VALÈNCIA. El Palau de la Música puso una línea roja a la hora de elaborar la segunda fase de las obras, que se irán abordando hasta, al menos, 2027: que no afectara de ninguna manera a la programación y lo menos posible al personal. Sin embargo, una combinación de factores y focos de atención van a hacer que el curso y la temporada empieza exactamente al contrario de lo que se esperaba.

El más inmediato son las obras que afectan a la entrada de personal. El Ayuntamiento esperaba realizarlas, en un primer momento, a lo largo del verano de 2024; entonces, el director del Palau, Vicente Llimerá, alegó que "la tramitación de la licitación obliga a cumplir unos plazos más largos” y que se trasladaría a diciembre para hacerlo con más margen.

Al llegar diciembre, el Ayuntamiento, a pesar de no haber siquiera publicado la licitación, volvió a retrasar el inicio de las obras al verano de 2025 a causa de la Dana del 29 de octubre; aunque el margen que se suponía que necesitaban tampoco se estaba cumpliendo entonces, porque incluso en abril de 2025, el Palau reconocía que aún estaba redactando los pliegos del concurso.

La licitación salió finalmente a finales de mayo y no se formalizó hasta mediados de julio. Varias fuentes apuntan a este diario que los operarios no empezaron con la obra hasta hace apenas unos días. A lo largo del mes de agosto no ha habido apenas movimiento, y el grueso de los dos o tres meses que durará la ejecución de las obras afectará de lleno al personal, que se ha reincorporado desde el 1 de septiembre. 

Preguntado al Ayuntamiento de València por el inicio formal de las obras y los plazos de entrega, anuncia que lo anunciarán “próximamente”. Por tanto, las obras se han retrasado más de un año en vano.

Incertidumbre en la Sala Iturbi

También son días de tensión en el Palau de la Música por otras obras. En este caso, el problema sobrevenido tras la caída de parte del techo de la Sala Iturbi el pasado mes de julio. Los paneles estaban repuestos y revisados apenas dos años antes, en la gran reforma que mantuvo el edificio cerrado traumáticamente cuatro años.

El Palau anunció que solicitaría un informe para re-evaluar las obras entregadas que costaron más de 11 millones de euros. “Una vez se hayan inspeccionado completamente todos los falsos techos y se hayan realizado las reparaciones (…), se emitirá un informe definitivo sobre el estado de los falsos techos y se certificará su seguridad”, comunicó el Ayuntamiento de València.

La propuesta inicial, en todo caso, es cubrir la zona del techo caído por una tela asfáltico para recuperar la programación a mediados de octubre. Esta misma semana empezaba la actividad en el Palau con eventos solidarios o conmemorativos, que han sido cancelados.

Pero la estimación de la reapertura en octubre ha sido hecha sin conocer ni tener certificado la seguridad para el público. Fuentes no oficiales apuntan a Culturplaza que todas las posibilidades están sobre la mesa; y entre ellas, la prolongación del cierre, al menos de la Sala Iturbi. A las preguntas de este diario, el Ayuntamiento ha vuelto a remitirse a una comunicación “próximamente”.

Este accidentado inicio de temporada vuelve a poner el foco en el Palau de la Música, que había recuperado el pulso con el público tras su reapertura y que esperaba una temporada con grandes nombres internacionales. Por ahora, en todo caso, la programación se mantiene intacta, aunque trasladada al Palau de Les Arts y la Rambleta.