpunk cambió eso. Hizo posible que el reggae, el dub y el funk enriquecieran los estilos de una nueva generación de músicos. Y Gang Of Four fueron pioneros en todo eso. Gill, que había crecido escuchando a Hendrix y a Booker T & The MG’s y tocaba la guitarra de una manera inusual –hoy, en los artículos, se suele calificar su estilo como angular o aritmético-, inspiró a King con su manera de hacer. Gang Of Four deconstruían los ritmos negros y los ponían al servicio de un sonido agresivo y esquinado que fluía con premura, arrastrando consigo versos que diagnosticaban los síntomas del capitalismo en la vida cotidiana, la de los demás y las suyas. La influencia del profesor Clark estaba ahí junto con Brecht, Foucault, Lacan y la teoría de la alienación de Karl Marx. Según el periodista Jon Savage “transformaban la emoción en análisis y viceversa”. Esa característica fue la que hizo que su primer sencillo “Damaged Goods”, editado en otoño de 1978 por la independiente Fast, les hiciera sonar como nadie más.
Una gira por Europa y Estados Unidos teloneando a Buzzcocks aceleró su proceso de maduración. Y cuando volvieron a casa se encontraron con la primera de muchas dicotomías: la multinacional EMI quería contratarlos. El capital cortejando a los alborotadores. Aceptaron la oferta pensando que así su mensaje sonaría a más volumen y llegaría a más gente. Pero como diría luego el propio King, “jamás perdimos la oportunidad de perder una oportunidad”. Publicaron su debut, Entertainment (1979) y se negaron a sacar como sencillo su canción más pop, “I Found That Essence Rare”, porque les parecía una opción demasiado obvia. Les llamaron de Top Of The Pops para promocionar el single “At Home He’s A Tourist”, pero como les pidieron que cambiaran la palabra rubbish (basura) por rubber (goma), se negaron a aparecer en el programa.
En 1981 registraron su segundo álbum, Solid Gold en medio de una creciente espiral de tensiones. EMI les presionaba para que hicieran más letras de amor y dejaran en paz al capitalismo, lo cual generó tensiones internas que derivaban en peleas. Estos enfados alimentaban su música, pero terminaron por perjudicar al grupo. Allen se marchó porque no dejaba de discutir con Gill; los otros siguieron discutiendo durante dos años y dos discos más. En 1983 se separaron, pero antes de hacerlo, dejaron grabado otro hito, la canción que más cerca estuvo de convertirse en éxito de ventas. “I Love A Man In Uniform” hablaba de quienes se alistaban para combatir en la guerra de las Malvinas sabiendo que apenas tendrían que combatir, pensando en el prestigio que a la hora de ligar les daría el haber llevado uniforme. Para sorpresa de nadie, la BBC censuró el tema. Su estilo se había suavizado, era menos arisco, más bailable, pero seguía sentando las bases para un futuro que terminaría dándoles las gracias. En 2006, después de varias reuniones y sus consiguientes separaciones, Gang Of Four fueron homenajeados con Return The Gift, un disco de remezclas que en algunos casos eran prácticamente versiones. Gang Of Four enseñaron a punks blancos como Red Hot Chili Peppers a sonar como si fuesen negros. Son los responsables de que Fugazi y Rage Against The Machine entendieran que la música podía transmitir ideas antisistema. También les deben mucho Idles y Franz Ferdinand. Y REM, que los telonearon en su segunda gira americana. Solamente hay que escuchar “Feeling Gravity’s Pull” para saberlo.
Andy Gill murió en 2020 a causa de la covid. Allen, que falleció en abril de este año, fundó los también esenciales Shriekback cuando se separó de sus compañeros en 1981. Desde hace cuatro años, King y Burnham han estado haciendo giras y promocionando la reedición de sus álbumes clásicos. Hace unos días concluyeron el tramo europeo de su gira de despedida. Pueden decir adiós con la conciencia tranquila. Fueron el primer grupo de música pop que denunció la fantasía capitalista que, a finales del siglo XX, nos hizo creer que el consumismo nos otorgaba cierto poder. No era cierto, y ellos, que también fueron víctimas de ese engranaje, sufrieron las consecuencias igual que cualquier de nosotros. “El problema del ocio, qué hacer por placer, el amor ideal es una nueva adquisición, el mercado de los sentidos, soñar una vida perfecta, circunstancias económicas, el cuerpo es un buen negocio, véndete, mantén el interés, acuérdate de la mujer de Lot”; todo eso y más cantaban en “Natural’s Not In It”. Todo el mundo recuerda la aparición de un par de Converse en la María Antonieta de Sophia Coppola, pero uno de los momentos álgidos de la película es cuando suena esta canción. Las circunstancias han reforzado su significado. El mercado de los sentidos de las redes sociales y el sueño de una vida perfecta que crees que en realidad te pertenece. Muchas canciones de Gang Of Four podrían estar hechas ahora.